sobre los antepasados...

miércoles y te escribo desde la caja, después de una de las mañanas más improductivas de los últimos días (y mira que mis mañanas últimamente son muy improductivas), esperando que vengan los refuerzos para meterme en el despacho a preparar la facturación de esta noche...

miércoles y hoy vengo a contarte que me leí los antepasados de mary ann clark bremer (uno de esos libros que quise desde que me dijiste que había salido).  




uno de mis bisabuelos perdió medio pie izquierdo en la primera batalla de bull run, pero encontró el amor en la joven que cuidó cada día de sus heridas tras ser alejado del frente con una simple cura de urgencia.

mary ann clark bremer (los antepasados)



y así empieza este precioso libro en el que la clark bremer nos irá contando algunos de sus recuerdos de familia, con esa manera de escribir que es tan de ella, y que me tiene enamorada desde que me la descubriste (por lo que te doy las gracias) con aquella maravillosa biblioteca de verano...

y de entre sus recuerdos, el de esa tía abuela a la que no conoció y que murió ahogada...

y antes de cortar y cerrar, que tengo que revisar el correo electrónico, te voy a copiar otro trocito de este libro... porque que una de tus autoras favoritas (mary ann clark bremer) cite a otra (emily dickinson), es una de esas cosas maravillosas que tiene la literatura... 




he dejado la carta a medias y he salido a la terraza de mi dormitorio. bajo la pérgola hay varios útiles de jardinería. en el canasto repleto de pequeños tarros de cristal con tapas de cierre hermético aún quedan algunas semillas por plantar, las de las flores más tardías y resistentes: soportarán el otoño, hasta la llegada de las primeras nieves. «cuando cuento las semillas / sembradas allá abajo / para florecer así», he recordado infielmente primero; y a continuación: «cuando examino a la gente / que tan bajo yace / para llegar tan alto; // cuando creo que el jardín / que no verán los mortales...». que no verán los mortales. estas futuras flores y yo somos mortales. yo alcanzaré a verlas crecer tal vez, pero no así las semillas de las semillas futuras.

«te traigo la prueba de que yo siempre amé, y que hasta que amé nunca viví lo bastante.» no decía así la dickinson? no había replicado yo a saul con estas palabras de la propia poeta: «amor es vida y vida, inmortalidad; y si en esto dudas, querido, nada tengo que mostrarte entonces, salvo el calvario».

no sé por qué estas palabras, no sé por qué.

mary ann clark bremer (los antepasados)



y ahora corto y cierro...

sobre la reunión en el restaurante nostalgia...

martes y te escribo desde la caja... antes de que me traigan la compra y me tenga que subir a hacer la comida a casa... pero no te preocupes que ya no cuento con las mañanas para hacer lo que tengo que hacer... es mi nueva estrategia para no volverme loca: organizarme como si sólo trabajase por las tardes, dando por perdidas las mañanas, en urgencias, mails, ir de bancos y estar en la caja...

así pues aprovecho este ratito en la caja para contarte que me leí reunión en el restaurante nostalgia de anne tyler... libro que llevaba por casa desde que me leí sus ejercicios respiratorios, y que llevaba rondando por el salón desde que fue candidato a venirse de viaje y perdió... 

  


pearl tull se hallaba al borde de la muerte cuando le asaltó un pensamiento extraño. de sus labios temblorosos brotó un susurro casi imperceptible y sintió como su hijo, que la velaba junto a la cama, se inclinaba sobre ella.

-búscate... -dijo-. tendrías que haberte buscado...

tendrías que haberte buscado una madre de repuesto, era lo que quería decir, de la misma manera que nosotros empezamos a tener hijos de repuesto cuando el primero se nos puso malo.

anne tyler (reunión en el restaurante nostalgia)



y así empieza esta novela anne tyler, con pearl tull al borde de la muerte intentando decirle a su hijo ezra que se tenía que haber buscado una madre de repuesto, como hizo ella cuando su hijo mayor, cody, cayó enfermó y sintió miedo de perderlo... tuvo a ezra y tuvo a jenny... y eso fue antes de que su marido la abandora y ella decidiera no decirle nada a nadie (ni a sus hijos que eran pequeños y que estaban acostumbrados a las ausencias del padre, que viajaba constantemente), en parte porque pearl estaba convencida de que él volvería antes o después; Y en parte porque creo que pearl es de las que piensan que los problemas, si los ignoras, acaban por desaparecer...

