miércoles (aunque yo creía que era jueves y no veas el disgusto que me
he llevado al descubrir el día que era en realidad) y te escribo desde
el despacho... y tengo la caja por hacer, un presupuesto que importar y
enviar, el correo en la impresora esperando ser repartido, y poquitas
ganas de trabajar... para qué lo voy a negar?...
y es miércoles y una vez más estoy intentando encontrar las palabras...
esta vez no para que te cuenten lo que me pasa, sino quizás para
explicarte lo que no te supe explicar sobre la poesía la otra tarde...
y es que siguiendo el hilo de mis lecturas, hoy vengo a contarte que
sigo leyendo esa antología de poesía nórdica que me tiene fascinada, y
después del libro de penelope mortimer (el devorador de calabazas)
necesitaba poesía, y esta antología estaba a los pies del sofá, por lo
que no me tuve ni que levantar entre una lectura y otra...
y digo necesitaba poesía, y
no sé si suena a frase hecha, a licencia poética o a palabras que
combinadas no quedan mal; pero la verdad verdadera, es que hay veces que
una no está para prosas, y necesita poemas... hay veces que te apetece
leer, pero no una novela... igual que hay veces que te apetece un
novelón, y veces en las que lo que necesitas es leer una novelilla
corta... hay veces que necesitas poesía por lo que sea... a veces es
porque tu capacidad de concentración no es mucha, y en esas ocasiones,
quieras que no, los poemas ayudan... a veces porque la vida es demasiado
para ti, y las chicas como yo, cuando estamos sobrepasadas por las
circunstancias, tendemos a volver a los poemas que nos sabemos casi de
memoria... y otras veces (las más) simplemente es porque hace poco que
compraste un libro de poemas y te apetece leerlo (esa naturaleza
caprichosa que te hace desear leer los últimos libros que has comprado,
olvidando todos los pendientes que esperan en el armario...)
digo necesitaba poesía y puedo imaginar tu sonrisa, y sé que no me
acabas de creer, que no me acabas de entender, que crees que como decía
al principio se trata de una especie de frase hecha, licencia poética o
palabras que combinadas no suenan del todo mal... pero no era
exactamente de eso de lo que yo pretendía hablarte al empezar a escribir
este post... lo que pretendía era quizás explicarte que es para mí
poesía (sin citar a becquer, ya que su maravillosa definición, en este
caso concreto, no me sirve para hacerme entender) y como de sobra sabes
que ni entiendo de poesía, ni sé hablar de ella como me gustaría, que lo
único que sé es si me gusta o no... e intentando responder a esa
complicada pregunta me vas a permitir que te copie un poema de eeva
kilpi, poeta finlandesa a la que conocí gracias a la antología que te
comentaba al principio de este post, y que intente, con un ejemplo,
explicarte lo que entiendo yo por poesía...
y dice el poema de eeva kilpi...
dime si molesto,
dijo él al entrar,
porque me marcho inmediatamente.
no sólo molestas,
contesté,
pones patas arriba toda mi existencia.
bienvenido.eeva kilpi
y me podrías preguntar (como la otra tarde) que por qué es un poema... y
puede que sea porque he leído la suficiente poesía traducida en mi
vida, como para que el tema de métrica y rima, no me sea necesario para
leer un poema... puede que sea por algo que tiene que ver con el ritmo
que te marcan los versos; la manera de respirar al leerlo; las pausas
que el poema te va marcando...
porque no es sólo una cuestión estética... y es que no se lee igual:
no sólo molestas,
contesté,
pones patas arriba toda mi existencia.
bienvenido.
contesté,
pones patas arriba toda mi existencia.
bienvenido.
que: no sólo molestas, contesté, pones patas arriba toda mi existencia. bienvenido.
es porque creo que la poesía tiene una especie de decantación que
la prosa no tiene... una mezcla de síntesis, lirismo y juego que no se
puede dar en prosa... no sé si me estás entendiendo...
es porque la poesía se permite decir cosas que en prosa no se pueden
decir; no en tan pocas palabras; no con esa complicidad, no de esa
manera... y por eso hay veces que una necesita poesía... para sentir de
alguna manera esa magia que te hace sonreír al leer la última palabra de
un poema como éste...
quizás porque creo que como ana blandiana (otra maravillosa poetisa a la que he tenido el placer de conocer hace poco): "sé que la poesía, cuando existe de verdad, es suficientemente poderosa como para vencer los obstáculos de sus propios adornos."
corto y cierro...
Genial mi amiga
ResponderEliminarMa amie.