martes y te escribo desde el despacho, en medio de esta semana trampa, a
la que no sé si sobreviviré; porque los festivos lo que tienen, es que
aunque vienen muy bien, te quitan tiempo... y cuando tienes que cerrar
un trimestre, el tiempo, quieras que no, también viene bien... pero la
experiencia me ha enseñado que el señor que puso las fiestas en el
calendario nunca trabajó, y mucho menos tuvo que cerrar un trimestre,
porque sino no se explica que en tres de los cuatro cierres de
trimestres que tiene el año, una se encuentre con que le faltan días,
precisamente cuando una más los necesita...
y si no mira año nuevo y reyes; la semana santa y san vicente; y ahora
el nou y el doce de octubre... lo que me hace sospechar que además de no
haber trabajado en su vida, y no haber tenido nunca el placer de tener
que cerrar un trimestre, que ese señor que puso los festivos, tuvo en su
día una relación una secretaría, que no acabó precisamente bien...
desvarío, lo sé, pero es que ya es martes, el trimestre estoy lejos de
poder cerrarlo, y los de la gestoría dicen que lo quieren todo el día
ocho (pasado mañana, vamos)... y me habría pasado la mañana intentando
cerrar el trimestre, pero como todas las secretarías de esta ciudad y
alrededores, están igual que yo (intentando cerrar sus trimestres antes
del puente), la mañana se me ha ido en buscar facturas y enviarlas para
que otras puedan hacer lo que yo no he tenido tiempo de empezar a
hacer... un drama... pero confío en que esta tarde, como ayer, la cosa
se relaje, y poder ir haciendo marcha...
martes, y hoy abro el editor para contarte que me estuve leyendo torquemadade víctor hugo... obra de teatro que compré junto a ruy blas y los burgraves... y que me ha encantado... claro...
y es que hugo nos cuenta por un lado la historia de don sancho y doña
rosa, escondidos en un convento desde jovencitos y prometidos en
matrimonio... y los dos son felices con el destino que les espera, hasta
que el rey fernando II (el católico) los descubre y se enamora (aunque
enamorarse, enamorarse, no se enamora... tú ya me entiendes) de doña
rosa y decide tenerla... y por otro lado, la historia de torquemada, y
el porque de sus hogueras... y estas dos historias se cruzarán en dos
ocasiones, una cuando los dos jovenes salven a torquemada de morir... y
otra cuando el destinos de los enamorados, esté en manos del monje... y
hasta aquí puedo leer sin desvelar nada importante...
el final?... es-pec-ta-cu-lar... no te digo más...
de esos que tienes que leerte un par de veces para estar segura de que ha pasado lo que crees que ha pasado...
y antes de cortar y cerrar te dejo un trocito en el que habla doña rosa, porque me parece una preciosidad...
doña rosa. -ah, cuando se vuelve a ver, todo cuanto se quiere decir llega a la vez a los labios, el pasado, el presente, lo que se ha sufrido y querido y pensado, tantas noches sin sueño, dios, su misericordia, los hombres tan malvados...! al fin, el alma desborda, y se dice te amo!, y entonces se ve que se ha dicho todo. cuánto he llorado, amigo! cuando se perdió la esperanza, cuando me vi llegada al fondo de ese convento, cuando vi romperse el hilo de nuestra existencia, y nuestros dos corazones arrancados el uno al otro, y los proyectos del rey vagamente esbozados, horror!, me sentí tierna, invencible, fuerte, altiva y muchas veces he deseado estar muerta.
víctor hugo (torquemada)
una maravilla... y es que cuando no lo es leer al gran víctor hugo?...
y ahora corto y cierro... no para ponerme con el trimestre, no... sino para ver que preparo para comer hoy...
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