y es que pearl tull es uno de esos personajes por lo que no sabes qué sentir... iba para solterona, pero se casó, se fue de su pueblo, y siguió a su marido, primero sola y luego con sus hijos, en sus distintos destinos laborales, hasta que él la abandonó, y ella decidió ignorar ese hecho y seguir viviendo como si no pasara nada importante... y crió a sus tres hijos sola...

tres hijos de los que anne tyler también nos contará sus vidas, y sus complicadas relaciones, entre ellos y con su madre... y no deja de ser curioso lo que pearl le dice a su hijo en el principio del libro, porque ezra, de alguna manera, sí que lo hizo... con la señora scarlatti, de la que me vas a permitir que te copie lo que dice... porque, aunque es algo que ya sabía, me vino bien, verlo por escrito...




pero la señora scarlatti me dice que no me preocupe, que siempre ha sido así. dice que la vida es un continuo sostenerse contra una u otra cosa que se erosiona y desintegra. empiezo a pensar que tiene razón.

anne tyler (reunión en el restaurante nostalgia)



así que te diré que me encantó esta novela río que cuenta las vidas de toda una familia, una familia incapaz de acabar ni una sola (bueno, una sí) de sus reuniones familiares en el restaurante nostalgia...

y ahora corto y cierro, que me tengo que ir ya... mañana, si me dejan, vuelvo...


sobre los paseos de circunvalación...

lunes y te escribo desde el despacho... y como ya tengo la caja hecha, los bancos revisados, el correo impreso y un par de pedidos tramitados, abro este editor a ver si te cuento algo...

así pues hoy te contaré que me terminé de leer la trilogía de la ocupación de patrick modiano, con la novela los paseos de circunvalación... 




el más grueso de los tres es mi padre, y eso que había sido tan esbelto. murraille se inclina hacia él como para decirle algo en voz baja. marcheret, de pie, en segundo plano, esboza una sonrisa, abombando levemente el torso y con las manos en las solapas de la chaqueta. no se puede especificar ni el color de la ropa ni el del pelo. da la impresión de que marcheret lleva un traje príncipe de gales de corte muy holgado y de que es tirando a rubio. son dignas de mención la mirada vivaz de murraille y la mirada intranquila de mi padre. murraille parece alto y delgado, pero ya se le ha ensanchado la parte inferior de la cara. a mi padre se le nota en todo que es un hombre que se desfonda. salvo en los ojos, casi desorbitados.

patrick modiano (los paseos de circunvalación)



y así empieza modiano esta novela, narrada en primera persona... con una foto... después iremos entendiendo quienes son los personajes que salen en la foto, aunque no lleguemos a entenderles del todo... ni que pretende el narrador al acercarse a su padre sin decirle quien es, ni porque se arriesga tanto frecuentando a esos personajes tan poco recomendables, y menos cuando sabemos lo que pasó antes de que su padre desapareciese...

y es que no ha sido fácil (ninguna de las tres novelas de esta trilógia de la ocupación lo ha sido, si he de ser sincera...) leer esta novela, en la que sientes, incluso al terminar de leerla, que te faltan piezas para entender a los personajes, a los que modiano no llega a situar del todo, sólo quizás mediante el título, que no es poco, pero que te deja como desamparada en un libro que no es del todo fácil de leer, y en el que tienes la sensación de que cuantos más datos te ofrece, menos lo entiendes...

(y aunque sé que no me estoy explicando bien, lo cierto es que ni rebuscándome las palabras con más cuidado, y no con prisas como es el caso, sería capaz de explicarte mejor esa sensación de pérdida y de desconcierto que he sentido al leer esta extraña trilogía... y a eso precisamente me refería ayer cuando te decía que es fácil leer a determinados autores... fácil porque, aunque tienes razón cuando dices que hay que prestar atención, no te piden el esfuerzo o la profesión de fe que requiere seguir leyendo sin entender lo que te están contando, que requieren autores como modiano... porque con fácil no quiero decir simple, ni sencillo... sólo que la sensación es distinta... no sé... hay libros que lees de una manera relajada, casi plácida; y libros que, independientemente de lo que te estén contando, por la forma determinada (y en general desestructurada) de contarte las cosas, no són cómodos leer... a eso me refería ayer...)

