miércoles, 3 de julio de 2024

anoche trasnoché, y estoy que me caigo... terminé de leerme "daniel stein, intérprete", de liudmila ulítskaia... 

la segunda guerra mundial, la gestapo, el ejercito soviético, la posguerra, el estado de israel... judíos católicos, árabes católicos, y árabes musulmanes, y cristianos católicos, y judios convertidos al cristianismo (a los distintos cristianismos) y monjes y monjas que dejan los hábitos, y curas que ofician en hebreo, y ortodoxos griegos y ortodoxos rusos... en fin, de todo...

la figura del protagonista es fascinante... un judío que se hizo pasar por polaco y que fue intérprete primero para los nazis, después para los rusos, que salvó a un montón de gente, que estuvo con los partisanos, que se escondió en un convento de monjas delante justo de la policía que lo buscaba y que se convirtió al catolicismo, se hizo monje, después cura y se fue a israel a predicar allí, y además a ejercer de guía turístico...

y además otras historias, como la de la huérfana que no es huérfana, que nació en el bosque entre los partisanos, la historia de su madre, la del matrimonio que escapó del gueto y que acabó en estados unidos, la de la alemana que se fue a israel y se quedó a trabajar con daniel, la de la monja que dejó los hábitos, la del estudioso... una maravilla... un montón de historias que vamos leyendo en cartas y en diarios, en recortes de prensa, en charlas... gente que va cambiando con los años, algunos se vuelven más sabios y comprensivos, otros se vuelven más intransigentes... 

un tema que me fascinó es el de las delaciones... delaciones durante la guerra, claro... pero delaciones también durante los años ochenta de gente a la que ofende lo que otras personas hacen y que sienten el deber y la obligación de denunciarlos a los órganos competentes, aunque lo que hacen los demás, en realidad no les afecta directamente... 

pero también hay mucha comprensión y mucha empatía... 

por ejemplo en las palabras que le dice ester a ewa (dos de mis personajes favoritos) en una carta:

"Permítete un poco de paz, Ewa. Haz lo que consideres posible y necesario hacer, y lo que no consigas, no lo hagas. Permítetelo."

palabras que ahora mismo me ha venido bien leer...

que me ha encantado... sobre todo las cartas de la propia ulítskaia al final de cada parte...

una maravilla...





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