viernes, 26 de abril de 2024

la otra noche terminé de leerme "el don" de lewis hyde, y aunque me ha gustado, la verdad es que la segunda parte se me ha hecho larga (quizás porque no soy muy fan ni de whitman (me gusta, no diré que no, pero no es uno de los favoritos entre mis favoritos...), ni de pound (lo siento, pero tengo demasiados prejuicios como para poder apreciar los cantos de pound...)), y creo que esperaba más (una iluminación como las de la mccullers, quizás...) de lo que el libro me podía dar...

eso y que la verdad es que no estoy bien esta semana... el día del libro me causó verdadera angustia (por suerte me escribió mi hermana para decirme que me había comprado un libro que me traerá el fin de semana que viene (aunque creo que la alegría es más que venga ella el fin de semana que viene que que me traiga un libro), y mi padre me dijo cuando acabábamos de comer que eligiera un libro de las editoriales que lleva su amigo (mi padre tiene un amigo que lleva varias editoriales, y de vez en cuando le pido algún libro...) y que me lo regalaba para el día del libro, y una amiga se pasó por aquí para traerme una rosa y un librito, porque se imaginaba que yo no estaría bien del todo...

al final, pasé un pedido a mi librería favorita (tenía que pedir el libro que mi hermana la pequeña les ha pedido a mis padres para que se lo regalen en su cumpleaños, y aproveché para pedir un par para mí, que me imagino que recogeré mañana o el sábado que viene...) y nos regalé (sí, lo sé, no debo (sigo sin saber si es que no debo hacerlo o decirlo en caso de hacerlo...) el último de la lorrie moore, que descubrí que acababa de salir al terminar de leerme el del auster que le regalé (sí, lo sé... pero este es mi lugar seguro) por su cumpleaños, porque al final del libro habían unas cuantas sugerencias... y como lorrie moore le encantaba (me hizo buscarle un libro de ella descatalogado, hace algunos años, y yo aproveché para comprarme otro también de ella y luego los intercambiamos, y durante el confinamiento me leí una de sus novelas, y las últimas navidades le regalé sus cuentos completos, que no le dio tiempo a leerse, así que yo me los compré en digital, y me leí la colección de cuentos que no había podido localizar en papel... que la lorrie moore es (o tendría que decir era) una de las nuestras, que diría él), así que cuando vi que habían sacado una nueva novela de ella, pues supe que sería ideal como regalo doble del día del libro...

así que ahora me estoy leyendo "si este no es mi hogar, no tengo un hogar" de nuestra querida lorrie moore... y de momento es una locura, pero me está encantando... 


y ya he acabado de corregir mi traducción de los poemas de la atwood... que he de decir que para no saber inglés, no me han quedado mal... sobretodo del que da título al libro, estoy especialmente orgullosa (aunque igual he sido demasiado creativa traduciendo dearly por profundamente, pero encaja perfectamente)... ahora voy a dejarlo descansar unos días, y cuando consiga pasar mi traducción a mi ebook (creo que en pdf mi lector me debería dejar leerlo como si fuera un ebook de verdad) me lo leeré del tirón, a ver si lo que he hecho tiene algún sentido...


lunes, 22 de abril de 2024

y terminé de leerme el libro de relatos que me regalaron mis hermanas, el de "fatal, gracias", de oti corona, que es una locura y una maravilla... relatos intensos (sí, creo que esa es justo la palabra perfecta para definir los relatos de oti corona: intensos) con protagonistas muy normales y muy locas (y en realidad quién no está algo loca a estas alturas de la partida) que hacen sesiones de espiritismo, que roban maletines con millones dentro, que cuidan a los hijos de otras y enseñan a sus hijos para cuando ellas decidan hacer lo mismo, mujeres que vengan a pueblos enteros con guisos, mujeres que no son capaces de hacer una cena... que me ha encantado el libro y la manera de contar historias de oti corona... 


y después de "fatal, gracias", me leí "el infierno de los jemeres rojos", de denise affonço... libro brutal, sobre lo que promete, un verdadero infierno bajo el yugo de los jemeres rojos... y es que denise affonço (hija de padre francés y madre camboyana), que trabajaba en la embajada francesa a mediados de los años setenta, sufrió cinco años de infierno bajo el gobierno de los jemeres rojos cuando se hicieron con el poder, perdiendo primero su casa, todas sus posesiones, a su marido, a su hija, a su cuñada, a sus sobrinas, y a su sobrino, sobreviviendo a los campos de trabajo donde la fueron llevando, ella y su hijo mayor (que tenía unos quince años cuando los vietnamitas los liberaron de la reeducación y los trabajos forzados...)