y ahora corto y cierro... que veo en la otra ventana que tengo abierta de fondo, que mientras te escribía han entrado varios correos electrónicos...


sobre guardia nativa...

y es sábado y te escribo desde la caja, donde intuyo (no sé porqué) que voy a pasar buena parte de la mañana... y aunque (como mujer precavida que soy, y que dicen que vale por dos...) ya me dejé un par de tareas pendientes, de esas que puedo hacer también desde aquí... en vez de ponerme a reclamar recibos (que es lo que debería estar haciendo), abro este editor, y tecleo...

tecleo y hoy te cuento que después de la reina de corazones, me leí guardia nativa, poemario de natasha trethewey, editado por bartleby...

y es que útlimamente estoy yo muy valiente (en el tema poesía, ya que con las prosas que compro sigo siendo más bien conservadora...), y compro, podría decir que a ciegas, como en este caso, en el que no tenía ni noticias de la autora, ni del poemario, y en el que me fíe (como ya he hecho más de una vez) del criterio de bartleby editores... y no me equivoqué...

pero ya sabes que yo no sé hablar de poesía... sí te diré que es un poemario, poemario (y no un conjunto de poemas sueltos bajo un título...) en el que se mezcla historia con autobiografía... y que ha sido un placer leerlo...

así que como muestra te voy a copiar uno de los poemas que más me gustaron... el que habla de las teorías del tiempo y el espacio...




teorías del tiempo y el espacio



puedes llegar allí desde aquí, aunque

no sea como ir a casa.



cualquier sitio al que vaya será un lugar

que no hayas visitado. haz esto:



coge la misisipi 49 hacia el sur, kilómetro

a kilometro las señales irán marcando



un minuto más en tu vida. síguela

hasta su conclusión natural: callejón sin salida



en la costa, el muelle de gulfport donde

jarcias de pesqueros son puntos de sutura sueltos



contra un cielo que amenaza lluvia. cruza

la playa artificial, 40 kilómetros de arena



volcada en el manglar, el terreno

sepultado del pasado. lleva contigo



lo imprescindible: un romo de recuerdos

con páginas en blanco al azar. en el muelle



en que embarques hacia ship island

alguien te sacará una foto:



la fotografía -quien eras-

te estará esperando a tu vuelta.



natasha trethewey



y ahora voy a copiar y cerrar... que digo yo que ya que estoy aquí, tendré que aprovechar el tiempo...


sobre veinticincos...

hoy es uno de esos días en los que una chica como yo no puede no escribir... pero el veinticinco de noviembre me pilla poco inspirada... y (porque no decirlo?) algo desmoralizada... 

así que sólo aprovecharé para decir que hoy es el día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer (y no lo digo yo, lo dice la onu), así que los juegos de palabras sobre la violencia de género, y eso de que el género es femenino masculino; y todas esas cosas con las que el año pasado se intentó sacar este día de contexto, para retorciendo las palabras, vaciarlas... no son válidos... y los que los usan hacen trampas...

porque llevamos treinta y nueve mujeres asesinadas (sólo) en este país (y sólo) en lo que va de año; y que (precisamente) este día alguien me diga que las palabras también duelen, sinceramente: me ofende...

así pues te diré lo que siempre digo, este año con un añadido: si a esa cifra de mujeres asesinadas, le cambiases el sujeto por otro colectivo, habría una alarma social en este país (y no digamos en el mundo si las cifras fueran mundiales) que no hay, por tratarse de mujeres...

porque imagínate los titulares... imagínate lo que pasaría si en lo que va de año, en este país, hubiesen asesinado a treinta y nueve políticos, treinta y nueve taxistas, treinta y nueve periodistas o treinta y nueve equilibristas... te lo imaginas?...

y este año te voy a decir más: imagínate la alarma social, la apertura de los telediarios o los editoriales de los principales periódicos, si en este país, en lo que va de año, hubiesen sido asesinados treinta y nueve maltratadores... te lo imaginas?... porque te pido por favor que dediques un minuto a imaginártelo en serio antes de seguir leyendo...

