sobre martes y sueños crepusculares...

martes y aquí sigo, en el despacho vacío, con mi particular cuenta atrás que hoy ya está en el cuatro, intentando, como si de un juego de equilibrismo se tratara, de dejar todo atado (hasta lo poco probable) antes de que nos vayamos de vacaciones...


ayer el día fue productivo (la tarde mas que la mañana), fíjate hasta que punto que dejé hasta preparada la comida de hoy, para no tener que subirme antes de tiempo, y que me cunda mas la mañana... que hay mil cosas que hacer antes de poner el cartel de cerrado por vacaciones, y yo no tengo hecha ni una cuarta parte... claro que sólo estamos a martes... así que respiro hondo y me digo que no hay prisa, que puedo con todo, y aunque puede que sea mentira me miento tan bien que me lo creo, y sigo mezclando mis rutinas de todos los días con las excepcionalidades de estos días prevacacionales...





el caso es que yo venía a contarte que la semana pasada estuve leyendo "sueño crepuscular" de edith wharton (que ya sabes que es desde hace años una de mis debilidades), una novela con la que la wharton me ha vuelto a sorprender, lo admito...


y es que en "sueño crepuscular" la wharton nos cuenta la historia de pauline mandford, cincuentañera (la palabra la he elegido expresamente porque es la que le pega) neoyorquina divorciada y casada en segundas nupcias con un abogado (dexter), que pese a no tener mas oficio que ser de buena familia y pertenecer a la buena sociedad, tiene la agenda mas llena que su marido... y es que pauline parece tener miedo al vacío y al aburrimiento, y no tiene ni media hora para su hija a no ser que su hija (que se llama nona, y es otra de las protagonistas de la novela) haya pedido cita previa... pauline, además de a su marido abogado y de su hija nona, tiene un hijo (jim) de su primer matrimonio, casado con una mujer preciosa (lita) pero que se aburre con facilidad... y visita periódicamente a su primer marido, al que no pudo perdonarle una infidelidad (aunque quizás la causa de su ruptura fuera mas bien la apatía del mismo, incompatible con la manera de entender la vida de pauline, que no es capaz de disfrutar de media hora para ella sola cuando alguna de las citas de su agenda se cancela...)


ah! y la prima amalasuntha (prima por parte de su exmarido) que viene de europa al menos una vez al año, para pedir dinero y puede que colocación para su hijo michelangelo...





a una hora tan temprana de la mañana las cosas tendían a mostrar una coloración cenicienta, y pauline tenía la sensación de que su optimismo no se había visto sometido a una tensión tan dolorosa desde el año en que tuvo que leer a proust, aprender un nuevo paso de baile, estudiar a fondo filosofía oriental y decidir si debía cortarse el pelo a lo garçon o peinárselo de manera que simulara ese estilo. había salido victoriosa de esas penosas experiencias, pero, y si le aguardaban cosas peores?


edith wharton (sueño crepuscular)






y te copio esta cita porque los dramas de pauline me hicieron mucha gracia, y porque esa mención de proust me hizo sonreir (no lo pude evitar), y quizás porque la verdad es que sí... que a la pobre pauline le aguardaban cosas peores, cosas que se van fraguando a su alrededor a lo largo de la novela, que nosotros vemos y que ella, no intuye que se acercan...


el final?... me encantó... porque ese contarnos lo que dicen que ha pasado pero no contarnos del todo lo que pasó en realidad (aunque la wharton sabe que sabemos lo que pasó en esa habitación y qué hizo cada uno de los allí presentes) he de decirte que me encantó... igual que la decisión de nona de buscar un convento pero donde nadie crea en nada...





una maravilla... y ahora corto y cierro... que habrá que seguir con la cuenta atrás y dejando todo donde corresponda...




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