sobre la infancia de liuvers...

martes y te escribo desde la caja... con el correo abierto, impreso y en la impresora esperando que me decida a repartirlo a quien corresponda... y esperando que vengan refuerzos, porque tengo sueño, me duele la cabeza y necesito otro café y algo de comer para tomarme un enantyum a ver si mi cabeza mejora...

martes y yo venía a contarte que me estuve leyendo la infancia de liuvers, novela corta de borís pasternak, que me compré allá por el mes de septiembre, y que esperaba en el armario... y es que me encanta tener algún ruso en el armario... no lo puedo evitar...

zhenia liuvers nació y creció en pern. como en un tiempo sus barquitos y muñecas, así más tarde se hundieron sus recuerdos en las felpudas pieles de oso que abundaban por la casa. su padre estaba a cargo de la mina de luniev y tenía una amplia clientela entre los dueños de las fábricas de chúsov.

borís pasternak (la infancia de liuvers)

y así empieza pasternak a contarnos esta historia... la infancia de zhenia, o tal vez, para ser más precisos, el final de esa infancia... y es que pasternak nos contará como zhenia irá descubriendo cosas, como las sospechas injustificadas, las vergüezas que otros nos pueden achacar sin que nada tengan que ver con nosotros, y sobre todo, que hay cosas que es mejor no decir a nadie...

novela corta, como te decía, que nos cuenta una infancia de viajes y de ausencias desde la mirada de una niña que no entiende todo lo que pasa a su alrededor, pero que quiere entenderlo... quizás para entenderse mejor...

aquella mañana salió de la niñez en la que se encontraba aún por la noche. por primera vez sospechó que había algo que convenía esconder para sí y que si lo revelaba, lo haría tan sólo a personas que sabían gritar y castigar, que fumaban y cerraban las puertas con pestillo. por primera vez (...) ella no dijo todo lo que pensaba, y lo más importante, esencial e inquietante lo guardó para sí.

borís pasternak (la infancia de liuvers)

y es que, ese momento, en el que entiendes que hay cosas que es mejor no decir en voz alta... ese momento en el que decides guardar ciertas cosas para ti... creo que marca un momento importante... no sé si la salida oficial de la niñez, pero seguramente sí el principio del final de esa etapa de nuestras vidas...

y ahora voy a cortar y cerrar que me tengo que ir a desayunar...