anoche terminé de leer "el mar, el mar" de iris murdoch... ya era tarde, me quedaban unas veinte páginas, y la verdad es que pensaba leer dos o tres páginas (por aquello del hábito de leer en la cama antes de apagar la luz) y dejarlo para terminarlo hoy, pero no pudo ser... miré el reloj un par de veces, me dije a mí misma que era tarde y que yo ya no soy joven, y que a mi edad una necesita sus ocho horas de sueño, que lo mejor era dejarlo... pero nada... quería saber cómo terminaba...
el problema vino después, claro, cuando una vez acabado me di cuenta que no me podía irme a dormir sin empezar otro... y sin saber que otro empezar... pero es otra historia...
"el mar, el mar" me lo recomendó (o simplemente me lo mencionó con cariño) una amiga hace unos días... es de esos libros que tengo en la lista de los pendientes desde hace años... desde la primera vez que leí a iris murdoch... o puede que incluso antes... pero su extensión me tiraba para atrás... por eso empecé por otros títulos de ella... siempre he pensado que hay que conocer bien a un autor antes de embarcarte en cualquier lectura que supere las quinientas páginas... aunque también he hecho excepciones, claro...
así que después de la recomendación (o de la mención cariñosa) lo pedí por internet, me llegó, y como este principio de mes me estaba embalando, y tenía por delante un fin de semana largo, me pareció perfecto para este fin de semana extraño que nos han regalado las fallas en septiembre...
extraño porque además de que cerramos el viernes por la tarde y el sábado por la mañana (y a mí un fin de semana de dos días y medio, la verdad es que me parece eterno), no se podía salir ni entrar en valencia con normalidad, así que decidimos que este fin de semana no habría chalet, ni comida familiar, ni té frío con una amiga, ni lo que hace que los fines de semana de este verano estén siendo sobrevivibles...
así que un novelón como el de iris murdoch, me ha ayudado a sobrevivir a este fin de semana que me ha recordado que los sábados y los domingos ahora son más largos que antes, y que hay que engañar a la soledad y a la pena como una pueda, y leyendo es la única manera que se me ocurre en este momento, cuando hasta resultaba imposible ir a la cafetería de aquí detrás porque ahí justo habían puesto la zona de fuegos...
y es un novelón, entretenido, intrigante, que me ha hecho sonreír divertida al asistir a la locura del narrador, tan empeñado en recuperar a su primer amor que no es capaz de captar las señales... o mejor debería decir, empeñado en retorcer las señales para que le digan lo que él quiere obviando toda lógica...
con el mar de fondo... con esos destellos de locura mezclados con cordura... y con todos esos personajes que van apareciendo en esa casa al lado del mar, en la que todos se quedan, yo creo que por una mezcla de miedo y de curiosidad...
maravilloso, sobretodo me ha parecido el postscriptum... ese intentar contar el final después del final...
que me ha encantado... así que doy las gracias a la amiga que me lo ha recomendado, porque gracias a iris murdoch ahora sé que puedo sobrevivir a un fin de semana sin salir de casa...
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