jueves y ayer el día fue intenso y complicado... pasé la mañana intentando pasarle un pedido a un cliente, pero entre los plazos de entrega y las modificaciones que el cliente me iba haciendo sobre la marcha, hice tres presupuestos distintos, y al final no obtuve respuesta... la tarde la pasé sentando facturas, con llamada al informático incluida (además de una clase de como mentir sin que aparentemente se te note, impartida por mi compañera, que se creerá que además de tonta estoy sorda, porque sino de verdad que hay cosas que escapan a mi entendimiento...), y algo que me confirma que en este despacho me hacen mas tonta de lo que soy en realidad, porque digo yo que si a la primera digo que ya sé lo que tengo que hacer no entiendo porque se me vuelve a explicar lo mismo cuatro veces mas... el caso: que hay explicaciones que llegan con año y medio de retraso y decirme a estas alturas de la partida, como tengo que hacer algo de lo que desde enero del año pasado (por circunstancias ajenas a mi voluntad también en este caso) me vengo encargando... la verdad es que además de antojárseme inútil, la verdad es que me cabrea un poco...
el caso es que yo hoy venía a contarte que la semana pasada estuve leyendo ida elizabeth de sigrid undset (una de esas mujeres que ganaron el nóbel de literatura).
al recorrer la escasa distancia entre la puerta de la clínica y el coche, ida elizabeth tuvo la sensación de que la noche que se extendía en lo alto, por encima de la ciudad, estaba especialmente espesa e impenetrable. la luz amarilla que caía sobre los montones de nieve apilada a lo largo de la calle parecía colarse a través de una densa cubierta de oscuridad.
sigrid undset (ida elizabeth)
y así empieza la undset a contarnos la historia de la pobre ida elizabeth... una mujer trabajadora, casada con un vago, que arrastra consigo un error de juventud, a la que conocemos saliendo de la clínica (con su hijo pequeño) y camino del barco que ha de llevarla de vuelta a su casa...
y sigrid undset nos contará la historia de esta mujer... una de esas que llaman novelas río, en la que la autora nos va contando la vida de esta mujer y las decisiones que se ve casi obligada a ir tomando... y es que como te decía, ida elizabeth cometió una imprudencia siendo muy jovencita, y esa imprudencia la seguirá pagando el resto de su vida... por su manera de ser... por ser quizás demasiado responsable... y aunque en un momento dado conseguirá escapar de su destino, y rebelarse... la verdad es que cada uno es como es, y eso no puede cambiarse...
un libro que me ha hecho suspirar, compadecer a ida elizabeth y a la vez admirarla... un libro con el que he llorado, he sufrido y he sonreido casi sin darme cuenta... una maravilla, vamos... una auténtica maravilla... que me ha recordado porque me gustó tanto esta mujer ya cuando leí su kristin lavransdatter...
y antes de cortar y cerrar me vas a dejar que te copie otra cita... porque sí... porque creo que sigrid undset tiene razón en lo que dice...
la gente dice enormes disparates cuando se dedica a pregonar sus malentendidos y retazos de conocimiento sobre otras personas, a sumar unas cosas a otras y a sacar conclusiones, y están convencidos de saber lo que en realidad solo se imaginan.
sigrid undset (ida elizabeth)
y ahora corto y cierro... que como me estoy poniendo nerviosa, y eso no es bueno, he pensado que en vez de prenderle fuego a todo, es mejor que salga del despacho, me vaya a tomarme un cortado y a fumarme un par de cigarrillos, y así me relajo... que aún queda mucha mañana...
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