miércoles y vuelvo a escribirte desde la caja... la jefa no está muy
flamenca, así que podría ser que hoy pasara aquí más tiempo del que
estoy acostumbrada; pero como circunstancias mandan, y la verdad es que
este mes lo llevo todo bastante al día; me relajo y a falta de nada que
hacer, tecleo una mañana más...
(los piratas cantan promesas en
la radio, lo que me parece una canción más que apropiada, y que de
forma indirecta me recuerda porque tecleo en estas playas casi cada
mañana...)
el caso, es que aquí estoy, así que te contaré que yo sigo buscando y leyendo los testimonios de victoria ocampo... y esta vez ha sido la sexta serie (de 1957-1962), la que he tenido el placer de leer...
y dice la ocampo en el prólogo a esta sexta serie:
al lector
la publicación del sexto tomo de testimonios responde en mí, a un deseo de ordenar papeles. podría ordenarlos metiéndolos a una chimenea encendida, como hice con tantos otros. pero los artículos de esta nueva serie y las conferencias (inéditas) no están solamente en mis cajones: están en diarios, en revistas y en manos de algunos amigos. no es totalmente improbable que se le ocurra a alguien, el día de mi ausencia definitiva, recoger estas páginas dispersas. prefiero adelantarme y publicarlas yo misma, por insuficientes que me parezcan.victoria ocampo (testimonios. sexta serie: 1957-1962)
claro que en realidad es algo más que ordenar papeles lo que la ocampo
hace... y he vuelto a disfrutar de sus artículos, y de sus
conferencias... y ese volver a ciertos temas en cada serie (t. e.
lawrence, proust, shakespeare, las lecturas de la infancia y esa casa de
san isidro donde tantos autores pasaron tiempos distintos...) y ese
tratar temas nuevos...
y en esta serie, la ocampo nos habla de sus cartas con gabriela mistral,
de pasternak, de vita sackville-west, del centenario de la señora
dalloway y las campanadas del big ben, y de lecturas, claro... de sus
lecturas, de su encierro, de recuerdos de amigos muertos en campos de
concentración, y de ese miedo a que determinadas manos toquen papeles
determinados...
y dice la propia ocampo refiriendose a borges, que "cada lector le agradece al escritor el haber expresado lo que él, lector, no acierta a expresar"... así que a mí no me queda otra que agradecerle a victoria ocampo, poner en palabras cosas que yo no sé expresar...
y es que con esta mujer me pasa algo curioso, que no sé expresar, y es
que, encontrar en sus escritos las mismas citas que yo he copiado en
determinados libros, me sigue pareciendo algo increible... aunque ya
lleve seis series de estos maravillosos testimonios...
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