viernes, 11 de octubre de 2024

"viento del este, viento del oeste" es uno de los libros que compartía con mi abuela (como "anna karenina" y "noches blancas"), porque no sólo me lo regaló, sino que se empeñó en que me lo leyera... 

le encantaba "viento del este, viento del oeste", ahora, mientras la releo, reconozco no mis escenas favoritas, sino las de ella... cuando él le quita las vendas de los pies, cuando ella se fija en el tamaño de los pies de su cuñada, cuando él llega a casa después de haber perdido a una paciente porque la tradición manda que le tapen la nariz y la boca para que su espíritu no se escape, pero la ahogan...

es curioso lo que recordamos de las lecturas, yo recuerdo esos momentos no tanto por la lectura, como por cuando después comentamos el libro en su cocina... recuerdo como ella hablaba de este libro en concreto... 

cuando lo leí yo era muy jovencita, ni siquiera sabía que pearl s. buck fue la cuarta mujer en ganar el nobel... de hecho, puede que en aquel momento no supiera (o supiera de lejos) que era eso del nobel... pero me lo leí porque mi abuela se empeñó, y la verdad es que mi abuela se empeñaba en pocas cosas... me dijo que el libro me iba a encantar y me encantó... y durante años (no exagero, era una especie de broma interna nuestra) hablamos del libro... de lo bonito que era... de lo bien que escribía pearl s. buck...

años después encontré "la buena tierra", también de ella, y me volvió a fascinar... se lo presté a mi abuela, y aunque le gustó (está muy bien escrito. chati), no era bonito (requisito que se saltaba si yo le aseguraba que estaba bien escrito...)

y muchos más años después, mi abuela estuve un tiempo sin leer, el ingreso en el hospital, el traslado a la residencia, las cataratas... fue perdiendo el hábito... pero cuando la operaron de cataratas, le volvieron las ganas de leer... le llevé varios libros que no conseguían engancharla... tenían que ser bonitos, con la letra grande, bien escritos... no había manera, después de una semana o dos intentando leérselos me los devolvía desencantada... le costaba seguir el hilo, me decía... cuando retomaba la lectura de un día para otro no recordaba de qué le estaban hablando, qué le estaban contando, y tenía que volver a empezar y así no había manera, chati, de engancharse...

lo intentamos con relatos, por aquello de que son más cortos, pero mi abuela era más de novelas que de relatos... y entonces fue cuando se me ocurrió que podía releerse "viento del este, viento del oeste"... era un libro bonito, estaba bien escrito, y ella ya sabía de qué iba... años después de haberlo leído las dos aún me decía, te acuerdas, chati, de cuando le quitó las vendas de los pies?... 

pero mi edición, que era la suya (mi abuela me regalaba sus libros, era así de maravillosa y generosa), era una edición antigua, de tapas duras de cuero verde, preciosa, pero con una letra diminuta... así que busqué y rebusqué, y encontré una edición de bolsillo, de tapas blandas, pero con una maravillosa letra grande y clara...

y mi abuela se releyó "viento del este, viento del oeste", y él volvió a quitarle a ella las vendas de los pies... y aunque no estoy segura, creo que ese fue el último libro que mi abuela se leyó entero... y esa edición, la de bolsillo, de tapas blandas y con una maravillosa letra grande y clara es la que me estoy releyendo yo ahora... y sí, él le ha vuelto a quitar a ella las vendas de los pies, y sí, me estoy acordando mucho de mi abuela...


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