jueves y te escribo desde el despacho... y antes de empezar te diré que el dolor de cabeza me está matando...
jueves y ya tengo la caja hecha; el correo abierto, impreso, entregado, y
en algunos casos, hasta contestado; he pasado tres presupuestos; he
tramitado un pedido de internet; y he pasado a mi vez un pedido a un
proveedor... y sólo son las once de la mañana...
jueves y hoy yo venía a contarte que me estuve leyendo la séptima serie
de los testimonios de la ocampo (que van de mil novecientos sesenta y
dos, al sesenta y siete) y que como siempre, ha sido un placer leer a
esta mujer (aunque admitiré que la parte dedicada a t. e. lawrence y a
la adaptación cinematográfica de su vida, con el título de "lawrence de
arabia", al final me cansó un poco... claro que sabiendo como admiraba
la ocampo a t. e. lawrence, también es comprensible que dedicara muchos
artículos a explicar las diferencias entre la realidad y la ficción, ya
que hollywood puede generar errores que es mejor aclarar, por si
acaso... ya que como dice la ocampo, mucha será la gente que verá la
película y poca la que se preocupe en leer el libro... y eso vale, no
solo para este caso concreto; y no puedo evitar estremecerme al pensar
lo que la gente que vio troya y no ha leído, ni leerá la iliada, cree
que sabe de la caída de ilión... por no hablar de la de jovenes que
deben creer que la sirenita y nuestra señora de parís, tienen un final
feliz... en fin... que lo sé, que me he ido del tema, así que dejo estas
divagaciones sobre adaptaciones y vuelvo al tema del post, que son los
testimonios de la ocampo...)
y te diré que de estos testimonios me han gustado especialmente los
artículos en los que la ocampo agradece premios que dice no merecer,
pero que acepta por el simple hecho de ser la primera mujer a la que se
le ha otorgado, sus recuerdos de grandes escritores y grandes hombres y
mujeres a los que tuvo el placer de conocer, y los artículos en los que
comparte lecturas, claro...
(y eso de que querer explicar a shakespeare sería como intentar vaciar
el oceano con un pozalito de esos que usan los niños para jugar en la
playa...)
y antes de cortar y cerrar te voy a copiar un pie de página... y es que
en el artículo "saludo a la revista de occidente" en el que desde sur
saluda la vuelta de esa mítica revista, la ocampo cita a ortega y
gasset, una cita en la que ortega dice "que la política no aspira nunca a
entender las cosas" y junto a la cita hay un asterisco, que nos remite
al pie de página, pie de página que te voy a copiar, con tu permiso,
porque para mí, que nos viene bien en los tiempos que corren...
*aprovecho la oportunidad para afirmar que opino, como ortega, que la política no aspira casi nunca a enterarse de las cosas. el espectáculo de desbarajuste perfecto que ofrece nuestro país (y el mundo en general, en ciertos aspectos) lo prueba con una abrumadora elocuencia. la política se parece a las discusiones: cada cual alega razones contra los opinión del contrincante. poco a poco (y a veces de golpe) se caldea la atmósfera hasta el momento en que toda verdad se altera y desfigura; aparece a través del vidrio de aumento del amor propio personal o nacional, de los intereses personales o partidarios, y en el mejor de los casos, de la pura pasión política. el mosquito se convierte en elefante, o el elefante en mosquito, de acuerdo con las necesidades de "la causa".victoria ocampo (saludo a la revista de occidente. en testimonios. séptima serie)
y yo aprovecho también la oportunidad para afirmar que opino como
ortega, y como victoria ocampo, y que si la política no ha aspirado casi
nunca a entender (o enterarse) de las cosas, en los tiempos que corren,
menos todavía... porque estamos hartos de ver a políticos y a
tertulianos (siempre los mismos repitiendo como loros las mismas cosas)
alegar razones contra la opinión del contrincante sobre temas, que en
realidad a nosotros nos preocupan poco... estamos hartos de ver como (no
en un momento dado, sino por sistema) toda verdad se altera y
desfigura, como los políticos, periodistas y tertulianos, returcen las
palabras, las cifras y las estadísticas para mentirnos con coartadas que
sabemos que son mentiras... porque estamos hartos de ver como
convierten mosquitos en elefantes y elefantes en mosquitos (y aquí el "y
tú mas" alcanza sus cotas más altas porque las financiaciones ilegales y
los eres son más o menos importantes según quien nos los cuente), y de
lo que no se dan cuenta es de que su causa, no es nuestra causa, que nos
da igual quien hizo más o menos y que es más grave o menos... que
estamos hartos de este juego en el que nos sentimos tomados por tontos
casi cada día, en un país en el que incluso el presidente del gobierno
miente en sede parlamentaria y no pasa nada...
quizás los políticos deberían intentar entender (o enterarse) de las
cosas... o al menos saber que nosotros sí entendemos (y sí nos
enteramos) de como es la realidad, de que las estadísticas retorcidas no
significan lo que ellos pretenden que signifiquen (porque como leí el
otro día en el blog de pilar,
abalorios, si un señor tiene un pollo y otro no tiene nada, las
estadísticas nos dicen que cada uno tiene medio pollo, cuando en
realidad: uno come y el otro no...), y que sabemos distinguir los
mosquitos de los elefantes, por muchas lentes de aumento o de
disminución que nos pretendan colar...
en fin... que creo que me he vuelto a ir del tema... que me han
encantado estos testimonios, que ya tengo localizada la octava serie en
una librería de barcelona... y que voy a tener que cortar y cerrar...
que creo que tengo que enviar un mail a un cliente informándole de que
hemos entregado el material que nos pidió en la recepción, para que vaya
y lo reclame...
así que sí... corto y cierro...
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