jueves (que de momento, lo único bueno que tiene es que es casi viernes)
y te escribo desde el despacho... con la caja hecha, el correo abierto,
impreso y entregado, vuelto a abrir, vuelto a imprimir y vuelto a
repartir... un albarán que me mira desde la cubeta porque se supone que
debería estar metiéndolo, pero como ves, en vez de eso, he abierto el
editor, y tecleo...
jueves y yo hoy venía a hablarte de los papeles de aspern, novela corta de henry james, que me leí hace unos días y que me encantó...
yo había hecho de la señora prest mi confidente. la verdad es que, sin ella, poco hubiera adelantado, porque la idea que convenía al asunto había brotado, íntegra, de sus labios amigos.
henry james (los papeles de aspern)
y así empieza james a contarnos esta historia... en venecia, donde el
narrador se encuentra para intentar conseguir unos supuestos papeles del
poeta jeffrey aspern, que estarían en poder de una de sus musas (aunque
debería decir amante), una anciana señora que vive con su sobrina (o
quizás sobrina nieta) en un palacio veneciano, sin recibir a nadie... y
entonces la señora prest le da la idea de la que habla el narrador: que
les pida que le alquilen una habitación...
y se la alquilan, claro... pero a un precio exagerado... claro que el
narrador quiere esos papeles a casi cualquier precio, y se presta a
pagar el alquiler, e incluso a arreglar el jardín, todo esperando
conseguir esos papeles, que en realidad no sabemos si existen o no hasta
el final de la historia...
y hasta aquí puedo leer sin desvelar nada importante... sí te diré que
me encantó esta novela corta de henry james, en la que el portagonista
tiene que plantearse hasta donde llegaría por unos papeles que ni
siquiera sabe lo que contienen...
una maravilla...
y ahora corto y cierro, que el albarán me sigue mirando desde la cubeta,
y digo yo que tendré que ponerme con él... aunque no me apetezca
nada...
No hay comentarios:
Publicar un comentario