jueves, 14 de marzo de 2024

"Nos entregamos, desarmados y rendidos, a la voz de Dickens. Así de simple. Si ello fuera posible, yo propondría dedicar los cincuenta minutos de cada una de mis clases a una meditación absorta y silenciosa, consagrada a la pura admiración de Dickens."
Vladimir Nabokov, Curso de literatura europea

con esta maravillosa (y acertada) cita de nabokov, empieza el libro "pasiones privadas, emociones públicas", libro que reúne varios artículos periodísticos de charles dickens...

amo a dickens, no es un secreto... lo amo incondicionalmente... me da igual lo que me cuente, a mí me encanta leerle... en este libro hemos dado paseos por londres, hemos discutidos algunas leyes, visitado asilos para pobres y para mujeres descarriadas, me ha leído incluso las cartas de algunas descarriadas y me ha contado como les fue en la vida, también me ha hablado de pelmazos, de viajes, de casualidades, de juicios, de desgracias, y de curiosas costumbres que tiene...

en uno de los artículos, en el que dickens me estaba contando que le gustaba pasear por pequeños cementerios que iba encontrando, descubrió a una pareja de jóvenes enamorados... y me cuenta:

"Acudían al lugar para sacudir las alfombras que cubrían el suelo de la nave de la iglesia durante los servicios. Después de limpiarlas las enrollaban entre los dos. Él empezaba por un extremo, ella por el otro, hasta que por fin se encontraban en medio y convertían las dos bobinas en un solo ovillo -qué símbolo tan dulce- sobre el que cada uno daba y recibía un casto beso.

sonreí, porque me acordé de una de mis escenas favoritas de una de mis novelas favoritas de dickens... y es que en "los papeles póstumos del club pickwick" copié hace años (hace quince años):

"No es tarea tan inocente como parece esta de sacudir alfombras, pues si no ofrece gran cosa de particular el sacudirlas, el proceso de doblarlas tiene su intríngulis. Mientras dura el sacudido y se hallan separadas las dos partes por la longitud de una alfombra, la faena constituye el más inocente pasatiempo que puede imaginarse; mas cuando empieza el doblado y a menguar gradualmente la distancia, reduciéndose a la mitad de la longitud de la alfombra, luego a la cuarta parte, a la octava, a la dieciseisava y luego a la treintaidosava, si la extensión de la alfombra es algo considerable, resulta un tanto peligrosa. No sabemos a ciencia cierta cuántas alfombras fueron dobladas en este caso; pero sí nos atrevemos a asegurar que Sam dio a la linda doncella tantos besos como alfombras había."

un placer volver a leer a dickens... un placer recordar antiguas lecturas... y además con dickens, me pasa eso que me pasa por ejemplo con balzac, y es que durante estos días, cuando pasaba algo, cuando algún cliente se ponía estúpido, cuando no me salían las cosas, cuando la contabilidad no me cuadraba, me decía a mí misma... ya, pero yo estoy leyendo a dickens... y eso, me mejoraba el día... ya ves que tontería...



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