una realidad que de pronto se rompe, y que pasa al absurdo, al absurdo de que te quiten todo, hasta la voluntad, de que te hagan pasar hambre, y vergüenza y dolor... de ver como te dicen cómo vestir, cómo pensar, qué decir... de que te maten de hambre a cambio de un trabajo incesante con la excusa de reeducarte, mientras los afines al régimen sí que comen y no mueren, y pueden robarte lo poco que tienes...

denise verá como su marido es llevado a un campo de reeducación, para descubrir años después (escena brutal donde las haya lo de la presa de las viudas...), que lo mataron cuando se lo llevaron... verá morir a su cuñada, a su hija de nueve años, a sus sobrinas, y a su sobrino de diez años acusado de robo... y pasará hambre... la pobre denise pasará mucha hambre...

y cómo sobrevive denise a semajante horror?... 

"Me repetía como un estribillo: "Denise, no te mueras, sigue viva para contar todas estas atrocidades, el mundo tiene que saber lo que sucede aquí. Debes hacerlo por tus hijos y tus seres queridos desaparecidos"."

para contarlo... para dar testimonio... porque llegada a un punto, denise no puede más... denise preferiría morirse que seguir sufriendo y pasando hambre y distintas enfermedades... pero aguanta para contarlo... y lo cuenta... y da nombres de los verdugos, y de las pocas personas que son mínimamente humanas en semejante situación...

un libro brutal, pero necesario... no diré que ha sido un placer leerlo, porque la verdad es que lo he pasado realmente mal, pero sí que me ha encantado la manera de denise affonço de contarlo...


y después del libro de denise affonço, retomé mi idea de leerme a esos señores que ganaron el nobel a los que aún no conozco, y me leí "deseo bajo los olmos", de eugene o'neill... y he de decir que esta obra de teatro es demasiado intensa para mí... de hecho, me la leí casi, casi del tirón, hasta que en un momento dado (en el baile) me imaginé lo que iba a pasar, y tuve que dejar de leer, y para despejarme, me preparé un café con leche, cambié las sábanas y el edredón de otoño por el de verano, y cambié también la manta del sofá por otra manta más finita, y hasta me planteé hacer el cambio de armario (pero me acordé de que yo no hago el cambio de armario hasta el mes de mayo...) para no tener que leer lo que iba a pasar... pero al final me leí el final (y pasó lo que me imaginaba) y aunque en el libro que me compré de eugene o'neill había otra obra de teatro, consideré que había tenido bastante intensidad por una tarde, y cambié de lectura...


y me empecé a leer "el don", de lewis hyde, que compré hace unos meses porque me lo recomendó margaret atwood en uno de sus ensayos, y que may sarton me volvió a recomendar hace unos días en su "diario a los setenta" y como dos señales son muchas, rebusqué en los archivos de mi ebook, y me lo empecé a leer...


pero llevaba todo el día leyendo (ayer no hubo comida familiar... bueno, sí que hubo, pero como no era en casa de mis padres, decidí pasar palabra y quedarme en mi casa, porque yo ayer la verdad es que no estaba muy flamenca (ayer hizo tres años que empezó oficialmente el fin del mundo con aquella llamada en la que me dijeron que era cáncer, que era de páncreas, que era muy grande y que no era operable...), y no era yo una compañía aconsejable...), y al empezar a leer el libro de lewis hyde que me recomendaron la atwood y la sarton, me acordé de que me quedaban unos pocos poemas por traducir del "dearly" de la atwood, y eso hice... estuve traduciendo poemas de la atwood hasta la hora de la cena, y ya he traducido los últimos poemas, que son los que escribió tras la muerte de su marido... y en unos días pretendo corregirlos, y a ver si en un par de semanas me lo puedo leer "seguido"...)

y leí a lewis hide otro ratito... el libro es muy interesante, todo sea dicho... y ya se acabó el domingo...


