martes y te escribo desde el despacho... con la caja por hacer y la
sensación de que no tengo todas las palabras que debería tener para
escribir el post que me gustaría escribir hoy...
y es que (como ya sabes) hace unos días terminé el último tomo de la serie de los rougon-macquart de zola: el doctor pascual...
libro descatalogado, que encontré en ese portal en el que diferentes
librerías de viejo te ofrecen sus tesoros, pero excedía en tanto lo que
yo me suelo gastar en libros (más o menos el doble de mi tope), que
cuando mi madre me preguntó en abril, que qué quería por mi cumpleaños,
le pedí que me regalase este libro de zola...
y no ha sido fácil terminar esta serie que empecé hace mas de quince
años (sin saber que empezaba una serie, todo sea dicho, ya que cuando me
compré la naná de zola,
lejos estaba de saber que pertenecía a una serie de veinte volumenes...
yo solo quería leer a zola porque estaba en esa lista que llevaba
apuntada en la agenda, de autores que creía que debía leer, y que como
ya he dicho en mas de una ocasión no sé de que fuentes bebía
exactamente...)
y leí a zola y fue un flechazo... amor verdadero... amor del bueno...
y después vino la taberna y mi pobre gervaise... y después leí germinal y
acabé de enamorarme ya del todo... y creo que fue entonces cuando
empecé a comprar los libros de los rougon-macquart que fui
encontrando... al principio de manera desordenada, porque iba
encontrando los libros sin buscarlos; y después ya con cierto orden,
porque los tomos que me faltaban por leer estaban descatalogados, y
había que buscarlos...
y te haría un resumen (en estos años he tenido la excentridad de crear
mi propia genealogía de los rougon-macquart a medida que iba leyendo los
libros y descubriendo las relaciones familiares que había entre los
distintos protagonistas... ya sabes: adelaïde fouque tuvo un hijo con rougon: pierre rougon; y dos hijos con macquart: ursula marquart y antoine macquart...), pero el caso es que he encontrado el resumen perfecto escrito por el mismo zola en boca del doctor pascual:
qué masa espantosa removida, cuántas aventuras deliciosas o terribles, cuántas alegrías, cuántos dolores arrojados a paletada, en ese montón colosal de hechos!... en todo esto hay historia pura: el imperio fundado sobre el barro o la sangre, al principio ávido de goces y duramente autoritario, conquistando las ciudades rebeldes, para caer luego en una lenta desorganización, hasta hundirse en la sangre, en un mar tal de sangre, que la nación entera ha estado a punto de ahogarse en ella... hay estudios sociales: el pequeño y el gran comercio, la prostitución, el crimen, la tierra, el dinero, la burguesía, el pueblo, el que se pudre en la cloaca de los arrabales y el que se rebela en los grandes centros industriales; todo ese empuje creciente del socialismo soberano, anunciando el alumbramiento del nuevo siglo... hay simples estudios humanos, páginas íntimas, historias de amor, la lucha de las inteligencias y de los corazones contra la naturaleza injusta, el aplastamiento de los que gritan bajo sus empresas demasiado abrumadoras, el grito también de la bondad que se inmola, triunfante del dolor... hay fantasía, el vuelo de la imaginación fuera de lo real, jardines inmensos florecidos en toda estación, catedrales de finas agujas preciosamente trabajadas, cuentos maravillosos caídos del paraíso, ternuras ideales que vuelven a subir al cielo en un beso... hay de todo, excelente y malo, vulgar y sublime, las flores, el barro, los sollozos, las risas, el torrente mismo de la vida arrastrando incesantemente a la humanidad!
emile zola (el doctor pascual)
el doctor pascual que estudia a su propia familia, que para preocupación y vergüenza de su madre (la malvada felicité de la fortuna de los rougon,
y que a sus ochenta años es mas mala que nunca) guarda notas sobre
todos los miembros que hemos ido conociendo a lo largo de los veinte
tomos que constituyen esta increible serie... notas que felicité quiere
que desaparezcan, porque no es esa la historia de su familia que ella
quiere que se conozca...
y hay amor, y sufrimiento, y pena, y angustía, y miedo a la locura...
esa locura a la que es tan propensa la familia y que el pobre doctor
pascual verá acercarse de lejos...
y lloré (no te imaginas cuanto) aunque no pueda decir los motivos de mi
llanto (por si alguna vez piensas leerte este maravilloso libro)...
lloré de pena, y lloré de rabia, y creo que incluso lloré de añoranza...
y es que no es fácil despedirse de toda una familia, aunque le
agradezco a zola que me diera noticias de algunos de sus miembros cuyos
finales quedaron suspensos, y de los que gracias a esta novela, he
sabido como les fue después de cerrar las páginas de las novelas en las
que los conocí hace años (sé por ejemplo como le fue a etienne después
de irse de aquel pueblo minero, o como le va a mouret en su matrimonio; y
sé también como les va a sus hermanos; y como esta la pobre paulina...)
una maravilla, aunque me de un poco de pena que no me queden
rougon-macquarts por conocer... claro que ahora podré leer los otros
libros de zola que he ido comprando durante todos estos años, y que como
no eran de la serie, dejaba entre los pendientes... y también me quedan
las relecturas... porque hace tantos años que me leí el libro del que
robé el nombre con el que firmo, que quizás ha llegado el momento de
releerlo...
y ahora corto y cierro...
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