"No quería nacer en otoño en un país radiactivo. Pero el médico me sacó a través de un corte realizado con bisturí, y con los pies toqué la tragedia, mientras que con las manos intentaba aferrarme a las entrañas de mi madre."
recuerdos de una infancia en bielorrusia después de chernóbil... recuerdos del colegio, recuerdos de casa, recuerdos de reuniones, de conversaciones escuchadas y entendidas a medias... recuerdos también heredados, la historia de la abuela que no conoció reconstruida a retazos, como en sueños en un pantano imposible, con personajes curiosos y dolorosamente maravillosos... y la mudanza a argentina por culpa de un fantasma... y el presente (maravilloso ese momento mudanza, en la furgoneta con la madre del conductor hablando de rupturas...) y la relación con la madre... y la muerte del padre... que es una preciosidad de libro...
un placer conocer a natalia litvinova...
y ya era fin de año, así que decidí terminar y empezar el año releyendo a dickens... "oliver twist"...
porque hubo unas navidades que nos leímos su "casa desolada" a la vez?... o tal vez porque yo le regalé hace años el "oliver twist?... o porque aquellas navidades justo antes de que lo nuestro empezara, los dos nos estábamos leyendo a dickens sin saberlo (él su "david copperfied" y yo su "historia de dos ciudades")?... podría ser...
el caso es que acabé el año leyendo a dickens, y con él lo empecé (paré a las doce menos cuarto para ir en pijama a casa de mis padres y tomarme las uvas con ellos, aunque a eso de las once me dio un agobio y me eché a llorar, porque yo me quería ir a dormir para no estar despierta a las doce, porque a las doce en punto no me iba a llegar ningún mensaje, y por experiencia sé cuantísimo duele esa ausencia de un mensaje a las doce en punto del día treinta y uno de diciembre... pero sólo de pensar en explicarles a mis padres porqué no iba a ir a tomarme las uvas con ellos, y a brindar con champange y a desearles un feliz año nuevo, me daba más pena aún la pena que iba a darles... así que después del sofoco seguí leyendo a dickens para tranquilizarme, y me lavé la cara y me tomé las uvas, y brindé con champange, y a las doce y diez ya estaba en la cama donde seguí leyendo a dickens hasta que me entró el sueño...)
y el año empezó bien... leyendo a dickens un rato... y cocinando un arroz caldoso, porque vino mi hermana la mediana con mi sobrino nuevo (y mi cuñado) a comer (llevaba sin hacer arroz más de tres años, pero me quedó bien... gracias), y a mi sobrino le gustó tanto el arrocito que ayer cuando vino a comer dijo que quería más arrocito caldosito de ese que hace la tía, así que feliz y encantada...
y mi querida emma gunst publicó un post de año nuevo con cinco poemas (cinco!) de mi libro (lo puedes leer aquí) precioso e increíble (soy una chica gunst!) cumpliéndome un sueño que no me había ni atrevido a soñar (yo!... en el blog de la gran emma gunst!...), así que me pasé el día uno en una nube, gritándole a mi hermana la mediana (que estaba casi tan emocionada como yo) que emma gunst se había leído mi libro y había copiado cinco poemas (cinco!) en su maravilloso blog!...
ayer vuelta a la realidad... el programa nuevo falló con el tema de poner los contadores a cero (al informático se le olvidó indicarme uno de los pasos a seguir, así que aunque las facturas empezaban de cero, los tiquets empezaban donde se quedaron el año pasado... así que un desastre... tuve que llamar al informático por teléfono, se tuvo que conectar para solucionarlo, y eso sólo fue un preludio de lo que me esperaba, porque entre los bancos, la caja, la facturación que dejé medio hecha el día treinta y uno antes de irme a mi casa a leer a dickens, y varios imprevistos, lo que me suele costar la primera media hora del día, se me alargó hasta mitad tarde...
(y comí con mis amigas, y les llevé mi libro, y se lo dediqué, y me lo pasé muy bien, aunque me dijeron que creen que debería beber, ya sabes, alguna que otra cerveza al mediodía, un vinito mientras me preparo la cena... lo que me dejó realmente confusa... será que creen que era más graciosa cuando éramos jóvenes y me emborrachaba cada fin de semana?... cómo explicar que lo que me pasa (lo que soy en realidad) no tiene nada que ver con beber o no, y que beber quizá sería contraproducente, porque podría bajar la guardia, romperse el dique que me contiene en sociedad, y acabar haciendo algo que hago a diario pero que hace ya meses que no me permito en público, que es llorar?... de verdad es malo el hecho de haber dejado de beber alcohol hace dieciséis años?... que sé y admito que soy rara... algún día puede que escriba un post sobre todas las cervezas que me tomé de jovencita, cuando yo en realidad lo que quería era un café, y que si la edad me ha dado algo, es la seguridad de pedir lo que me apetece y no lo se supone que toca en determinado ambiente y a determinada hora... en fin...)
total que sigo leyendo a dickens, que estoy alucinada con lo de estar en el blog de emma gunst, y no, no me he comprado una botella de vino, ni pienso darme a la ginebra por las noches... seguiré leyendo (a dickens o a quien se vaya terciando) que es lo que a mí me funciona para relajarme cuando llego a casa por las noches...
así que para el nuevo año os deseo comprensión, que no os den demasiados consejos ridículos, que seáis y dejéis ser, que bebáis con moderación o que no bebáis si no os acaba de gustar el alcohol, y que todos los libros que leáis sean buenos libros...
Ana, compañera de letras, incansable buscadora, tenemos puntos en común desde hace años. Pero realmente me sorprendí cuando me hablaste de tu libro y, luego al leerlo, quedé desarmada. Esa fue la selección de mi primer lectura. Gracias gracias gracias por confiármelo.
ResponderEliminarquerida emma:
ResponderEliminarqué decirte que no te haya dicho ya?... yo he quedado desarmada con tu post... y con todo... gracias a ti por todo!!...
un abrazo!