 

viernes, 19 de abril de 2024

"De lo que siento acerca del mañana, lo más parecido a una certeza es que Joana y yo no volveremos a vernos. Cuán distinta sería la vida si la muerte fuese esperar muchos millones de años para podernos encontrar de nuevo, aunque fuese tan sólo durante unos breves instantes. Pero el abismo que nos separa es el abismo del nunca más. Los treinta años que hemos vivido juntos son ahora el único contrapeso y mi tesoro."

así empieza joan margarit el prólogo a "joana", el libro de poemas que escribió tras la muerte de su hija joana... 

un libro precioso y doloroso... sí que es verdad que aquí se junta mi fascinación por joan margarit (que casi sin darme cuenta se está convirtiendo en uno de mis poetas favoritos) y mi fascinación por los libros de duelo... 

(además, el joan margarit, ya me ha dado las palabras que necesitaba con sus poemas varias veces...)

pero sigo sin saber hablar de poesía más allá de lo triste y a la vez reconfortada que me sentí leyendo este libro... así que copio tres poemas, que he copiado en mi antología del duelo (mis distintos tonos de color negro) 

(también me he quedado con cuatro poemas para mi antología de pájaros...)

el primero que dice:

Mientras tú duermes

En la plaza tomada por la lluvia
miro la alta ventana iluminada
que no quiero perder: no he de rendirme
a la condena de la vida.
Este lugar ya no es de la ciudad:
una plaza sin nadie con la luz
de hospital reflejándose en los charcos.
Las puertas automáticas
se abren de vez en cuando y dejan paso
a una oscura figura rutinaria.
Unas muletas cruzan, invisibles, la calle
y se acercan a uno de los coches, el nuestro,
el que nos llevará bajo la lluvia
hacia el silencio del dolor futuro.
Tu calidez efímera. 
Triste felicidad la de esta paz
mientras recuerdo que tú y yo teníamos 
mañanas que guardaban nuestros ojos.
Me daba tanto miedo
dejarte sola un día.
Por débil y pequeña que en la noche
llegue a ser la ventana iluminada,
éste es mi consuelo:
no habrá más desamparo ya que el mío. 

también esta súplica que me llegó al alma...


Súplica 

De esta invernal mañana, amable y tibia,
por favor, no te vayas.
Quédate sumergida en este patio
como si hubieses naufragado
dentro de nuestra vida.
Bajo el laurel, entre las aspidistras 
de románticas, verdes y anchas hojas,
por favor, no te vayas, no te vayas.
   
Todo está preparado para ti.
Quédate, por favor, y no te vayas.
Dime si lo recuerdas: necesito
unas palabras con la clara y honda 
voz de la ausencia para preguntarte
por la fugacidad
de tu victoria sobre el nunca más. 
Pero callas, descansas en tu ayer, 
un lecho de tristeza fulgurante.
   
Te has ido encerrando durante ocho meses
en el capullo de la oscuridad,
y ahora, horrorizada por la luz,
surge aleteando la furiosa,
pálida mariposa de la muerte.
Pero, si estás muriéndote, aún vives, 
y hago estallar la última alegria
de tu rostro cansado mientras tomo
entre las mías tus pequeñas manos.
   
Y me repito:
morirse todavía es vivir.
De esta invernal mañana, amable y tibia,
por favor, no te vayas, no te vayas.


y este último porque es una preciosidad...


La espera

Muchas cosas te están echando en falta.
Cada día se llena de momentos que esperan 
esas pequeñas manos
que cogieron las mías tantas veces.
Hemos de acostumbrarnos a tu ausencia.
Ya ha pasado un verano sin tus ojos
y el mar también tendrá que acostumbrarse.
Durante mucho tiempo todavía, 
la calle esperará ante nuestra puerta, 
con paciencia, tus pasos.
No se cansará nunca de esperar:
nadie sabe esperar como una calle.
Y a mí me colma esta voluntad
de que me toques y de que me mires,
de que me digas qué hago con mi vida,
mientras los días van, con lluvia o cielo azul,
organizando ya la soledad.

una preciosidad... 


y ahora me estoy leyendo "fatal, gracias", de oti corona... uno de los libros que me regalaron mis hermanas por mi cumpleaños, que mi hermana la pequeña (conocida como nonó) se está leyendo también en este momento...

jueves, 18 de abril de 2024

abril está siendo complicado... 

