miércoles, 22 de mayo de 2024

y terminé de leerme "el periodista deportivo" de richard ford, y me encantó el final... y aunque estuve tentada de entrar en internet, comprarme la siguiente entrega, descargármela en el ebook, y empezar a leerla sin parar siquiera a fumarme un cigarrillo en la cocina (uno de los peligros del ebook es esa inmediatez tan tentadora de poder tener un libro en cuestión de minutos...), pero me conozco lo suficiente para saber que no era buena idea... lo poco gusta y lo mucho cansa (menos en el caso de la tortilla de patatas), y sé que frank bascombe podía llegar a cansarme después de cien o doscientas páginas más... así que mejor dejarlo de momento, leer otras cosas, y dentro de un mes o dos, retomar al richard ford...

(eso y que richard ford no escribió los libros seguidos...)

así que me fui a la cocina a fumarme un cigarrillo, y mientras fregaba los platos (que quizás sólo eran en realidad tazas), me acordé de que yo tenía una antología de mary shelley, de la visor, que compré hace meses, y que llevo días pensando en leer, así que cuando acabé de fregar los platos (o quizás las tazas), la cogí del pasillo y me la llevé al sofá...

y me la leí del tirón (es cortita) y lloré con el poema de visítame en sueños, mi amor (aunque en esta antología la traducción es ligeramente distinta, yo soy muy de la primera traducción que leo... ya me pasó hace unos días con alguno de los poemas de karin boye (el de nada duele como tú)... y sigo leyendo que la muerte no tendrá señorío, cada vez que leo otra traducción del dylan thomas...)


y para cambiar de tono, antes de irme a dormir, me empecé a leer "todos los perros de mi vida" de elizabeth von arnim... porque una autobiografía en base a los perros que una tuvo me parece una idea maravillosa... y porque adoro a elizabeth von arnim... 

y elizabeth von arnim empieza así: 

"Para empezar, me gustaría decir que, aunque los padres, los maridos, los hijos, los amantes y los amigos están muy bien, no son perros. En el transcurso de mi vida he sido todo ello -excepto que en lugar de marido he sido esposa-, y sé de lo que hablo, conozco muy bien los altibajos, esos altibajos diarios, que a veces se dan casi a cada hora en los que son más sensibles, y que parecen acompañar inevitablemente a los amores humanos.
Los perros están libres de esas fluctuaciones. Cuando aman, aman con todas sus fuerzas, sin vacilaciones, hasta su último aliento.
Así es como quiero ser amada.
Por ello, voy a escribir sobre perros."

y la elizabeth von arnim tuvo catorce perros: bijou, bildad, cornelia, ingraban, ingulf, ingo, ivo, prince, coco, pincher (pobre), knobbie, chunkie, woosie y winkie...

y aunque me ha encantado (de verdad que me ha encantado, aunque el aunque suene a que no en realidad) la verdad es que creo que he dejado de querer un poco a la elizabeth von arnim... es algo así como cuando te enteras de que una persona que te cae muy bien ha hecho algo horrible, y además te lo está contando esa misma persona, con lo que no puedes pensar que es un rumor, o incluso una calumnia, y te lo está contando como si no fuera horrible, sino algo normal, incluso noble... y es que lo del pobre pincher me ha dejado un poco traumatizada... no lo de castrarlo, entiendo el absoluto desconocimiento de la elizabeth von arnim sobre las consecuencias que iba a tener... ni lo de que no lo quisiera, porque de sobra sé que eso es como es y una no manda en sus afectos y sus simpatías... pero lo de sacrificarlo a los tres años porque se mudaba, cuando se llevó a los otros dos perros que tenía con ella... lo siento pero no... no lo puedo entender... 

y sí, de todos los perros de la vida de elizabeth von arnim, mi preferido es pincher, pobret meu... 


y ahora me estoy leyendo "la península de las casas vacías" de david uclés... porque me lo regaló hace unos días un amigo de mi padre, y mi padre no para de preguntarme si me lo he leído, porque le quiere decir a su amigo si me ha gustado o no (que si al final no me gusta, no sé qué va a hacer mi padre...)

otro día escribiré un tratado sobre regalar libros a cuasi-desconocidos, porque no se debería hacer, y en caso de no poder evitarlo, la etiqueta que debería requerir hacer algo así... pero ahora tengo que dejar estos tecleos y hacer algo útil...

en cuanto me acabe el libro de david uclés (voy a necesitar tiempo, porque el libro es un tocho) vuelvo...

    

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