y ahora dime si tengo razón o no, cuando te digo que estoy triste y desmoralizada... porque el crimen es muy grande, y no hay reacción proporcional por parte de la sociedad...

y mientras termino de escribir este post, veo en la televisión que han asesinado a otra mujer, degollada por su pareja... así que cambia cada treinta y nueve de este post por un cuarenta...

porque lo más triste, lo que más frío me da, es que nos están matando... y no pasa nada... ni siquiera hay alarma social...


sobre la reina de corazones...

jueves y te escribo desde el despacho... y aprovechando que en los diez minutos que quedan para cerrar no me da tiempo de hacer nada más, he abierto este editor dispuesta a teclear... porque hace demasiados días que no tecleo, y eso no es bueno...

así que tecleo y hoy te cuento que aunque tirando del hilo de mis lecturas, hoy debería hablarte de la fiesta de la insignificancia de milan kundera, no lo voy a hacer (y mira que tengo el post a medio escribir en los borradores desde el lunes... pero me siento absurda escribiendo sobre un libro que no me ha emocionado, así que en borradores se queda...), así que te hablaré del libro que me leí después...

y el libro que me leí después (con el que disfruté como una chiquilla) fue la reina de corazones de wilkie collins...




nosotros éramos tres hombres viejos, tranquilos y solitarios, y ella era una mujer joven, hermosa y llena de vida; y estábamos desesperados porque se nos habían acabado las ideas ingeniosas para entretenerla.

wilkie collins (la reina de corazones)



y así empieza esta historia, en la que griffith (el encantador narrador), owen y morgan (los tres hombres viejos y solitarios) después de recibir la visita de jessie (la mujer joven, hermosa y llena de vida) se encuentras desesperados, buscando el modo de entretenerla para que no se vaya...

y es que jessie, por un testamento y una herencia, tiene que ir a pasar seis semanas con griffith, según dejó escrito su padre, si quería heredar al llegar a la mayoría de edad, y griffith, vive con sus dos hermanos... pero al llegar a término la visita de la joven, el narrador recibe una carta, y tiene que conseguir, con ayuda de sus hermanos que jessie se quede con ellos unos días más (el porqué, no te lo voy a contar...), y la idea que se les ocurre es contarle historias por las noches... así que esta novela, además de una novela es una colección de relatos (como el decámeron o el heptámeron...)

y de esa manera le irán contando historias, como la de una joven que soportó un horrible sitio a su casa para defender una cartera que habían dejado a su cuidado; o la historia de un secreto de familia que el protagonista descubrió casi por casualidad en un cementerio francés después de muchos años; y otra sobre lo premonitorios que son a veces los sueños; lo que puede provocar una vieja maldición mezclada con la locura hereditaria; o la historia de un viajero que salvó la vida de un hombre al que habían dado por muerto, y al que, sin saberlo, se la quitó sin querer; o la del detective que debería dedicarse a otra cosa; o los escrúpulos de un párroco cuando descubre lo que su mujer no le ha contado; y una conspiración en la vida privada y de como una doncella intentó vengarse de su señora; o la historia del gesto leal de un falsificador; y el maravilloso diario de anne rodway...

una maravilla...

y como ya estamos cerrando, voy a cortar y cerrar... a ver si mañana con más tiempo, vuelvo...


sobre muertes y entradas...

martes y te escribo desde el despacho, un pelín más atacada aún que ayer, ya que si bien es cierto que al final se solucionaron los problemas técnicos, lo cierto es que solucionarlos me llevo toda mi jornada laboral (y parte de mi jornada no laboral, también es verdad), así que admito que ayer, después de ocho horas y media trabajando, no hice nada (absolutamente nada) de lo que me había propuesto... a eso súmale que hoy es quince (y facturamos) y mañana dieciséis (y postfacturamos) así que hasta el día diecisiete, ni voy a acabar con el mes de octubre, ni voy a empezar con este noviembre, que además de frío me está trayendo unos agobios, que sinceramente, no me merezco... pero circunstancias mandan, así que asumo que no puedo hacer más de lo que ya hago, respiro hondo y relativizo (verbo que me está ayudando mucho últimamente...)

