sobre viernes y un poema de brodsky a anna ajmátova...

viernes (por fin!) y te escribo desde el despacho...


viernes de una semana intensa... ya que entre unas cosas y otras (comidas y cenas con las amigas, además de ir a ver a la abuela a residencia, y a la librería a recoger un encargo) no he parado...


aunque ayer tuve que parar un rato, porque a mediodía me atacó a traición una migraña (mala, malísima) de esas que no avisan, sino que de repente parece que te clavan una aguja de aquellas con las que mi abuela nos hacia bufandas cuando éramos jovencitas en la cabeza, y gritarías pero no gritas... aún así ya sabes como soy, y bajé a trabajar a las cuatro en punto, pese a que no estaba yo muy lúcida, pues entre la migraña que me martirizaba y lo que me había tomado para intentar matarla, te podrás imaginar mis condiciones mentales... así que a las cinco decidí que lo mejor era darme por vencida... no tenía nada urgente que hacer... el material que había entrado ya lo había metido, y tenía al día los cobros y los pagos... así que decidí que lo mejor era rendirme, tomar mas pastillas, y acostarme un rato en silencio y a oscuras (porque los fluorescentes del despacho, la verdad es que me estaban matando...)


me rendí, y aunque tenía que ir a ver a la abuela y luego cena con las amigas, decidí que no se puede tener todo en esta vida, y que en mis condiciones lo mejor era renunciar... y probablemente fue precisamente eso (ese dejar de preocuparme por todo lo que tenía que hacer, además de la dosis extra de enantyum que me tomé, y la tranquilad de estar a oscuras...) lo que hizo que en una horita y media, mi migraña desapareciera, y pudiera volver al despacho a terminar las tareas del día, ir a ver a la abuela y de cena con las amigas (eso sí... toda puesta, que decíamos anoche... porque el coctel que me tomé para asesinar a mi migraña, me dejó algo atontada, pero muy graciosa, oiga...)





hoy? bien, gracias... la migraña sigue sedada y a mí ya se me ha pasado el efecto de las pastillas... ya no estoy lenta, ni atontadilla...





y yo lo que venía a contarte hoy, es que estuve releyendo "no vendrá en diluvio tras nosotros", esa antología de brodsky que tanto me gusta...


y me preguntaste que porque había vuelto a releer a brodsky, precisamente cuando lo hice... y aunque no te sabría decir qué fue exactamente (pequeñas casualidades que se entrelazaron para hacerme volver a buscar esta antología que tiene un título que me encanta...), te diré que brodsky además de por sus poemas, me gusta por lo que dice a veces de la literatura...


y es que brodsky dijo en su discurso de aceptación del nobel de literatura en el año 1987 (que copie de la introducción de la antología), que "el poeta sabe siempre que aquello que comúnmente llamamos la voz de la musa es en realidad un mandato de la lengua, sabe que no es la lengua la que le sirve de instrumento, sino que él es el medio del que la lengua se sirve para prolongar su existencia."


me encanta...


y antes de cortar y cerrar me vas a dejar que te copie un poema que brodsky escribió por el centenario de anna ajmátova... porque fue precisamente por ella por la que llegué a sus poemas...








para el centenario de anna ajmátova



el papel y el fuego, el grano y la muela,

el filo del hacha y la segada cabellera,

dios todo lo conserva, y aún más las palabras

de amor y de piedad, como su propia voz.



en ellas brota el pulso roto, se oye en ellas crujir de huesos,

y en ellas bate el azadón; son un fluir ensordecido,

porque la vida es solo una, y más claras suenan y precisas

en labios mortales que en bruma ultraterrena.



desde la otra orilla, poderosa alma, ante ti me inclino

por dar con ellas; ante ti me inclino y ante tus cenizas

que tu tierra acoge, y yo te agradezco que hayas hallado

en un mundo sordo y mudo el don de la palabra.


joseph brodsky








y ahora sí, corto y cierro...

No hay comentarios:

Publicar un comentario