y después del libro de polly morland, me leí "ikaria", de nora casamian, de la editorial loto azul (por aquello de ir conociendo poco a poco a mis compañeras de editorial...)
"ikaria" es un híbrido me mezcla relatos con poemas, mitología con feminismo, poesía y prosa...
y me he quedado para mi pequeño palacio de vocabulario con las palabras con las que nora casamian abre este libro:
"No hay que tener dudas de la misión que todos tenemos en este mundo: ser felices y que esa felicidad jamás dependa de nada ni nadie que no seamos nosotros mismos."
y después del libro de nora casamian, me leí "ninguno de nosotros volverá", de charlotte delbo...
y es que el libro de charlotte delbo, llevaba en mi lista de deseos varios meses... y leyendo "luciérnaga" de natalia litvinova, encontré este fragmento:
"Encerrada en la habitación, como si fuera un ritual silencioso antes de emprender un viaje, deslizo el libro de Charlotte Delbo dentro de mi remera. Lo abrazo buscando que se pegue a mi pecho, mientras repito una frase que subrayé la primera vez que lo leí: «Esta mañana no termina nunca». Aunque el libro es mío, siento que me lo estoy robando."
(gesto que ahora sé copiado a la propia delbo, que escondía el misántropo de moliere debajo de su ropa...)
y claro, un libro que una, en una mudanza, siente que se roba a sí misma y que esconde la remera pese a ser suyo, me lo tenía que leer...
así que antes de terminar de leerme el libro de natalia litvinova, ya tenía el de charlotte delbo comprado...
y "ninguno de nosotros volverá" empieza así:
"Hoy, no estoy segura de que lo que escribí sea verdad.
Estoy segura de que es verídico."
y continúa:
"Están las personas que llegan. Buscan ojos entre la multitud de quienes esperan a quienes los esperan. Los besan y dicen que están cansados del viaje.
Están las personas que se van. Dicen adiós a quienes no se van y besan a los niños.
Hay una calle para las personas que llegan y una calle para las personas que se van.
Hay un café que se llama "La Llegada" y un café que se llama "La Partida".
Hay personas que llegan y hay personas que se van.
Pero existe una estación donde quienes llegan son precisamente los que se van
una estación donde quienes llegan nunca llegaron, donde quienes se fueron nunca volvieron.
Es la estación más grande del mundo.
A esta estación llegan; vienen de cualquier parte.
Llegan después de días y después de noches
habiendo atravesado países enteros
llegan con sus niños, incluso los más pequeños, que no deberían viajar.
Han llevado a los niños porque uno de se separa de los niños para hacer este viaje.
Quienes tenían han llevado el oro porque creían que el oro podría resultar útil.
Todos han llevado lo más valioso que poseían porque no hay que dejar atrás las pertenencias más queridas cuando se hace un largo viaje.
Todos han llevado su vida, era la vida lo que había que llevar por encima de todo.
Y cuando llegan
creen que han llegado
al infierno
quizá. Sin embargo, no lo podían creer.
Ignoraban que al infierno pudiera llegarse en tren, pero puesto que allí están se arman de paciencia y se sienten preparados para afrontarlo
con los niños las mujeres los padres ancianos con los recuerdos familiares y los papeles familiares.
No saben que a esta estación no se llega.
Esperan lo peor, no esperan lo inconcebible."
lo inconcebible... seguramente ese fue el problema... seguramente por eso leo sobre la segunda (sobre todo sobre la segunda) y la primera guerra mundial... y el período de entreguerras... el ascenso del nazismo, la escalada de violencia en alemania... las leyes, los campos y la organización de los campos... lo inconcebible no nos puede pillar desprevenidos otra vez...
charlotte delbo fue encarcelada por pertenecer (junto a su marido, al que fusilaron) a la resistencia francesa, y trasladada después junto con doscientas treinta mujeres a auschwitz... de esas doscientas treinta mujeres, regresaron cuarenta y nueve...
"Una mañana de enero de 1943, llegábamos.
Los vagones se habían abierto al borde de una llanura helada. Era un lugar previo a la geografía. Dónde estábamos? Aún debíamos averiguar -más tarde, dos meses más tarde al menos; nosotras, las que dos meses más tarde aún seguíamos con vida- que el lugar se llamaba Auschwitz. No habríamos sabido darle un nombre."
lo inconcebible... la organización, la sistematización de la masacre, los hornos, las duchas, los uniformes, los trabajos, la sed, el hambre, la deshumanización, los castigos arbitrarios, los días interminables, el frío, la humedad, la suciedad... y la camaradería... ese grupo que no se separa, ese grupo que ampara, que ayuda, sujeta, esconde, empuja, sostiene...
el libro es increíblemente precioso... pese a la sed, al hambre, a la suciedad y al desamparo arbitrario del campo de concentración, charlotte delbo consigue horrorizar sin dejar de maravillar...
además, hay dos detalles del libro que me llegaron al alma... el primero que charlotte delbo, no lo dice, pero está de duelo... su marido fue asesinado poco antes de que ella fuera trasladada al campo de concentración... lo cuenta poco, pero se lee (se intuye, se siente) en las pocas cosas que cuenta al respecto...
y la otra es esta cita, de casi al final del libro, cuando están a punto de liberarlas y les reparten unos paquetes de la cruz roja... y cuenta:
"Había en el paquete una lata de café soluble. Las instrucciones indicaban que podía hacerse con agua fría. Un café y un cigarrillo! Lo que yo más deseaba."
que me ha encantado el libro de memorias de charlotte delbo...
y después de "ninguno de nosotros volverá", he retomado "todos los poemas" de joan margarit, y me he leído "se pierde la señal"...
y como ya viene siendo habitual, ha sido un placer leer a joan margarit, que se está convirtiendo (si no se ha convertido ya) en uno de mis poetas favoritos (aunque se me hace raro que wne no lo sepa, teniendo en cuenta que empecé a leer al señor margarit por una entrevista que vimos juntos... y sigo teniendo la sensación de que aunque él no era mucho de leer poesía (aunque como todo se pega, en los últimos años estaba empezando a leerla) le habría encantado el margarit (incluso más que a mí, y a mí me encanta...) y además el señor margarit forma parte de mi grupo de apoyo al duelo imaginario/literario...).
y como muestra un botón:
Después de cenarHan llamado a la puerta pero al abrir no hay nadie.Pienso en los que amo y no vendrán. No cierro.No es posible ninguna bienvenida.Espero con la mano sobre el marco.La vida se ha afianzado en el dolorcomo una casa sobre los cimientos.Sé por quién me demorodejando el haz de luz hospitalarioen la desierta calle.
que me encanta...
y como ayer me enteré de que errata naturae sacaba un libro nuevo de mary oliver, y lo pedí en seguida, y me ha llegado esta mañana, pues me estoy leyendo "vita longa", un libro de ensayos, poemas y recuerdos... y de momento encantada y emocionada... mira que me gusta leer a mary oliver... y mira que me gustan los libros de los de errata...
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