lunes, 1 de julio de 2024

y terminé de leer "tomates verdes fritos en el café de whistle stop", de fannie flagg, y solo puedo decir que es una maravilla maravillosa... me lo he pasado tan bien leyendo esta novela, que me he pasado la semana recomendándosela a todo el mundo... sí, incluso a personas que no leen habitualmente les he dicho que se la tienen que leer, porque de verdad que he disfrutado muchísimo...

el semanario de dot weems, el café de whistle stop, la residencia rose terrace en la antigua autopista montgomery, birmingham, alabama... la historia de idgie threadgoode y ruth jamison... y también la historia de sipsey y de onzell y de big george... y la historia de evelyn couch, y de virginia threadgoode, ninny... y luego están también mrs. otis, essie rue, cleo, leona, buddy, smokey, opal, julian, albert, mrs. adcock y su pretendiente, edward, grady kilgore (lo adoro), y la peña del pepinillo en vinagre, jasper y artis, el doctor hadley, el club de pesca wagon wheel, eva, muñón...

una maravilla maravillosa, como decía... eso de ir contando a retazos, mezclando el semanario de dot weems, con los recuerdos que ninny le va contando a evelyn, y el presente y el pasado, mezclando la primera persona con la tercera, los recuerdos con lo que pasó en realidad... que me ha encantado y fascinado, tanto la historia (maravillosa) como la manera de contarla (espectacular)...

eso y que dot (la del semanario) me encanta... y el personaje de ninny es encantador, y evelyn es muy simpática y tierna, y ruth e idgie me encantan... y ese momento encantadora de abejas?... y ese momento muñón?... y lo de la foto que llevaba encina smokey?... y lo del juicio?... y lo del club de pesca?... y lo del baile y la hija del doctor?... y los recuerdos que muñón cuenta?... y ese momento mágico de la iglesia?... ay!... es que me ha encantado mucho!...

 
y después de semejante maravilla, me leí "los rehenes", de taina tervonen (la de "las sepultureras"), que es otra maravilla... podríamos llamarlo autoficción de investigación... taina tervonen investiga, y nos cuenta su investigación... sobre la colonización... sobre el expolio... sobre quién cuenta la historia... sobre un sable y un chiquillo llevados a francia como botín de guerra...

y taina tervonen busca y rebusca en archivos, en museos, el bibliotecas, y se entrevista con gente que puede ayudarla, y contarle historias que le darán las claves para seguir buscando... y una de esas personas es abdourahmane niang, que le dice:

"Lo que estaba tratando de decir es que Dios habría sido monótono si hubiera querido crear un mundo en el que sólo hubiera franceses. Y Dios no es monotonía, Dios es diversidad. Creó a las criaturas humanas en esa diversidad para que vivieran juntas, no separadas unas de otras. Para que aprendieran a conocerse. Lo que es distinto de mí me hace aprender. Lo que es distinto de mí me enseña y me completa. Confrontar mi punto de vista con el del otro me reafirma en el mío o lo cambia. En ambos casos, aprendo. -Hace una pausa al final de cada frase y gesticula con la mano para enfatizar sus palabras-. Cualquier diferencia supone una riqueza -insiste-. De modo que relegar a algunos a la insignificancia no es justo. Negar la inteligencia del otro hasta el punto de degradarlo al rango de insignificante es escandaloso. Eso desemboca en el extremismo, como en el caso de la segregación racial en Estados Unidos, el apartheid en Sudáfrica o Hitler en Europa. El Planeta Tierra nos pertenece a todos, por tanto, debemos vivir en armonía. Es imposible compartir los mismos gustos, pero el otro también tiene derecho a existir. Nadie puede vivir aislado. Y la pandemia se ha encargado de recordárnoslo..."

palabras que viene bien leer en los tiempos que corren... 


y después de dos libros tan maravillosos, decidí no arriesgarme a romper la buena racha y retomé la relectura de los poemas completos de forugh farrojzad, y me releí "muro", que me volvió a encantar...

y en el que encontré un poema para mi antología de pájaros y que no sé si incluir en mis distintos tonos de color negro, que dice:

Conflicto

Cuando aparece la luna en el cielo
la noche, lentamente, se envuelve en su velo
como un ave cansada de volar.
Y se posa sobre el árbol marchito
de mis pensamientos.
   
Sus ramas se estremecen de emoción. 
En sus venas atrofiadas hierve, a fuego lento,
la sangre de una memoria antigua.
Y la vida sigue, como las amapolas del campo,
brotando entre las grietas de las tumbas.
   
Las manos irritadas por la brisa
arrancan del suelo las hojas otoñales.
Ah... algún desconocido aporrea, inclemente,
con los puños mi pecho y su pesado muro.
   
"Abre la puerta, es él."
"Abre la puerta, es él."
Me digo en voz baja. Otra vez el mismo
delirio, opaco, desviado.
   
Debo poner remedio con la amarga
medicina del sueño a la herida del despertar.
Mis párpados aprieto con fuerza desmayada.
Pero mi pecho, ese pesado muro,
algún desconocido lo aporrea, inclemente.
   
"Abre la puerta, es él."
"Abre la puerta, es él."
Ha abandonado aquellas tierras,
ha vagado impaciente por montañas,
ha bailado de día en el fuego del sol.
   
De noche, como una flor sonámbula, 
brotó en el silencio de la luz de la luna.
"Abre la puerta, es él."
En los cielos te ya buscado. "Abre la puerta, es él."
   
En los cielos te ha buscado,
con su paso abatido, desconsolado.
De aromas de jazmines ha vivido.
Sus cansadas alas, en su ardiente intento,
han besado amorosas cada brisa pasajera.
   
"Abre la puerta, es él."
"Abre la puerta, es él."
Una lágrima se posa en mi mirada.
La oscuridad va tiñendo mi tristeza.
   
Pero yo con rabia digo: "Otra vez este delirio".
Y además, así de opaco y desviado.
Debo poner remedio con la amarga
medicina del sueño a la herida del despertar.
   
Aprieto mis párpados extenuados,
pero algún desconocido aporrea 
el pesado muro de mi pecho.
"Abre la puerta, es él."
"Abre la puerta, es él."

y ahora me estoy leyendo "daniel stein, intérprete", de liudmila ulítskaia... y de momento enganchada y fascinada... segunda guerra mundial, gestapo, ejercito soviético, posguerra, israel, judíos católicos, huérfanas abandonadas, la guerra de los seis días, y la escritora cerrando cada parte con una carta a su editora... lo dicho: enganchada y fascinada... 


(y además, me he acordado de que la última vez que leí a la ulítskaia gracias a una cita suya, empecé a escribir una novela que pretendía ser larga... terminé la primera parte (unas cincuenta páginas) pero pasó algo tan inesperado que no sé cómo voy a continuar contando la historia... pero tendré que releer lo escrito a ver si hay por donde seguir, o si queda en relato largo...)



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