sobre thérèse raquin (o zola después de los rougon-marquat..)

viernes (por fin!) y te escribo desde el despacho... a las once menos cuarto de la mañana y teniendo que confesar que en lo que va de mañana no he hecho nada (útil, que es de lo que se trata) , y también (ya que estoy siendo sincera) que los gastos siguen pendientes... pero al menos, para que veas que ayer algo hice, ya tengo dos de cuatro cuentas del banco cuadradas a treinta y uno de diciembre...

en fin... viernes y sola en el despacho, como estoy, con las cuatro líneas de teléfono interrumpiéndome, voy a intentar contarte que hace unos días me leí thérèse raquin de zola... mi primer zola fuera de la serie de los rougon-marquat... y aunque admito que ha sido raro leer un zola sin conocer a ningún pariente de los protagonistas; admito también que tenía esta novela hace años por casa y que tenía muchas de leérmela, pero mis manías (estando en medio de la serie de los rougon-marquat, quería terminar la serie antes de leer otras cosas de zola), me lo impedían...

así que tras acabar la serie a finales del año pasado, tenía claro que éste iba a ser el siguiente zola que me iba a leer... 




al final de la calle de guénégaud, según se viene de los muelles, está el pasadizo de le pont-neuf, un a modo de estrecho pasillo sombrío que va de la calle mazarine a la calle de seine. tiene este pasadizo, a lo más, treinta pasos de largo por dos de ancho; es su pavimento de baldosas amarillentas, desgastadas, flojas, que rezuman siempre una agria humedad; lo cubre una cristalera cortada en ángulo recto y negra de mugre.

émile zola (thérèse raquin)



y así empieza zola a contarnos esta historia; y en ese pasadizo encontramos a thérèse, joven huérfana, a la que crió su tía, y casada con su primo camille (no diré contra su voluntad, pero la verdad es que tampoco con ella...), que lleva una vida gris y aburrida (falsamente resignada) hasta que su marido se reencuentra con laurent, un amigo de su infancia y lo lleva a su casa... y entonces, pasa lo que pasa... 

y nos cuenta zola que desde el primer momento, aquella relación les pareció a los amantes necesaria, fatal, natural por completo. desde el primer encuentro se tutearon, se besaron sin apuros ni rubores, como si su intimidad fuera ya cosa de muchos años. vivían a gusto en aquella situación nueva, con tranquilidad e impudicia totales...

pero ser amantes no es fácil, y cuando la cosa se les complica deciden matar a camille, para poder estar juntos por fin... 

y hasta aquí puedo leer...

sí te diré que las escenas de las reuniones de los jueves, en las que los raquin reciben a sus amigos en casa me parecen geniales... ese momento en el que la inválida intenta escribir con el dedo sobre la mesa lo que ha descubierto, me pareció espectacular.... y que el final, pese a todo, me pareció simplemente perfecto... no te digo más...

así que sí... ha sido, como siempre, una maravilla volver a zola; y aunque echo de menos a los rougon-marquat (a algunos más que a otros, eso también es verdad), me encanta zola... me cuente lo que me cuente...

y ahora voy a tener que cortar y cerrar... a ver si me pongo con la caja, termino con los bancos y (de hoy no pasa) siento los dichosos gastos...

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