y ya es viernes (por fin!) y te escribo desde la caja... y no puedo
evitar preguntarme si el jefe es consciente de que en teoría me paga por
ocho horas y media al día y en realidad, aunque paso aquí esas ocho
horas y media (y no miento si digo que soy la única que lo hace);
haciendo lo que se supone que tengo que hacer, no creo que llegue a las
cinco horas al día...
mira, hoy, por ejemplo, son las once y media y yo lo único que he hecho
es abrir el correo, que es lo único que puedo hacer desde aquí...
en fin... viernes y yo hoy venía a hablarte de una antología que compré hace unos días... siete poetas norteamericanas actuales (aunque he de matizar el término actuales indicando que esta antología se editó en el año 1991).
y la primera de las siete poetas (aunque yo prefiero poetisas)
norteamericanas de esta antología es may swenson, a la que no había
tenido el placer el leer hasta ahora, y que tendré que buscar, porque
los poemas que incluye esta antología, me han sabido a poco...
y como ya sabes que no sé hablar de poesía, te copio un poema...
un deseo
de una hora construí una cabaña
y me senté cono un hindú
inmune en el viento del tiempo
de un cabello hice una senda
y caminé y ambos
roca y desierto se volvieron
mi espacio y mi camino
con el dolor por piel
no sentí heridas
un agradable poder maduró
como una nuez y se abrió dentro de mí
allí donde antes hubo ira
se distendió el mundo entero
hacia el mediodía tranquilo
mi rostro en la roca mi nombre
en el árbol mas silvestre
mi carne el brezal
de un clima pacifico
may swenson
corto y cierro... que no sé que pasa esta mañana pero no hay manera de escribir desde la caja...
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