anoche acabé de leerme el libro "sobre la libertad. cuatro cantos de restricción y cuidados", de maggie nelson, que ha sido un placer leer, pero que también me ha provocado cierta angustia... 

y ha sido un placer, porque me cae bien maggie nelson, porque escribe bien, y porque es muy clara... aporta muchas citas y mucha bibliografía sobre los temas que aborda, que son varios: maggie habla de la libertad, y habla también de los cuidados, del sexo, del consentimiento, del metoo, de las dudas, de las zonas grises, de la interdependencia, de la violencia, del miedo, de las drogas, de la discriminación racial, de budismo, de la maternidad, de los trenes, del cambio climático... y en medio de todo esto, de la pandemia que la pilla escribiendo el libro y que va cambiando la realidad y ciertas cosas que creíamos seguras y que con la pandemia se nos cambiaron...

pero como decía también me ha provocado cierta angustia la parte final, porque yo tampoco sé enfrentarme al cambio climático, yo tampoco tengo soluciones, yo también tengo miedo, y aunque no he tenido hijos, me preocupa el mundo que vamos a dejar a los que hoy son niños (las visiones de mis sobrinos en una especie de película mezcla de madmax y peli de terror postapocalíptico no me son ajenas) y la lectura del libro de maggie ha reactivado mis miedos y mi angustia por un futuro más que incierto... 

maggie nelson va citando y va contando cosas suyas, y el ensayo sobre la libertad se convierte en autoficción con citas... un placer leer a esta mujer...


y anoche retomé la lectura de "todos los poemas" de joan margarit (que descubrí con horror hace unos días que en realidad no contiene todos los poemas, sino casi todos, ya que mi edición de austral incluye la poesía de joan margarit de 1975 a 2017, y he visto que ha salido una nueva edición que llega hasta 2021 y que tiene un libro más que la mía no tiene, así que ahora mismo no sé qué haré cuando me termine el que tengo, si buscar el libro que me falta o si comprarme todos los poemas otra vez... ya veré... ), y empecé a leerme el poemario "joana", el que escribió joan margarit cuando falleció su hija joana... 


(y hoy hace tres años que el fin del mundo empezó, pero yo aún no lo sabía (wne se fue a urgencias y se quedó ingresado en el hospital... ya no salió), y dentro de tres días nos dieron el diagnóstico y entonces empezó oficialmente el fin del mundo... y a mí el pensamiento mágico ya se me ha disparado (en realidad lleva disparado desde nuestro aniversario) y ya estoy haciendo cuentas mentales de cuando dormí y no dormí en el hospital (y preguntándome porqué no lo evité de algún modo, cuando de sobra sé que no podía evitarlo... y sobretodo preguntándome porqué tal día como hoy no me fui al hospital y me negué a salir de allí en el mes que nos quedaba... aunque sé que entonces no sabía que nos quedaba un mes, no puedo evitar arrepentirme de haber perdido parte del tiempo que nos quedaba trabajando o durmiendo, porque poco más hice durante ese mes, ir al hospital, dormir, trabajar y lavarme el pelo...), y sé que de nada sirven los arrepentimientos, pero es complicado todo, y no puedo parar de pensar que hoy hace tres años que el fin del mundo empezó y yo aún no sabía que el fin del mundo había empezado...)  


lunes, 15 de abril de 2024

y terminé de leerme el "diario a los setenta" de may sarton... un placer y una maravilla... may sarton, como creo que ya he dicho, me cae bien, leerla es como quedar con una amiga, con una amiga muy sabia y muy entretenida, que te va contando cosas de su día a día, a quién ha visto, quién le ha escrito, que ha estado leyendo, y como se ha sentido... una preciosidad de libro, que me ha transmitido mucha paz (aunque admito que me ha inquietado un poco que may sarton a sus setenta años tuviera más vida social (mucha más vida social) de la que tengo yo a mis cuarenta y seis años...)


