sobre el hielo según anna kavan...

martes, te escribo desde el despacho, y lda se acaba de tragar el post que estaba escribiendo...


(sí... lo sé... culpa mía por escribir "en directo" y darle a publicar sin mirar... pero qué quieres que le haga?... no lo puedo evitar...)





martes y te contaba que ayer, aunque pasé mas tiempo en la caja que en el despacho, al final conseguí llegar hasta mi mesa y en un rato, senté las facturas que me esperaban desde el viernes, hice los asientos manuales que tenía que hacer, y conseguí despejar la mesa de los montones que la asediaban...





te contaba también que la semana pasada estuve leyendo "hielo" (uso comillas porque se me han roto las cursivas) de anna kavan (escritora de la que no había leído nada hasta la semana pasada, y a la que no conocía hasta que san google que todo lo sabe, buscando un par de datos para mi pequeño palacio, me sugirió su nombre diciendo que podría interesarme... así que tomé nota en una de esas notas que llevo en el móvil, para futuras búsquedas...), y hace unos días haciendo el típico pedido veraniego a la casa del libro (una sana costumbre de la que no quiero prescindir pese a la bajada de sueldo), encontré este libro y pedí que me lo trajeran al despacho... porque con estos calores y mis horarios (y que me he jurado a mí misma en plan escarlata o’hara que jamás compraré nada en domingo), admito que lo más práctico es pedir libros por internet y que me los traigan aquí...


"hielo", porque el hielo avanza desde el norte y poco a poco va congelando el planeta... un hielo imparable que sirve de telón de fondo a esta historia, que no me atrevería a calificar "de amor", sino quizás de persecución... de malentendidos... un hielo imparable que desata guerras, y amenazas... de rompe el mundo en lugar de unirlo... y nos hace atravesar paisajes desolados en los que no tenemos claro que es verdad y que es soñado...


una historia en primera persona que se me hizo complicada desde el principio, en parte por el clima y por la irrealidad con la que el hielo lo impregna todo; y en parte porque pese a que la escritora era una mujer, el narrador era un hombre, y eso, quieras que no, confunde...


un narrador que pasa la novela buscando a una mujer que no parece real, y de la que dice que "en una época me había encaprichado y había intentado casarme con ella. aunque parezca una ironía, mi propósito de entonces había sido protegerla de la insensibilidad del mundo que ella parecía fomentar con su timidez y fragilidad."


una mujer con los ojos claros y el pelo tan rubio que parece esa escarcha que poco a poco lo va invadiendo todo... una mujer que no sabemos si quiere que la salven o si lo único que pretende es huir de él... porque sólo contamos con una versión de la historia... una versión de la que a veces sospechamos que nos faltan datos...





y te diré que me esperaba quizás uno de esos finales que al final lo niegan todo... quizás porque en un momento dado el narrador nos dice: "fui consciente de la incertidumbre de lo real, tanto en mi entorno como en mi propio interior. nada de lo que veía poseía solidez, todo estaba hecho de bruma y nylon; y detrás, nada."


hielo... o nada... con esa manera de hacernos dudar de lo que nos acaba de contar, siguiendo con la narración como si nada hubiera pasado... mezclando realidades y ficciones sin ninguna transición, y siempre con ese hielo que avanza desde el norte y que hace que la historia sea mas irreal de lo que ya es en si misma... convirtiendo al hielo en un personaje mas... un personaje implacable...





y aunque admito que al principio me decepcionó que al final no se negase todo (ya sabes que me esperaba un final a lo príncipe negro), la verdad es que con el pasar de los días, ese final abierto, ha ido adquiriendo sentido... así que dejaré pasar el tiempo, y volveré a leer a esta escritora que san google que todo lo sabe dijo que quizás me podría interesar...





y ahora corto y cierro... que vuelvo a estar de jefecilla en funciones y tengo que darle los últimos retoques a un anuncio, y mandarlo por correo antes de las doce...

No hay comentarios:

Publicar un comentario