jueves y te escribo desde la caja...
sobrevivimos a la cena para treinta (contra todo pronóstico, sobró
comida, así que ya tenemos la comida de hoy solucionada...), pero tengo
tanto sueño que me estoy planteando tomarme el tercer café de la mañana,
a ver si me hace más efecto que los dos anteriores... porque de verdad
que me muero de sueño...
en fin, jueves y yo venía a contarte que me encantó mi regalo de santo: las cartas de una cazadora de elinore pruitt stewart, seguido de una antología de escritos de otras mujeres de la frontera...
burnt fork, wyoming
8 de julio de 1914
querida señora connie:
tengo en la mano su carta del día 4. lo feliz que me hacen sus cartas; lo feliz que soy también cuando me cuenta cositas. tenía intención de escribirle tan pronto como volviera de green river para hablarle de una muchacha que conocí allí, pero había tanto que hacer que lo fui postergando. le he descrito el desierto tantas veces ya que tengo miedo de aburrirla, así que dejaré esa parte y le diré que llegué a la ciudad bastante tarde. el personal del hotel estaba cenando en el comedor, pues todos los huéspedes habían salido ya. y tan contentos interrumpieron su propia comida para poner la nuestra en la mesa.
elinore pruitt stewart (cartas de una cazadora)
y así es como elinore pruitt stewart da inicio a esta correspondencia
(en cuanto acabe el verano, o puede que antes, tengo que conseguir la
primera parte de esta correspondecia) con la señora connie... y es que
elinore pruitt se va de caza, y ese viaje lo conoceremos por sus
cartas... y le hablará a la señora connie de esa muchacha a la que
conoció en green river, una muchacha que ahorra casi todo su escaso
sueldo para poder vestir "de gala" a su hermana pequeña el cuatro de
julio... y además de esta muchacha, elinore pruitt stewart le hablará de
las personas que se irá encontrando en su viaje, como la viaje y segura
curandera que hace las cosas lo mejor que puede, o la joven que se une a
su expedición y que tras varios días les contará su historia; o la
pobre familia a la que compran más viveres de los que en realidad
necesitan; o la parejita de recién casados con los que comparten parte
del camino; o los dos niños que la señora o'shaunessy acaba adoptando al
final del viaje... y es que, como ella misma dice en la última de sus
cartas: "dondequiera que haya seres humanos hay siempre pequeñas historias"...
una maravilla estas cartas, que la editorial hoja de lata complementa
con los escritos de otras mujeres de la frontera, como calamity jane,
laura ingalls o carry a. nation (la respetable señora de sesenta años
que se dedicaba a reventar cantinas para luchar contra el alcochol y sus
consecuencias...)
que me ha encantado, vamos... así que gracias...
y ahora corto y cierro... que esto empieza a animarse y las interrupciones empiezan a ser molestas...
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