y al final compré "baumgartner" de paul auter, y me la empecé a leer el sábado por la tarde, pero el sábado por la tarde yo no estaba muy centrada... así que leí un poco y paré para hacerme un café, y estuve viendo chorradas en instagram, y leí cinco o seis páginas más, y me hice otro café y decidí guardar las chaquetas de lana y sacar las chaquetas de entretiempo... pero cuando acabé, me di cuenta de que me faltaban un par de chaquetas de entretiempo, que deduje que se quedaron dentro de los bolsos que usaba el verano pasado, así que en vez de leer, me puse a ordenar esa habitación que uso para ir dejando todo lo que no sé dónde poner exactamente... y aparecieron las dos chaquetas que estaba buscando, y un par de chaquetas más que no recordaba que tenía, y que fue una alegría encontrar, además de tres pares de calcetines que había dado por perdidos hace tiempo, unos leggins, una camiseta de tirantes que llevaba meses echando de menos, y un montón de totebags que me entretuve en ordenar... estaba tan entretenida ordenando la habitación-trastero que a punto estuve de ponerme con el cambio de armario... pero recordé que abril es un mes complicado (anímica y temporalmente) así que en vez de seguir ordenando cosas, me metí en la ducha...

la noche se me fue hablando por teléfono con mis hermanas... hora y media con una, hora y cuarto con la otra... así que me leí unas diez páginas más de la novela del auster y me fui a dormir, agradeciendo a mis hermanas su ayuda para sobrevivir al no-cumpleaños...

he de decir que superado el sábado, el domingo la novela de auster consiguió engancharme, y me la leí casi, casi del tirón, antes de que la comida familiar empezase...

es la historia de baumgartner, un escritor de setenta años (creo que la vida quiere que entienda algo sobre los setenta años, que por cierto, son los que tiene mi padre en este momento...) que perdió a su mujer nueve años antes, y que aún lo está asimilando... y paul auster nos cuenta la historia de amor de baumgartner y anna (su esposa fallecida) y también la historia de sus padres, de su hermana (un poco solo) y también están los papeles de anna (curiosa casualidad), y su historia con otra mujer a la que le pide matrimonio, y una estudiante interesada en la obra de la difunta anna... de lo más entretenido, de verdad...

(el problema, como ya me ha pasado otras veces, es que sé que paul auster no es viudo, nunca ha enviudado (me metí en la wikipedia para comprobarlo), y así como en las memorias o autoficciones sobre duelos, doy todo por bueno, me haya pasado a mí o no, porque sé que me están contando lo que sintieron o lo que pasó, incluso lo que no pasó, y digamos que me lo creo todo, que todo me sirve, que todo me aporta; con las ficciones de duelos niego con la cabeza cuando no estoy de acuerdo, cuando, no sé cómo decirlo, siento el duelo sobreactuado, cuando algo me chirría, cuando (voy a decirlo) no me lo estoy creyendo... claro que sé que es un problema mío, y que no tiene nada que ver una novela con unas memorias o un diario...)

que está muy bien, que es cortito y de lo más entretenido, que yo creo que a él le habría gustado su regalo de cumpleaños, y que al final poco importa, poco amor o poca vida, sólo es un truco más para atenuar nuestra herida (que diría bukowski...)


y después de pasar la mañana del domingo leyendo a paul auster, y después de la comida familiar, que ayer se alargó (como los días) hasta las siete de la tarde, me leí "la visión del juicio. poemas de amor" de lord byron, uno de los libros que me regalaron mis hermanas para mi cumpleaños, y que me hizo mucha gracia, por él solía regalarme los preciosos libros de poesía que publica la editorial alba, y es más que probable que en algún momento me hubiera regalado éste de lord byron... que por cierto, ha sido un placer leer... porque aunque creo que hay determinados autores que hay que leer antes de cumplir los treinta años (y byron es uno de esos autores, que no sé porqué creo que hay que leer de joven para que te impresione todo lo que te tiene que impresionar), también creo que una vez leídos esos autores a la edad indicada, una se impresiona tanto, y les pilla tal cariño, y les profesa tal devoción, que los puedes seguir leyendo pasados los cuarenta, porque aunque ya no estás en edad de impresionarte, algo queda de tu yo adolescente...


y antes de irme a dormir me empecé (por aquello de que no puedo estar sin un libro empezado) "sobre la libertad" de maggie nelson... (porque antes de que el fin del mundo empezara, justo después del libro de may sarton que me regaló mi padre hace tres años, me leí un libro de ella ("bluets") que me regaló mi hermana la mediana?... sí, ese podría ser el motivo... porque me compré el libro de la maggie nelson hace meses, y no fue hasta anoche que se me ocurrió empezar a leerlo... otro truco de esos...)

así que de momento estoy leyendo el libro de maggie nelson...