sobre relecturas (o los libros que me llevé al archipiélago conmigo...)

miércoles y te escribo desde la caja... y aunque ni he hecho la caja de ayer, ni he terminado de sentar las facturas de enero que empecé a sentar a última hora, la verdad es que me da igual... estoy relajada, y como desde aquí, poquito puedo hacer (puedo abrir el correo electrónico, pero eso ya lo he hecho hace un rato), abro el editor y tecleo...

tecleo y hoy te cuento que mientras me estuve leyendo el primer tomo del archipiélago gulag, me releí tres libros de poesía, para de alguna manera que no te sé explicar, poder seguir leyendo el libro de solzhenitsyn...

y es que la mañana del uno de enero, aunque tenía empezado el archipiélago, seguí mi costumbre (instaurada por casualidad hace ya unos años) de empezar el año con poesía... releyendo poesía, para ser exacta... así que aunque buscaba el ariel de sylvia plath, encontré sus árboles en invierno, y como este poemario de la plath lo he leído mucho menos que su ariel, decidí llevármelo al sofá y empezar el año releyéndolo...

y te diré que aunque en su día me gustó, la verdad es que ha sido con esta relectura con la que he descubierto de verdad este libro... y aunque el ariel sigue siendo el ariel (puede que el libro que más veces he releído en mi vida, junto con el réquiem de la ajmátova), te diré que creo que no tardaré en volver a releer estos árboles en invierno...




árboles en invierno

las húmedas tintas del amanecer se diluyen en su azul.

con su secante de niebla los árboles

semejan un dibujo botánico -

recuerdos que surgen, anillo sobre anillo,

una sucesión de bodas.



sin saber de abortos ni rencores,

más fieles que las mujeres,

se siembran con tan poco esfuerzo!

saboreando los vientos, que no tienen raíces,

inmersos en la historia -



repletos de alas, pura espiritualidad.

así, son ledas.

oh! madre de las hojas y la dulzura

quiénes son estas imágenes de la piedad?

las sombras de las palomas con su salmodia, que nada alivia.

sylvia plath (árboles en invierno)



y después de los árboles en invierno de la plath, seguí con el archipiélago... pero no era fácil permanecer allí... el libro me estaba afectando, así que saqué del armario los poemas y fragmentos de safo, en la edición de la hiperión (que ya sabes que, como de la dickinson, colecciono antologías de safo, así que las distingo entre sí, por las editoriales)... una de esas autoras a las que me encomiendo cuando quiero escribir y no puedo... 




fr. 37 p

(a) quisiera decir algo, mas el pudor me impide.

(b) si tuvieras deseos de bondad y belleza

      y no fuera algo malo lo que tu lengua agita,

      no tendrías pudor entre los ojos,

      y hablarías de ello limpiamente.

safo (poemas y fragmentos)



y seguí con el archipiélago, pero como te decía ayer, empezó a afectarme a la lógica (me di cuenta en un partido de fútbol, cuando empecé a pensar que el señor de seguridad me iba a denunciar por decir tacos), así que volví a tirar mano de la poesía, y me volví a leer tres maneras de estar sola de mascha kaléko...




lo absurdo y el sentido

por más que buscas tú no encuentras un sentido.

desiste, pues así no vas a conseguirlo.

ponte a soñar despierto o silba un nuevo ritmo;

qué fácilmente se halla, en lo absurdo, sentido!

mascha kaléko (tres maneras de estar sola)



tres tesoros, de esos que viene bien tener en las estanterías, para releerlos en caso de necesidad...

que cómo salí del archipiélago?... pues con otro libro de poesía... claro... pero eso, si puedo, te lo cuento ya mañana...

corto y cierro...



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