relativizo, y como miro el reloj y en el rato que queda de aquí al cierre, teniendo en cuenta que tengo que hacer la compra y la comida, no me va a dar tiempo de hacer nada de lo que debería haber hecho ya, abro este editor y me rebusco las palabras una mañana más...

y hoy me rebusco las palabras para contarte que me leí hace unos días muertes y entradas de dylan thomas... porque, como ya te he dicho muchas veces, hay días que una chica como yo necesita poesía... y puesta a leer a un dylan, prefiero al que escribía poesía...

y sí, volvió a reconfortarme con aquello de que la muerte no tendrá señorío (uno de mis talismanes)  

pero como ese poema creo que ya lo he copiado alguna vez por estas playas, me vas a permitir que te copie otro sobre este oficio o arte taciturno (que creo que ya te copié hace años...), porque me parece una maravillosa declaración de intenciones... 




en este oficio o arte taciturno

en este oficio o arte taciturno

que ejerzo en el sosiego de la noche

cuando sólo la luna rabia

y los amantes yacen en el lecho

con todas sus tristezas en los brazos,

me fatigo en la luz melodiosa

no por ambición ni por pan

ni por alarde o comercio de encantos

sobre escenarios de marfil,

sino por el sueño vulgar

del más secreto de sus corazones.



no para el hombre altivo y ajeno

a la rabiosa luna escribo

en estas hojas rociadas de espuma,

ni para los muertos encumbrados

con sus salmos y ruiseñores,

sino para los amantes, que abrazan

las tristezas de los siglos,

que no pagan con elogios ni sueldos

y no tienen en cuenta mi oficio o mi arte.

dylan thomas (muertes y entradas)



y ahora voy a cortar y a cerrar... que me gustaría dejar la caja hecha antes de irme a comprar...


sobre la princesa de los ursinos...

lunes y te escribo desde el despacho... y no me va el webmail, y me estoy volviendo loca... así que antes de ponerme del todo histérica y liarme a golpes con el ordenador de la caja he decidido respirar hondo y abrir este editor a ver si dándole tiempo la cosa se soluciona, y si tecleando, yo me relajo un poco... porque te digo yo que esto de empezar el lunes con problemas técnicos, no es sano...

así pues tecleo, hoy para contarte que me leí la princesa de los ursinos, una parte de las memorias del duque de saint-simon... y es que aunque este libro llevaba tiempo por casa (lo busqué hace tiempo, si no recuerdo mal, por proust... o quizás debería decir que por su abuela...), pero no fue hasta hace un par de semanas, cuando tuve que elegir lectura para un viaje en tren, cuando decidí empezarlo...

y nos cuenta saint-simon que...




felipe V había enviado un embajador extraordinario a turín para firmar su contrato de matrimonio y llevar al príncipe de carignan, el famoso mudo tan inteligente y capaz, un poder para desposarse, en su nombre, con la princesa de saboya.

duque de saint-simon (la princesa de los ursinos)



y así empieza esta parte de las memorias de saint-simon, con el matrimonio de felipe V rey de españa... y como camarera mayor de la reina, nombran a ana de la trémoïlle, princesa de los ursinos, que en palabras del propio autor "era mujer más bien alta que baja, morena, con ojos azules, que expresaban siempre todo lo que quería; con un talle perfecto, bonito pecho y un rostro que, sin ser bello, era encantador; el aire, sumamente noble; algo de majestuoso en todo su porte, y gracias tan naturales y tan continuas en todo, hasta en las cosas más nimias y más indiferentes, que no he conocido nunca a nadie que se pueda comparar con ella, ni en cuanto al físico ni en cuanto a la inteligencia".

y quién la nombra? te estarás preguntando... pues luis XIV de francia, que era abuelo del rey del españa, por consejo de madame de maintenon (su amante) pensando que gracias a ella tendrían controlada la corte de españa, desde francia...

y saint-simon nos cuenta el ascenso y la caída de esta ambiciosa dama, con todos los cotilleos de la época... así que, aunque en ocasiones la profusión de nombres admito que me liaba un poco, y hacía complicado seguir la lectura, la verdad es que ha sido un placer (y una sorpresa) descubrir que en españa hubo una valida francesa de la que, hasta la fecha, no había oído hablar... y que a puntito estuvo, si hacemos caso de los cotilleos de saint-simon, de pasar de princesa a reina...

