miércoles y te escribo desde el despacho... y vista la hora que es te
podrás imaginar la mañanita que he llevado... pero, lo bueno es que la
postfacturación está finiquitada, y además en los turnos me ha tocado al
salir de trabajar (lo bueno es que a mediodía he podido comer
tranquila; pero me pregunto porque a mí los turnos me tocan siempre
fuera del horario laboral, a lo que el jefe responde que porque aquí soy
indispensable, lo que, la verdad es que no sé como tomarme...)
miércoles y la migraña me ha despertado antes de que sonase el
despertador, así que antes de bajar a trabajar me he terminado el libro
que andaba leyendo (y del que si te soy sincera no he terminado de salir
del todo...), y la migraña me sigue martirizando pese a que cada seis
horas me tomo algo para intentar seguir pensando...
miércoles y siguiendo el hilo de mis lecturas (un pretexto para mis tecleos) te contaré que me encantó nobles y rebeldes, el libro que te pedí que me regalaras de jessica mitford (la hermana pequeña de mi querida nancy mitford...)
y dice jessica mitford en el prólogo a la edición original:
mirar atrás no es muy propio de mí, pero, ya que lo había hecho, decidí dejar constancia de lo que vi. supongo que corresponde comentar aquí que habrá sin duda inexactitudes y tergiversaciones, como sucede siempre cuando una se basa por entero en los recuerdos; sin embargo, para un relato como el que sigue no hay otras fuentes que la propia memoria, por poco fiable que pueda ser en ocasiones.
jessica mitford (nobles y rebeldes)
y te diré que me ha encantado conocer la primera parte de la biografía
de jessica mitford (una de las míticas mitford, de las que cuanto más
sé, más alucino...), y constatar que aquello que hacía uno de los
personajes de a la caza del amor (de
su hermana nancy) de ahorrar desde pequeña en una cuenta del banco,
para poder fugarse, era cierto, ya que jessica cuenta en sus memorias,
como ahorró desde pequeña y como al final consiguió fugarse..
y es que como no te va a gustar la vida de una joven aristócrata que es
capaz, no solo de ahorrar, sino de fugarse con su amor, al que hacía una
semana que conocía, para poder irse a españa, en plena guerra civil...
una maravilla, la verdad... y antes de cortar y cerrar me vas a dejar que te copie otra cita...
cogí un taxi hasta nuestra casa en rutland gate sintiéndome muy rara. de pequeñas, mis hermanas y yo habíamos hablado de como sabría una cuándo estaba enamorada. por lo visto la cuestión le preocupaba a más gente, pues en las columnas de los consultorios sentimentales de los periódicos podían leerse a menudo alentadores consejos del estilo: «no te preocupes, querida, reconocerás a tu príncipe azul cuando aparezca». («o a mi duque azul», solía añadir una esperanzada debo.) ahora advertía hasta qué punto era cierto aquel consejo.
jessica mitford (nobles y rebeldes)
así que gracias por la parte que te toca (porque aunque fui yo quien te
pidió que me regalases el libro, cierto es que tú fuiste quien me habló
de él primero...)
y ahora corto y cierro... que he aprovechado para escribir este post
mientras el jefe me buscaba un código que me faltaba del albarán que
estoy metiendo... y como ya tengo el código, digo yo que tendré que
ponerme a ello...
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