16 de marzo...

y después de leerme "un hogar de soltero", me releí una antología poética de mi querida adrienne rich, a la que hacía tiempo que no leía, y a la que siempre es un placer leer...

y después me leí el último de los regalos de navidad que me quedaba por leer: "ellos" de francine du plessix gray... libro que vio mi madre en una revista y que decidió regalarme...

y me encantó, la verdad... y es que francine du plessix gray nos cuenta las vidas de su madre y de su padrastro... ellos... de como de la revolución rusa, llegaron por separado a parís, donde se conocieron (aunque cuando se conocieron, los dos habían vivido ya bastante... su madre, por ejemplo, había tenido un romance con mayakovski y se había casado con el padre de francine...), y de donde huyeron durante la segunda guerra mundial, primero a la francia libre, después a los estados unidos, donde ambos triunfaron (ella como diseñadora de sombreros, él como editor del vogue...)

y no cuento más, porque sería imposible, y por no desvelar demasiado... pero sí te diré que es de esos libros que mientras me lo leía se lo iba contando a mi madre...

y entonces me llegó "no soy natalia" de natalia sosa, el libro de la suscripción a la editorial torremozas (que sigue siendo la mejor compra del año... es verdaderamente maravilloso eso de recibir un libro sorpresa cada mes...), que es otra maravilla... una de esas voces que la torremozas rescata y que ha sido un placer conocer... porque la poesía de natalia sosa, es de verdad maravillosa...

y tras el libro de la torremozas, me leí "estupor y temblores" de amélie nothomb... porque hacía tiempo que no leía a la nothomb, y la verdad es que me encantan las novelas de esta mujer... son entretenidas, se leen del tirón y las recuerdo sonriendo... además suelen tener un par de momentos de esos en los que te ves retratada (en esta en concreto cuando descubre que su inteligencia no está hecha para los números)

en esta novela, una de sus novelas de autoficción, la nothomb nos habla del tiempo que pasó trabajando para una empresa en japón... un descenso a los infiernos muy particular, al que la nothomb se entrega con curiosa docilidad...

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