martes 3 de agosto

hoy no estoy bien... me he despertado llorando y los días que empiezan así (normalmente no lloro hasta que estoy ya en mitad del pasillo, o preparándome el café... incluso ya hay días que no lloro hasta que me miro en el espejo mientras me pongo la crema hidratante, el contorno de ojos o el serum...) suelen ser complicados...

no estoy bien y no puedo hacer nada... me lo noto... hoy no soy útil ni eficiente... sé todo lo que tengo que hacer antes de cerrar el sábado por vacaciones pero no puedo... hay que poner los contestadores, avisar a los clientes, hacer transferencias, sentar facturas, sacar cuentas, hacer cálculos... de pronto no sé cómo he sido capaz de concentrarme estos últimos meses y trabajar casi en automático, porque hoy parece que el automático se ha roto o algo, porque de verdad que no funciono... no funciono, y lo que es peor, no me preocupa... me da igual... no me importa... no puedo, y no sé como he podido y lo único que quiero es irme a casa y llorar hasta acabar rendida... 

respiro hondo, intento tranquilizarme, pero lo cierto es que no estoy nerviosa, solo estoy triste y muy cansada... muy, pero que muy cansada... de hecho, creo que debería estar nerviosa, como otros años por estas fechas, por si olvido algo, por si no hago bien los cálculos, por si no me da tiempo... pero no, como tampoco estoy ilusionada con las vacaciones este año... será que sin ilusión al menos tampoco hay nervios... miro las cuentas del banco, sé (o al menos intuyo) los problemas que habrán a la vuelta después de quince días cerrados por vacaciones... pero nada... no me agobio, no me pongo nerviosa... la verdad desnuda es que me da igual todo en este momento... me duele y eso el único que importa... me duele y el resto ha dejado de preocuparme, al menos de momento...

este egoísmo nuevo debería preocuparme, pero tampoco me preocupa... 

él ha muerto, y después de eso el fin del mundo, la pandemia, la quinta ola o la sexta, los posibles encierros o toques de queda, la crisis que vendrá y cambiará el mundo para siempre me encuentran como espectadora, iba a decir curiosa, pero ni curiosidad siento, porque me parece tan injusto que él no haya podido ver el final de todo esto que me da igual como acabe o como mute o lo que pase...

sí, lo sé, debería preocuparme, pero no hay manera... por suerte me siguen interesando los libros, y los problemas de algunas (que no todas) de las personas que me rodean... me sigue gustando el café con leche, sigo pensando que en algún momento deberé dejar de fumar e intento cenar todas las noches... 


y yo lo que venía era a escribir sobre "la última niebla y la amortajada" de maría luisa bombal, pero lo haré mañana... hoy por no poder, no puedo ni contar lo que me ha parecido el libro...



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