sábado 19 de febrero de 2022

anoche terminé de leer el "diario de una viuda" de joyce carol oates (joyce para mí a partir de ahora).

hay pocas autoras a las que me atreva a llamar por su nombre propio... en general uso sus nombres completos, incluso sus apellidos, pero a unas pocas las llamo en mi cabeza por su nombre de pila... a joan, por ejemplo, o a alejandra... a sylvia, quizás a veces, y a karen, por supuesto, y a virginia, claro...

suelen ser autoras a las que llevo muchos, muchos años leyendo... autoras que en general he leído y releído a lo largo de los años... y también son autoras que me han enseñado algo importante... y sobretodo, son autoras que me han ayudado en momentos complicados, como me pasa con joyce ahora...

compartir el duelo de joyce, compararlo con el mío, asentir al leerla, llorar con ella, sentir que ray muriera, sentir que no estoy loca por hacer ciertas cosas, que es normal tener un alijo, que es normal no querer cambiar ciertas cosas, que es normal que a veces, ciertos comentarios, aún sabiendo que se hacen desde el cariño, me sienten como un tiro, y que es normal estar intentando encontrar las palabras para contar una historia (una pena) que ya han sido contadas.

así que el libro me ha encantado y me ha venido bien como terapia...

en un momento dado del libro, joyce dice que "a la viuda le viene bien saber que hay otras viudas en el mundo", yo añado que también viene bien leer sus diarios, memorias, novelas y ensayos...

y también le agradezco a joyce el final del libro: el último capítulo que titula "Manual para viudas" y que dice que:

"De los innumerables deberes mortuorios que tiene la viuda, sólo hay uno realmente importante: en el primer aniversario de la muerte de su marido, la viuda debe pensar: "Me he mantenido viva"."

hoy hace nueve meses que mi amor murió... me mantengo viva... y seguimos, que diría una gran amiga...






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