y ahora voy a cortar y cerrar, que acabo de ver que me han contestado los del servicio técnico, y voy a ver si haciendo lo que me indican en su mail, puedo acceder al webmail...


sobre salida de emergencia...

jueves y te escribo desde el despacho... y aunque por las tardes no suelo escribirte, como esta mañana me ha sido imposible teclear, y me duele demasiado la cabeza como para ponerme a cuadrar bancos (que es lo que me proponía hacer esta tarde) he decidido teclear, a ver si me despejo...

así que hoy te contaré que me leí hace unos días el libro salida de emergenciade ewa lipska, una antología de su poesía que ha sido un placer leer... 

pero como bien sabes yo no sé de poesía, ni hablar (o escribir) de ella (sólo sé refugiarme en ella cuando la vida se complica, o cuando no estoy bien del todo, porque desde hace muchos años (seguramente desde que descubrí las rimas de becquer a mis apenas doce años) la poesía ha sido un lugar (casi físico) en el que descansar... porque si bien los libros en general son un refugio (y me vienen a los labios las palabras de la lessing en su biografía cuando en un momento dado decía: leía, leía, leía. leía para salvar mi vida... y quien lo haya hecho, entenderá perfectamente lo que significa, porque en determinados momentos yo misma me agarro a los libros que leo como si fuesen tablas de salvación que además de ayudarme a respirar mejor, me ayudan a mantener la cordura, y a olvidar, al menos durante el tiempo en el que consigo sumergirme en la lectura completamente, lo que sea que me esté atormentando...), la poesía tiene una manera de reconfortar que no tiene la prosa... quizás porque cuando estás muy descentrada, te pide que te concentres menos... quizás porque cuando tu atención está disponible sólo a retazos, la poesía, estando hecha de retazos, se te acopla mejor... no lo sé, pero lo cierto es que hay días en los que la realidad no admite más que poesía... la pide a gritos, la necesita para desconectar de esa manera lírica en la que sólo la poesía (y algunas prosas muy poéticas) te hacen desconectar... y yo últimamente tengo muchos de esos días, y en uno de esos días, este libro de ewa lipska me ayudó...), te voy a copiar tres poemas...

el primero porque los últimos versos son de esos que me gustaría haber escrito... y además son de esos que te quedas y te repites a ti misma a modo de conjuro, casi sin darte cuenta...




atrévete por fin a dar un paso humano.

no seas póstumo.



atrévete a interesarte vivamente.

no abuses de la muerte.



atrévete por fin

a triunfar sobre

la tumba.



no te condecores

con la cruz.



incluso en un cerrado reloj de arena

se da el desierto.

ewa lipska 



el segundo, prefiero no decirte aquí porque... pero sí te diré que también tiene que ver con los últimos versos...




punto muerto

cuando al amanecer

acabaste en un punto muerto

el tren pitó en el arco iris negro del puente.



hoy sólo te quiero decir

que la lámpara de la mesita de noche de tu habitación

ha ascendido a la categoría de estrella.

ewa lipska



y el tercero porque estoy totalmente de acuerdo...




poesía

querida señora schubert, menos mal que sigue existiendo

un país que está en todas partes y que se llama poesía.

ewa lipska 



y ahora corto y cierro...

sobre la metafísica de los tubos...

miércoles y te escribo desde el despacho, con esa sensación contradictoria, y tan familiar últimamente, de que el tiempo no avanza, y a la vez se me escapa (en nimiedades...), por lo que después de ocho horas y media (más los picos debería redondear a nueve) trabajando, no suelo haber hecho la mitad de las cosas que me proponía hacer... pero circunstancias mandan (que sigo repitiéndome a mí misma a ver si me resigno de una vez) y estas son mis circunstancias ahora mismo...

así pues miércoles, y en un intento de desconectar y mantener la cordura, abro este editor hoy para contarte que me leí hace unos días la novela metafísica de los tubos de amélie nothomb, autora que admito que cuanto más la leo, más me gusta...

y dice la nothomb que...




