martes (y aunque te dije que vendría el miércoles pasado, la verdad es que la semana pasada no tuve tiempo ni de pensar, ni de abrir este editor, ni de teclear) y te escribo desde el despacho... con la caja y la comida hechas, octubre casi cerrado, las intracomunitarias a medias y una migraña que me está matando... así pues he decidido que aunque sigo sin tener tiempo, y tendría que estar metiendo el albarán que tengo encima de mi mesa, lo mejor será parar, respirar y teclear...
tecleo pues hoy para contarte que me acabé hace unos días el segundo tomo de la comedia humana de balzac, leyéndome la novela que se titula la mujer de treinta años...
y dice balzac que...
en los comienzos del mes de abril de 1813 hubo un domingo cuya mañana prometía uno de esos días hermosos en que los parisienses ven por primera vez en el año sus calles sin barro y su cielo sin nubes. no era aún mediodía cuando un cabriolé de lujo, tirado por dos fogosos caballos, desembocó por la calle de castiglione en la de rivoli, y se detuvo detrás de varios carruajes estacionados ante la verja recientemente abierta en medio de la terraza de los feuillants.
balzac (la mujer de treinta años)
y en ese carruaje va julia, que va a recibir un consejo de su padre, que por desgracia no seguirá... y es que julia está enamorada, y las jovenes enamoradas no suelen escuchar consejos, por buenos que sean, que contradigan sus deseos... así pues julia se casará con quien no debe, y aunque una tía de su marido podría haber sido su salvación, uno de esos inesperados giros del destino, harán que no lo sea, y que a los treinta años julia tome decisiones que quizás no habría tomado de otra manera...
y aunque me ha encantado esta novela, quizás peca de exceso... exceso porque pasan muchas cosas para las pocas páginas que tiene... exceso porque los giros inesperados son tantos que al final una espera que el destino vuelva a girar, a ver por donde tira... excesos porque hay tal vez demasiadas desgracias... no sé... que admito que con lo del barco pirata dejé de intentar creerme la historia, y me limité a disfrutar de los giros que balzac daba y que le llevan a un final, que he de decir que aunque no me lo esperaba (quizás esperaba un par o tres de giros más) me encantó por ser justo...
así que ya tengo el tercer tomo de la comedia humana por casa, aunque como he ojeado el índice y me he dado cuenta de que me he leído varias de las novelas que contiene, ya planeo comprarme el cuarto tomo... por aquello de que hay autores que a una le gusta tener por casa...
corto y cierro... y te diría que mañana vuelvo, pero visto como están por aquí las cosas, la verdad es que no puedo prometértelo...
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