lunes 27 de septiembre

querida rosa montero:

siento mucho lo de pablo... he estado leyendo tu libro "la ridícula idea de no volver a verte" este fin de semana, y a parte de decirte que siento mucho tu pérdida, te doy las gracias, porque me has ayudado un poco con la mía...

nunca lo había pensado, pero tienes razón cuando dices que "Como no he tenido hijos, lo más importante que me ha sucedido en la vida son mis muertos, y con ello me refiero a la muerte de mis seres queridos."

yo tampoco he tenido hijos... muertos tengo varios... tres de mis abuelos (por suerte aún conservo, a mi edad, y a la suya, a una de mis abuelas...), mi tía mariedel y mi tío rafa (también la de mi tío pepe luís, pero esa, quizás, un poco menos...), la de paco, el médico de la familia, el año pasado... y ahora la de mi amor, que está siendo muy complicada de asumir...

dices que "El verdadero dolor es indecible. Si puedes hablar de lo que te acongoja estás de suerte: eso significa que no es tan importante. Porque cuando el dolor cae sobre ti sin paliativos, lo primero que te arranca es la #Palabra. Es probable que reconozcas lo que digo; quizá lo hayas experimentado, porque el sufrimiento es algo muy común en todas las vidas (igual que la alegría). Hablo de ese dolor que es tan grande que ni siquiera parece que te nace de dentro, sino que es como si hubieras sido sepultada por un alud. Y así estás. Tan enterrada bajo esas pedregosas toneladas de pena que no puedes ni hablar. Estás segura de que nadie va a oírte.

reconozco lo que dices, ahora mismo estoy sepultada por ese alud del que hablas intentando encontrar las palabras, aún sabiendo que no existen... que no voy a encontrarlas... como si encontrar las palabras me fuera a liberar, a salvar, a hacer que vuelva a respirar con normalidad...

compré tu libro hace años, cuando salió en círculo de lectores... avergonzada admitiré que no por el libro en sí, sino porque leí que contenía al final el diario de marie curie, y tenía mucha curiosidad por leerla... el libro se quedó en mi despacho (tengo por aquí varios libros por si acaso) y no volví a pensar en él hasta que en mayo pasó lo que pasó y el título "la ridícula idea de no volver a verte" me hizo sonreír (sonreír como sonrío últimamente) y llevármelo a casa... pero me daba un poco de miedo porque me imaginaba que me ibas a contar cosas dolorosas que ya sabía... aunque admito que me ha venido bien que me cuentes ciertas cosas...

dices que "siempre" y "nunca" son "palabras absolutas que no podemos comprender siendo como somos pequeñas criaturas atrapadas en nuestro pequeño tiempo"... preguntas si no jugué, en la niñez, a intentar imaginar la eternidad; la infinitud desplegándose delante de mi como una cita azul mareante e interminable y la verdad es que no... pero tienes razón en que "eso es lo primero que te golpea en un duelo: la incapacidad de pensarlo y de admitirlo. simplemente la idea no te cabe en la cabeza. Pero cómo es posible que no esté? Esa persona que tanto espacio ocupaba en el mundo, dónde se ha metido? El cerebro no puede comprender que haya desaparecido para siempre. Y qué demonios es siempre? Es un concepto inhumano. Quiero decir que está fuera de nuestra posibilidad de entendimiento. Pero cómo, no voy a verlo más? Ni hoy, ni mañana, ni pasado, ni dentro de un año? Es una realidad inconcebible que la mente rechaza: no verlo nunca más es un mal chiste, una idea ridícula."

y citas un fragmento de los diarios de marie curie que dice:

A veces [tengo] la idea ridícula de que todo esto es una ilusión y que vas a volver. No tuve ayer, al oír cerrarse la puerta, la idea absurda se que eras tú?

y continúas contando que "Después de la muerte de Pablo, yo también me descubrí durante semanas pensando: "A ver si deja ya de hacer el tonto y regresa de una vez", como si su ausencia fuera una broma que me estuviera gastando para fastidiarme, como a veces hacía. Entiéndeme: no era un pensamiento verdadero y del todo asumido, sino una de esas ideas a medio hacer que cabrillean en los bordes de la conciencia, como peces nerviosos y resbaladizos."

esa idea me ha rondado (aún me ronda), ese a ver si se deja ya de esta tontería y me llama, o viene, o lo que sea, menos esta ausencia... igual que esa idea de que si hago un buen duelo (como si alguien supiera como coño se hace eso) igual me lo devuelven (quiénes?... no tengo ni la más remota idea, pero me descubro pensando, o más bien sintiendo, esas cosas innombrables y absurdas... un truco para atenuar nuestra herida que diría bukowski...)