en el principio no había nada. y esa nada no estaba ni vacía ni era indefinida: se bastaba sola a sí misma. y dios vio que aquello era bueno. por nada del mundo se le habría ocurrido crear algo. la nada era más que suficiente: lo colmaba.

amélie nothomb (metafísica de los tubos)



y así empieza esta maravillosa novela que ha sido un verdadero placer leer, en la que la nothomb nos cuenta algunos detalles de su infancia en japón... y te diré que no puedo evitar sonreír mientras tecleo al recordar fragmentos, como ese momento en el que descubre el chocolate, o cuando cree que el trabajo de su padre tiene que ver con el alcantarillado, o el poder de nombrar las cosas que descubre al comenzar a hablar, o la elección bien sopesada (quitando la de aspiradora) del orden de sus primeras palabras...

una maravilla como te decía, que leí con esa sonrisa cómplice que sólo algunos autores son capaces de provocar...

y antes de cortar y cerrar, te voy a copiar un trocito de esos que inevitablemente me hacen sonreír... para que entiendas un poco porque me encanta cada vez más esta autora...

y es que dice la nothomb que...




uno se cruza a veces con gente que, en voz alta y fuerte, presume de haberse privado de tal o cual delicia durante veinticinco años. también conocemos a fantásticos idiotas que se alaban por el hecho de no haber escuchado jamás música, por no haber abierto nunca un libro o no haber ido nunca al cine. también están los que esperan suscitar admiración a causa de su absoluta castidad. alguna vanidad tienen que sacar de todo eso: es la única alegría que tendrán en la vida.

amélie nothomb (metafísica de los tubos)



corto y cierro...

sobre la mujer de treinta años...

martes (y aunque te dije que vendría el miércoles pasado, la verdad es que la semana pasada no tuve tiempo ni de pensar, ni de abrir este editor, ni de teclear) y te escribo desde el despacho... con la caja y la comida hechas, octubre casi cerrado, las intracomunitarias a medias y una migraña que me está matando... así pues he decidido que aunque sigo sin tener tiempo, y tendría que estar metiendo el albarán que tengo encima de mi mesa, lo mejor será parar, respirar y teclear...

tecleo pues hoy para contarte que me acabé hace unos días el segundo tomo de la comedia humana de balzac, leyéndome la novela que se titula la mujer de treinta años...

y dice balzac que...




en los comienzos del mes de abril de 1813 hubo un domingo cuya mañana prometía uno de esos días hermosos en que los parisienses ven por primera vez en el año sus calles sin barro y su cielo sin nubes. no era aún mediodía cuando un cabriolé de lujo, tirado por dos fogosos caballos, desembocó por la calle de castiglione en la de rivoli, y se detuvo detrás de varios carruajes estacionados ante la verja recientemente abierta en medio de la terraza de los feuillants.

balzac (la mujer de treinta años)



y en ese carruaje va julia, que va a recibir un consejo de su padre, que por desgracia no seguirá... y es que julia está enamorada, y las jovenes enamoradas no suelen escuchar consejos, por buenos que sean, que contradigan sus deseos... así pues julia se casará con quien no debe, y aunque una tía de su marido podría haber sido su salvación, uno de esos inesperados giros del destino, harán que no lo sea, y que a los treinta años julia tome decisiones que quizás no habría tomado de otra manera...

y aunque me ha encantado esta novela, quizás peca de exceso... exceso porque pasan muchas cosas para las pocas páginas que tiene... exceso porque los giros inesperados son tantos que al final una espera que el destino vuelva a girar, a ver por donde tira... excesos porque hay tal vez demasiadas desgracias... no sé... que admito que con lo del barco pirata dejé de intentar creerme la historia, y me limité a disfrutar de los giros que balzac daba y que le llevan a un final, que he de decir que aunque no me lo esperaba (quizás esperaba un par o tres de giros más) me encantó por ser justo...

así que ya tengo el tercer tomo de la comedia humana por casa, aunque como he ojeado el índice y me he dado cuenta de que me he leído varias de las novelas que contiene, ya planeo comprarme el cuarto tomo... por aquello de que hay autores que a una le gusta tener por casa... 

corto y cierro... y te diría que mañana vuelvo, pero visto como están por aquí las cosas, la verdad es que no puedo prometértelo...