lunes 20 de septiembre

fin de semana extraño... estoy leyendo a philip roth... "el mal de portnoy", recomendación de una amiga...

pero no sé si es él, si soy yo, si es que después de las memorias de su ex este hombre no me va a caer bien en la vida, si es que lo que cuenta, de momento, no me importa; o si es que yo este fin de semana he estado más centrada en mi dolor y mis extrañas ceremonias para sobrevivir a los nuevos aniversarios que en otra cosa, y así no hay manera de entrar en una historia...

empecé a leer el viernes, pero apenas leí el viernes... a mediodía no me encontraba bien, estaba muy destemplada después de pasar mala noche, y me quedé dormida en el sofá (con lo mal que me sienta a mí la siesta!...), así que creo que apenas leí diez o doce páginas... el viernes después del trabajo quedé a tomar café con una amiga, y cuando llegué a casa, entre la ducha y lo poco que cené, estuve viendo la tele hasta que me fui a dormir... leí dos o tres páginas más en la cama y ya...

además el viernes era día diecisiete, y empecé mi particular bucle en el que me pasé todo el día repitiéndome que era un lunes, día diecisiete, la última noche que pasé en el hospital... y la última madrugada que pasamos hablando, cuando él se despertaba y me preguntaba que qué hacía en el sofá si de sobra sabía que él quería que estuviera sentada en la cama, y cuando me preguntó si yo podría, en caso de necesidad, pasar allí dos noches seguidas...

el sábado seguía en mi bucle extraño, pensando que era día dieciocho, y que el día dieciocho fue el día que lo durmieron... así que no pude leer en toda la tarde... estuve viendo la tele, me fui a mi librería favorita a recoger un pedido... vagué del salón a la cocina llorando... y aunque intenté leer un rato, no hubo manera... habían dormido a mi amor, y moriría sin remedio antes de las diez de la mañana del día siguiente...

y el domingo hizo cuatro meses que mi amor murió... y no me dió tiempo de ir al hospital por última vez esa mañana, que me levanté pensando que al menos aún respiraba, y que podía bajar a trabajar un rato, hacer un par de cosas e irme al hospital... pero no dio tiempo... murió mientras yo abría e-mails e imprimía los bancos... quizás me estuvo esperando... quizás le decepcioné al final... nunca lo sabré... sólo sé que yo bajé a trabajar en vez de irme al hospital...

así que philip roth y sus problemas con sus padres no consiguieron sacarme de mis extraños rituales... además ayer hubo comida familiar pero con extraños ajenos a la familia... y aunque pensé seriamente quedarme en casa y hacer mi duelo en soledad, por un lado me supo mal dejar a mi hermana la mediana sola con eso de poner y quitar la mesa, poner el lavavajillas, servir los cafés y todas esas cosas; y por otro lado, no tenía yo claro que en mi estado (no dejé de llorar desde que me levanté hasta que salí de casa) fuera bueno pasar el día sola en casa... 

la comida bien, gracias... creo que estuvo bien (no me fijo mucho en las cosas últimamente) y yo aguanté sin llorar estoicamente hasta que llegué a mi casa... el resto es fácil de imaginar... estuve llorando hasta que me fui a dormir, por fin, agotada... 

así que creo que este fin de semana no era el ideal para intentar leer a un autor que no me entusiasma... y además en ebook, que no es lo mismo que en libro de toda la vida... 

después de comer retomaré la lectura, a ver si supero mis fobias, a ver si entro en el libro, y a ver si dejo de pensar que hoy fue la ceremonia y de sentir este tirón en el pecho cada vez que recuerdo ese momento final para el que por mucho que lo intento, no he encontrado las palabras...


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