(los primeros días después de, seguía llevando el móvil conmigo a todas partes... ya no hacía falta... ya no podía pasar nada más, pero tenía la sensación sin sentido, de que si me llamaban para decirme que había habido un error, que todo era mentira, una broma macabra, un error imperdonable, tendría sólo una oportunidad de cogerlo...)

te doy también las gracias por el poema que compartes de ursula k. le guin titulado "on hemlock street" (en la calle cicuta) que dice:

   I see broad shoulders, 
   a silver head, 
   and I think: John!
   And I think: dead.
   (Veo una espalda ancha,
   una cabeza plateada,
   y pienso: John!
   Y pienso: muerto.)

a mí me pasó hace unos días (o hace unas semanas, el tiempo ha cambiado últimamente y me cuesta datar las cosas) y fue precisamente así... lo vi, era él, como le quedaba la ropa, la forma de su cabeza, su nuca, la manera de andar... bajó del autobús y la alegría que sentí fue pura y profunda, duró los segundos que tardé en decirme que él estaba muerto... 

dices también que "con una muerte así, como la de Pierre; con un diagnóstico así, como el de Pablo, el mundo se derrumba. Y, desde las ruinas, tú te obsesionas en darle vueltas y vueltas al instante anterior al terremoto. Si lo hubiera sabido!, te dices. Pero no, no sabías."

a mi amor le diagnosticaron cáncer de páncreas el día 21 de abril... había ingresado por urgencias el día 18 y ya no salió del hospital... no había nada que hacer, el tumor no era operable, no se podía dar quimio ni radio, sólo hacerle la vida más fácil (y a ser posible más bonita) el tiempo que le quedara, que desde el principio supimos que era poco... el día 18 de mayo, un mes después de ingresar en el hospital lo sedaron... el día 19 murió... y no paro de darle vueltas a cómo hubiera podido evitarlo... pero él pidió hora en su centro de salud en marzo... pero debido al coronavirus y sus consecuencias, no le dieron cita (y se la dieron telefónica) hasta mes y medio después (para entonces ya estábamos en el hospital y ya teníamos un diagnóstico...), también es cierto que fue a urgencias una semana antes, pero le dijeron que era anorexia nerviosa y le mandaron para casa... 

hubiera cambiado algo una semana?... seguramente no... y un mes y medio?... pues igual se podría haber hecho algo, pero eso es algo que nunca sabremos... y si en noviembre, la noche que no me envió las buenas noches porque se quedó dormido le hubiera sugerido que fuera al médico?... imposible saberlo... no, no sabía... como bien dices, y ese no saber me está matando...

dices también que estás segura de que todos hablamos con nuestros muertos; y cuentas que tú desde luego lo haces, aunque admites que no crees en absoluto en la otra vida... e incluso cuentas que has sentido a Pablo junto a ti de vez en cuando; y que te ha ayudado a no caerme en un par de tropezones, sosteniéndote mientras ibas dando inestables trompicones hasta recuperar la verticalidad... y añades que "el cerebro es así. teje la realidad, construye el mundo", y aunque a mí no me ha ayudado a no caerme, sí que admito que le hablo... le hablo al aire y le hablo a la foto que he puesto en mi mesita de noche... y que lo he sentido (algo absurdo e inexplicable, porque te confieso que yo tampoco creo en estas cosas...) junto a mí de vez en cuando...

me encanta un momento del libro en el que te preguntas "pero cómo, el mundo sigue igual sin él? tu cabeza lo entiende, pero tu corazón se queda atónito."

atónito... gracias por la palabra, porque así tengo el corazón desde mayo...

y gracias también por decir que "sí, hay que hacer algo con la muerte. hay que hacer algo con los muertos. hay que ponerles flores. y hablarles. y decir que les amas y siempre les has amado..." que es "mejor decírselo en vivo" (yo se lo dije tantísimas veces en los once años que estuvimos juntos que creo que le quedó bastante claro) "pero," que "si no, también puedes decírselo después. Puedes gritarlo al mundo. Puedes escribirlo en un libro como éste. Pablo, qué pena que olvidé que podías morirte, que podía perderte. Si hubiera sido consciente, te habría querido no más, pero mejor."

así que gracias por este libro, gracias por compartir tu duelo y el de marie curie... gracias por decirme cosas como que a los tres meses parece que habría que haberlo superado si hacemos caso del entorno, pero que en realidad es en ese momento cuando peor estamos... y gracias sobretodo por contarlo así, como lo cuentas... porque ahora, como le digo a una amiga, me siento menos sola y menos loca... y eso, quieras que no, reconforta...





2 comentarios:

  1. Imposible decirte unas palabras que puedan ayudarte. lleva la pérdida como buenamente puedas: es la tuya y deja que el tiempo vaya ayudando. No estás sola. Un beso enorme.

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