sigo leyendo "todo cuanto amé" de siri hustvedt... superando el momento bofetada con el que empieza la segunda parte (tuve un dejabú de cuando me leí hace años "agosto es un mes diabólico" de edna o'brien: el mismo frío... la misma sensación de bofetón...)
la novela empieza así: "Ayer encontré las cartas de Violet a Bill. Su dueño las tenía escondidas entre las páginas de uno de sus libros y al abrirlo cayeron al suelo. Hacía años que sabía de su existencia, pero ni él ni ella me habían hablado nunca de su contenido. Lo que sí me dijeron es que a los pocos minutos de leer la quinta y última carta, Bill cambió de opinión con respecto a su matrimonio con Lucille, salió del edificio de Greene Street y se dirigió directamente al apartamento de Violet, en el East Village. Yo, mientras las sostenía en la mano, percibí en ellas ese misterioso peso que tienen las cosas que se han visto hechizadas por historias relatadas y vueltas a relatar una y otra vez. Mi vista ya no es tan buena como antes, por lo que tardé largo rato en leerlas, pero al fin conseguí descifrar hasta la última palabra, y cuando terminé con ellas supe que iba a comenzar a escribir este libro hoy mismo."
y siri hustvedt nos va contando la historia de bill y de violet, y también la historia de lucille... pero sólo esa parte de la historia que como amigo, vecino y confidente puede conocer leo hertzberg, que es el narrador de esta novela... y también nos va contando su historia y la de erica, su mujer...
como después de comprar un cuadro de un artista prácticamente desconocido y conocerlo, sus vidas, sus matrimonios y sus penas se fueron entrelazando... esas cosas que tiene la vida...
ayer copié un trocito de la novela después de leerlo, que dice: "pero lo cierto es que el mundo ya no parecía ser el mundo, y siempre que recuerdo aquella semana, con el funeral, y el cementerio, y las personas que acudieron, todo se me aparece como impregnado de cierta superficialidad, como si mi perspectiva hubiera cambiado y todo cuanto entonces veía hubiese perdido la consistencia que antes poseyera.
Supongo que esa pérdida de relieve es producto de la incredulidad. No basta con saber la verdad."
(y la verdad es que no... no basta con saber la verdad... el mundo no parece ser el mundo, y yo misma me descubro entre aturdida y consternada, ante la evidencia de que las cosas no son como yo creía (como creo) que deberían ser... y no solo por la muerte, por el para siempre, por el nunca que es imposible de asumir todo de una y que vas asumiendo poco a poco y a tu ritmo y como puedes durante meses y meses... es por cómo el resto asume que ya está, que no pasa nada, que no hace falta contarlo, decirlo, gritarlo, ni preocuparse más por algo que pasó hace casi ocho meses y que según parece yo ya tendría que tener más que superado... y que evidentemente, sigo sin superar...)
así que leo... claro... leo la historia inventada de leo y erica, de bill, lucille y violet... asisto a un duelo y hay cosas que entiendo y cosas que me hacen negar con la cabeza... pero sigo leyendo... que de momento, junto con las rutinas, es lo único que mantiene el caos a distancia y que me permite adormecer un poco (lo justo para respirar normalmente) mi pena...
(él me diría que tristeo... y me diría también que no lo haga... no le gustaba cuando yo (como él decía) tristeaba... pero no quedan lugares, espacios ni personas con las que tristear... se supone que un duelo normal y sano dura entre doce y dieciocho meses, pero en la realidad se hace muy largo y superados los dos o tres primeros meses el entorno deja de ser comprensivo... tienes que seguir (como si no siguieras) y animarte (como si no quisieras) y rehacer tu vida (aunque esa parte se me escapa) y ver el lado positivo de la vida (aunque no lo haya), y tengo la sensación de que da igual que sea de verdad o de mentiras... que lo que se espera de mí es que no llore en público, y que responda bien cuando se me pregunta como estoy... así que como el blog es mío, me voy a dejar tristear... porque las cosas hay que sacarlas de alguna manera, y yo ahora mismo no tengo otra...)
(aunque en realidad miento... porque hoy es miércoles y como cada semana desde el mes de mayo del año pasado, hoy vendrá mi hermana la mediana a tomarse un café conmigo en la cafetería de aquí detrás... que es su manera de decirme que me quiere... su manera de decirme que está ahí (no por decir, sino estando literalmente todas las semanas desde mayo)... que sabe que no estoy bien... que sabe que voy a necesitar tiempo... y eso es lo que me da: tiempo... y no sé como agradecérselo...)
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