lunes, 8 de julio de 2024

y después del libro de la ulítskaia, me leí "thomas y beulah", de rita dove... un precioso poemario, que me encantó, del que me he quedado con un par de poemas para mi pequeña antología de pájaros... 

como éste, que dice:

Recuperación

Él acaba de meter los pies en las chancletas de corderoy 
y salir al porche. Desde el vestíbulo 
con sus mariposas en vidrio, la mandolina en la pared,
ella ve un talón descalzo que sube y baja.
   
Hacía años él había prometido llevarla a Chicago.
Era hermoso entonces, un palomo
cuyo pulso era visible en momentos
de quietud perfecta. En la casa
   
la oscuridad se eleva y zumba como un telar.
Ella se queda de pie junto al sofá, 
obediente entre sus chucherías, 
los secretos como una canción de pájaros en el aire.

una maravilla...


y después de los poemas de la dove, empecé a leerme los "cuentos completos", de elena garro, y me leí "la semana de colores", su primer libro de cuentos... que tiene cuentos como el de la culpa es de los tlaxcaltecas o una extraña historia de amor; el zapaterito de guanajuato, y ese irse para volver en seguida no vaya a ser que la señora necesite algo; el precioso qué hora es...?, con su final inesperado; la semana de colores, que es el primer relato en el que aparecen eva y leli; como en el de el día que fuimos perros, o el de antes de la guerra de troya (tú eres de héctor o de aquiles?), o el del robo de tiztla que es espectacular, o el del duende que es fantástico y desasosegante; y el de nuestras vidas son ríos (que diría manrique); y también los relatos de el anillo que es increíblemente doloroso; el de perfecto luna, y ese final que aunque esperado no deja de ser perfecto; o el del árbol (que se secó) que es increíblemente incómodo y bien escrito, y el de era mercurio...

espectacular... a ver, que yo ya sabía que elena garro escribía bien... sus "recuerdos del porvenir" (un regalo) fueron un auténtico descubrimiento... y sus poemas me dieron las palabras que no tenía el primer verano de mi duelo... pero es que los relatos son increíbles, redondos, perfectos, incómodos, diría que incluso temerarios... que ha sido un placer leerlos... y lo mejor es que tengo más en el libro de sus cuentos completos...


y después de los relatos de elena garro, me leí "la piedra de toque", de edith wharton, una preciosidad de novela, muy wharton, que he descubierto al completar la cronología de mi pequeño palacio, que fue su primera novela... al menos la primera que publicó...

y el tema es simple y a la vez complicado...

""El profesor Joslin, quien, como nuestros lectores bien saben, acomete la tarea de escribir la biografía de la señora Aubyn, nos pide que expongamos que contraerá una deuda impagable con cualquier amigo de la famosa novelista que pueda proporcionarle información acerca del periodo anterior a su llegada a Inglaterra. La señora Aubyn tenía tan pocos amigos íntimos y, en consecuencia, tan pocos corresponsales que, en el supuesto de que existieran cartas, éstas tendrían un valor muy especial. La dirección del profesor Joslin es: 10, Augusta Gardens, Kensington. Asimismo nos ruega que digamos que devolverá con prontitud cualquier documento que se le confíe".
Glennard soltó el Spectator y se volvió hacia la chimenea."

y es que glennard tiene cartas de la señora aubyn... de hecho tiene cartas de amor no correspondido de la señora aubyn... y además, glennard está enamorado de otra mujer, y quiere casarse, pero no tiene dinero para mantener a su mujer... claro que si vendiera las cartas, con ese dinero quizás podría casarse... y las vende... claro... y a partir de ahí no cuento más, que es una maravilla leer a la wharton contándolo...


y después de la wharton (no sé si he dicho ya que he tenido un fin de semana de persona normal (cerramos el sábado, así que he tenido fiesta dos días seguidos...) y además mi padre ha dado positivo al coronavirus (yo aún no me he hecho la prueba pero el trancazo que llevo se parece tanto al coronavirus, que llevo desde el viernes con la mascarilla puesta y no he pisado la calle en todo el fin de semana)), retomé el cuarto tomo de la obra completa de colette, y me leí "en tierra conocida", una colección de ensayos, o de artículos y en ellos, colette me ha hablado de la casa junto al bosque, y de cuanto la echa de menos; del desierto de retz, donde se acaba de caer un bloque del edificio chino; de un paraíso terrenal, de las golondrinas, del lujo de lo inusitado o de pasar un mes de agosto en parís; de las provincias que esconde parís y que ella encuentra; de la amargura que le producen los zoos; de su borgoña pobr;, y de lo que le evoca el fuego del hogar... y claro, también me ha hablado de plantas, de animales, del gatito desaparecido, de como surgen las leyendas privadas, de amigos y conocidos, de placeres inesperados, y de sido...

un placer y un deleite, como siempre, leer a esta maravillosa mujer...


y después del librito de colette, me leí "linden hills", de gloria naylor (todo un descubrimiento)... y es que linden hills es un barrio (o tal vez una idea), en el que dos jóvenes de veinte años que quieren ser poetas, se dedican a realizar pequeños trabajillos para poder comprar regalos de navidad... y hay una boda, y un funeral, y una mujer encerrada en un sótano con su hijo muerto, y una piscina vacía, y un estudioso, y un montón de mujeres sin nombre... es que no quiero decir mucho porque es una locura de libro... me lo leí en una tarde-noche y una mañana, y me lo habría leído del tirón si no estuviera ya mayor y tuviera que dormir mis horas a determinadas horas... porque de verdad que es brillante, engancha, intriga, da miedo y satisfacción, todo a la vez, todo mezclado... que me declaro fan de gloria naylor, porque menudo novelón...


y después del libro de gloria naylor, me acordé de que yo quería leerme a esos señores que ganaron el nobel a los que aún no tengo el placer de conocer, y que hace relativamente poco compré unos cuantos libros de ellos, así que me fui al armario del pasillo, y allí encontré la antología "flora y pomona y otros poemas", de erik axel karlfeldt (que en mi orden descendente era el siguiente señor que me tocaba leer)

y aunque admito que erik axel karlfeldt no se ha convertido en uno de mis poetas favoritos (como me pasó por ejemplo con quasimodo o con el seifert) ni me ha entusiasmado (como me pasó hace poco con el galsworthy), también es verdad que me ha regalado un par de poemas para mi antología de pájaros...

como el de...

No hay nada como la espera

No hay nada como el tiempo de la espera,
semanas de crecida primaveral, el tiempo del florecer,
no hay mayo cuya luz cunda
como la de abril albeante. 
Ven por el camino, cuando la última helada,
el bosque brinda su húmeda frescura
y su hondo susurro además. 
Quiero esparcer el goce del verano
sobre las primeras hierbas que relucen 
en una obscura hondonada de pinos,
y el primer gorjeo de los mirlos.
No hay nada como el tiempo del anhelo,
años de espera, tiempos de noviazgo.
No hay primavera que esparza el fulgor
de un secreto amante.
Apenas se han visto, muy pronto separados,
soñando con cuánta dulce y peligrosa
vida palpita ya en su seno.
Otros busquen fruto dorado,
yo prefiero rezagarme, renunciar,
esperaré en mi jardín, 
mientras florecen las yemas.


y ahora me estoy leyendo la novela "indiana", de george sand (o amantine aurore dupin) y estoy enganchada, emocionada y un poquito preocupada... 




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