sobre desciende, moisés...

jueves y te escribo desde la caja... y es que ya sé que voy a estar aquí un rato largo, así que visto que no puedo adelantar nada de lo que me espera en mi mesa, decido teclear tranquila, aunque interrumpida una y otra vez... pero es lo que tiene escribir desde la caja, que las interrupciones se multiplican...

jueves y hoy quería hablarte del libro desciende, moisés de william faulkner... y es que buscaba algo de faulkner después de leerme las memorias de garcía márquez, y este título me gustó... además hacía tiempo que no leía a este caballero sureño (creo que desde el ruido y la furia, y ya hará un año o dos de aquella lectura), caballero sureño al que he de admitir que admiro más a medida que lo leo...

porque admito que mis inicios con faulkner no fueron fáciles... quizás porque era muy joven cuando compré y leí aquel mientras agonizo, en el que tanto me costó entrar (no estaba acostumbrada a aquellos cambios de narrador sin previo aviso... y me costó entrar en la historia, pillarle el ritmo y acostumbrarme a tantas voces contándome distintas partes de la misma historia); pero faulkner estaba en aquella lista de autores a los que "tenía" que leer (esa lista que no tengo muy claro de qué fuentes bebía...), y mientras agonizo me pareció una buena manera de empezar...

y es que, aunque faulkner no es un autor al que haya leído mucho, es un autor al que algo he leído en estos años, y quizás me he ido acostumbrando a esas historias a retazos (contadas por faulkner, y por otros autores que he ido conociendo con el tiempo), a ese andar perdida la primera parte de la lectura, para que al final todo cobrase sentido... quizás porque leer te enseña a leer (más allá de lo que aprendimos en el colegio...); quizás porque leer a ciertos autores, leer determinadas obras, te da las llaves para leer otras... 

divago... lo sé, pero he dejado este post a medias y lo he retomado desde el despacho...

isaac mccaslin, el «tío ike», que había pasado de los setenta y andaba más cerca de los ochenta de lo que él ya reconocía, actualmente viudo y tío de medio condado y padre de nadie.

william faulkner (desciende, moisés)

y así empieza faulkner a contarnos la historia de una familia, que nos irá contando mediante relatos, relatos que aunque independientes entre sí, nos van contando la historia de una familia del sur, que tiene una rama de su árbol genealógico blanca, y otra negra... y el tío ike, personaje que aparece en varios de los relatos que componen este libro, que es último descendiente varón descendiente de varones, de la parte, digamos legítima de la familia...

y faulkner nos irá contando (y a veces sólo insinuando), historias que incluyen matrimonios por errores de dormitorios, descendencias que parecen malditas, incestos que provocan suicidios en el río, esclavos que se escapan, y que después son libertados, y herencias que pese a las dificultades son entregadas, y abuelas que piden divorcios, y tesoros escondidos buscados con máquinas demasiado caras para ser compradas sin trampas, y cacerías, claro... muchas cacerías...

y tantas cosas que no caben en este post, como la historia de la mujer que preferirá ser libre a comer, o el indio vendido por su propio padre como esclavo al hombre blanco... 

lo más increible?... el relato de el oso... y es que no me podía creer que un relato tan largo sobre la caza me pudiera enganchar como lo hizo... claro que faulkner habla de caza pero en el fondo habla de otras cosas que nada tienen que ver ni con el perro ni con el oso, ni con los cazadores que acampan juntos... eso y como faulkner consigue que sus cuentos encajen y que formen un conjunto perfecto, que te va aportando datos para que al final lo entiendas todo.

y antes de cortar y cerrar te voy a dejar una cita de lo que dice turl el de tomey, porque me hizo mucha gracia...

voy a decirte algo que debes recordar: siempre que quieras que se haga algo, desde segar una cosecha hasta casarte, sólo tienes que poner a las mujeres a ello. entonces sólo tienes que sentarte y esperar. recuérdalo.

william faulkner (desciende, moisés)

y ahora sí, corto y cierro...