sobre las cartas de ninón de lenclós al marqués de sévigné...

viernes (por fin!) y te escribo desde el despacho...


viernes y te diré que hoy las cosas andan mas tranquilas... no sé si porque es viernes y eso quieras que no se nota en el ambiente, o porque anoche me tomé un par de valerianas y sigo relajada, o porque el jefe nos ha invitado a nonó y a mí a desayunar en nuestro bar favorito... el caso es que hoy, como te decía, las cosas están mas tranquilas y mirando los papeles de mi mesa y lo que se supone que tengo que hacer hoy, creo que podré con todo, y hasta me sobrará tiempo para adelantar faena, que eso, quieras que no, siempre viene bien...





viernes y yo hoy venía a hablarte de las cartas de ninón de lenclós al marqués de sévigné (el hijo de la mismísima madame de sévigné, que escribió aquellas cartas a su hija que tanto nos gustaron a la abuela de proust y a mí...) que fue otra de mis lecturas vacacionales...


y si tuviera que ser sincera contigo, la verdad es que sería incapaz de decirte que andaba buscando exactamente, cuando encontré esta correspondencia en la web de la casa libro, pero el caso es que me aparecieron estas cartas, que por cierto, están descatalogadas... y como soy como soy, después de preguntarle a san google que todo lo sabe, quien era la tal ninón de lenclós y descubrir que además de contemporánea de dos de mis madames favoritas (la de sévigné y la de la fayette) fue una cortesana del siglo diecisiete que además escribía... pues como te podrás imaginar, no paré hasta que localicé estas cartas en las librerías de viejo que venden por internet libros raros y descatalogados, a muy buen precio, por aquello de que son libros de segunda (o tercera) mano y conseguí estas cartas, en una edición pequeñita y preciosa...


y la verdad sea dicha, empecé este librito uno de los primeros días de vacaciones... pero era tan pequeño, tan fácil de leer, y tan entretenido, que como tenía que hacer un viaje en tren durante las vacaciones (a ver a dalí, los tesoros escondidos del prado, a pisarro y a meliés...) decidí guardarlo para llevármelo conmigo...






yo, marqués, encargarme de vuestra educación? guiaros en la carrera que vais a emprender! es exigir demasiado de la amistad que os profeso. ya sabéis que cuando una mujer que ya no está en su primera juventud parece tomar especial interés por un joven, se dice que quiere lanzarlo al mundo; y no ignoráis la malevolencia con que se emplea esta expresión. no quiero, pues, exponerme a servir para su aplicación. (...) todo lo que puedo hacer en vuestro servicio es serviros de confidente. me haréis partícipe de todas las situaciones en que os encontraréis; en cada caso os expresaré mi criterio y trataré de ayudaros a conocer vuestro propio corazón y el de las mujeres.



ninón de lenclós (cartas al marqués de sévigné)








y así es como empieza ninón de lenclós sus cartas al marqués de sévigné (que dicen que se publicaron en ámsterdam casi cincuenta años después de su muerte, y que no está claro que sean suyas exactamente... ya que están muy ordenadas y tienen tal unidad que no nos hace falta la otra parte de la correspondencia... dicen que probablemente fueron una especie de reescritura, usando partes de su correspondencia, partes de sus obras, y partes de las frases que le atribuyeron otros autores... pero a mí sinceramente me dio igual... porque lo cierto es que me lo pasé genial leyendo las cartas de esta mujer al marqués de sévigné...) que como te decía, me leí prácticamente enteras en los trenes de ida y vuelta...


una ninón que dice que  "lo que hace peligroso al amor" es "la idea sublime que a veces engendra"... y que pregunta que si "el amor es un verdadero capricho, involuntario en el mismo que lo siente. por qué pretendéis que el objeto amado tenga obligación de sentir el menor reconocimiento hacia un sentimiento ciego y contraído sin  su aprobación"...


una ninón que asegura que "al reducir a su justo valor los sentimientos que tan elevado concepto tienen para las mujeres, al iluminarlas acerca del verdadero propósito de los enamorados que parecen ser tan delicados, no hago más que interesar su vanidad para que no se vanaglorien tanto de ser amadas y para que su corazón no crea que toda la felicidad reside en el amor"...


y que dice también que le "indignan los hombres cuando imaginan poder despreciar a mi sexo y castigarnos por nuestras debilidades; no es el colmo de la injusticia y la depravación insultar al dolor que nos causa vuestra volubilidad? acaso no podéis ser inconstantes sin ser injustos?"


que me ha encantado esta mujer, y me han encantado sus cartas al marqués de sévigné...





y ahora corto y cierro... que tengo poco lío, pero algo habrá que ir haciendo...










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