miércoles y te escribo desde el despacho... con la ilusión de estar
esperando que me traigan algo... y con sueño, y con la caja por hacer, y
con el mes de febrero a falta de sentar una factura para darlo por
terminado, y con todas las facturas que han ido llegando desde que
empezó marzo, que digo yo que a día once, tendré que empezar ya con el
mes de marzo... y con todo el correo que he abierto esperando en la
impresora a que se lo entregue a quien corresponda...
(mis días parecen fotocopiados unos de otros... el martes igual que el
lunes, y el miércoles igual que el martes... hacer la caja, guardar las
facturas y los diferentes listados; abrir el correo, imprimirlo y
entregarlo o borrarlo en caso de que no merezca ser entregado; y meter
los albaranes que vayan entrando, enviar presupuestos, cambiar
direcciones, sentar facturas, pedir informes... y dejarse llevar por el
gris de las rutinas que se fotocopian día tras día, preguntándome en que
momento decidí que era esto lo que quería...)
en fin... miércoles, y para que las rutinas no sean tan grises, para que
haya algo que diferencie unos días de otros, me agarro a la literatura,
y hoy te vuelvo a hablar de la antología siete poetas norteamericanas
actuales (siempre teniendo en cuenta que la antología se publicó a
principios de los años noventa), y aunque lo cierto es que pretendía
leérmela poco a poco (el plan era leer una poet(is)a cada vez,
intercalando otros libros entre una y otra) la verdad es que cuando
acabé de leer el año del pensamiento mágico de
la didion, estuve un rato en el sofá abrazada al libro (literalmente)
sin saber que hacer, ni mucho menos, qué leer... y en el sofá conmigo
estaba esta antología (ya sabes que suelo compartir mi sofá con los
libros que ando leyendo, que me acabo de leer y con los que pretendo
leer en breve) así que pensé que un poco de poesía era un buen antídoto
para la pena que sentía de haber terminado tan pronto de leer un libro
tan precioso...
y me leí los poemas de denise levertov, y al acabar seguí sin saber que
libro coger... así que me leí la siguiente poet(is)a, y después la
siguiente, y la siguiente (intercalando un cigarrillo entra cada una de
ellas) y me acabé esta antología que pretendía leer de otra manera...
pero necesitaba poesía, y cuando una chica como yo necesita poesía, no
puede leer prosa...
así que me vas a permitir que te copie un poema de denise levertov (las
otras cinco poet(is)as que quedan, si puedo te las iré presentando poco a
poco...), el poema tiempo para respirar...
quizás porque eso es precisamente lo que necesito en días como este...
tiempo para respirar, y nada mejor que un poco de poesía para encontrar
ese tiempo y respirar mejor... no?
tiempo para respirar
(adaptado de una prosa poética de
jean-pierre burgart)
anocheceres perdurables, mezclados
uno con otro. océanos meciéndose
tranquilos, dársenas reflejadas y aquellas
calles indescifrables que
se inscriben en el cielo
más allá de la trayectoria de los vendejos.
esa frescura, una
y otra vez; el verano
en los pliegues de tu vestido, tela misteriosa.
y en la perturbadora
y suave elegancia de tu cuello.
la misma sombra veraniega
asomando en tus ojos.
la noche parece acabar de repente
en el horizonte. tal vez nunca
llegue. tal vez,
renovados por el hálito de estos
primeros días de verano,
dejemos de morir.
denise levertov
y ahora voy a cortar y cerrar... que he decidido que como no sé por
donde empezar, voy a empezar yendo a la máquina de café a por un
cortadito y allí, si eso, decido...
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