sobre miércoles y una historia aburrida según chejov...

miércoles, te escribo desde el despacho y mi particular cuenta atrás ya está en el tres...


miércoles y hemos desayunado hablando de la crisis, de lo que dura, de las causas de los efectos... de que los que seguimos aguantando no sabemos hasta cuando aguantaremos... de si lo que nos ha traído hasta aquí es la excesiva dependencia que había de las administraciones públicas, de qué parte de culpa tienen en la crisis las fiestas de los pueblos (esas demostraciones de poder adquisitivo que suponía traer artistas de renombre para que tocaran ante un publico reducido y autóctono) y de esa cantidad de millones que les dimos a la banca y que ya se dan por perdidos (por su parte, porque nosotros como contribuyentes seguiremos pagando la deuda que otros adquirieron en nuestro nombre...) y de que ahora (ahora!?) se empiece a hablar de poner un coto a los sueldos millonarios de los altos cargos de las entidades intervenidas...


miércoles y no... no hemos arreglado el país... sólo hemos vuelto a repetir en voz alta una vez más las teorías que tiene cada uno, hemos dado nuestras soluciones de andar por casa, y nos hemos vuelto al trabajo (qué remedio...)





miércoles y cambiando de tema te contaré que el domingo empecé el libro que me regalaron en abril mis hermanas, de las cinco novelas cortas de chejov... y como ya sabes como soy de rara, me leí la primera, y las cuatro que me quedan me las iré leyendo poco a poco durante este mes de agosto...


y la primera de las cinco novelas cortas que contiene el libro de alba editorial, se titula "una historia aburrida" (título equívoco, claro)






vive en rusia un profesor emérito llamado nikolai stepanovich de tal y tal, consejero privado y caballero; tiene tantas condecoraciones, rusas y extranjeras, que, cuando se ve en la tesitura de ponérselas, los estudiantes lo llaman "el iconostasio". todos sus conocidos pertenecen a lo más granado de la aristocracia; al menos en los últimos veinticinco o treinta años no ha habido en rusia un erudito ilustre al que no haya tratado durante algún tiempo.



chejov (una historia aburrida)






y así es como empieza chejov esta historia... y el que habla es el propio protagonista, que aunque lo haga en tercera persona, nos habla de sí mismo... un profesor emérito al que según él, le queda poco tiempo de vida, y que nos cuenta sus rutinas, nos habla de su familia, de su mujer, de su hija, de una huérfana de la que se hizo cargo y de como la enfermedad le va minando...


y es que la enfermedad... el poco tiempo que le queda, hace que la visión que el protagonista tiene de la vida y de su propia familia vaya cambiando... se vaya, podríamos decir, amargando poco a poco, hasta la escena final (que no te contaré claro) cuando en una habitación de hotel se da cuenta de que quizás al fin y al cabo, en general, ha sido afortunado...


que me encantó... claro... y ahora me quedan cuatro novelas cortas mas de uno de mis rusos favoritos para disfrutar en esas vacaciones que casi, casi están aquí, y que tanta falta me van haciendo...





y ahora corto y cierro, porque aunque ya he hecho balances, resúmenes y hasta la encuesta del ine del mes de julio, aunque ya tengo el correo abierto y entregado, aunque la lista de cosas que hacer antes de echar el cierre, la verdad es que está casi, casi terminada... tengo la caja por hacer y el teléfono insiste en interrumpirme cada dos por tres, y así, la verdad es que no hay manera...




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