sobre martes (que parecen lunes) y lo que la señora gaskell me contó de cranford...

lunes, digo martes, y traumatizada en el despacho...


y es que no es bueno volver a las rutinas después de cuatro días seguidos de fiesta... no es bueno volver a madrugar después de cuatro días levantándote tarde... porque sé que en los tiempos que corren, trabajar es casi un lujo, pero no puedo evitar echar de menos eso de levantarme y en vez de bajar a trabajar, irme al sofá, y leer mientras el café con leche se enfría un poco, y no tener nada útil que hacer...


pero es martes y el único consuelo es que al menos esta semana será mas corta (y el miércoles recuperará una magia que hacía tiempo que no tenía) y la semana que viene tendrá otro festivo... así que no me quejo, que dicen por aquí, que eso no está bien...





y aunque podría contarte que en lo que va de mañana ya tengo los mails al día, y ya he buscado un albarán para mandarlo por fax, y ya he contestado tantas veces al teléfono, que he perdido la cuenta, me vas a permitir que te cuente que la semana pasada (o la anterior, porque con tantas fiestas yo ya no sé en que día estoy) estuve leyendo cranford, una divertidísima novela de la señora gaskell.






cranford, en primer lugar, está en poder de las amazonas; los inquilinos de todas las casas que sobrepasan cierto alquiler son mujeres. cuando un matrimonio viene a establecerse a la ciudad, de una manera u otra el marido desaparece, bien por el miedo cerval que le causa ser el único hombre en las veladas de cranford, bien porque debe permanecer con su regimiento o en su buque, o los negocios que le ocupan le retienen toda la semana en la gran ciudad comercial vecina de drumble, que dista sólo veinte millas por ferrocarril. en suma, que sea lo que sea lo que les ocurra a los caballeros, no viven en cranford.

elizabeth gaskell (cranford)





y así empieza la gaskell a contarnos esta novela que se publicó por entregas... una historia contada en tercera persona parcial, ya que es una señorita de fuera, invitada en casa de una de las señoras, la que nos va contando las distintas historias que suceden en cranford durante sus visitas...


y la gaskell nos lo cuenta todo en tono de confidencia, y con esa sencillez que consigue que entiendas una cosa cuando te está contando otra...


y me reí a carcajadas la noche que las señoras tienen un cumpleaños, y después tienen que volver a casa después de haber estado contándose historias de miedo... me divertí mucho con la historia de la señorita pole, que va cambiando a medida que la cuenta, de cuando creyó que iban a entrarle a robar y escapó de casa en plena noche con la cubertería de plata... por no hablar de lo que me reí con el mayordomo de la señora jamieson la noche que se encerró en la buhardilla y desde allí amenazó a los supuestos ladrones invitándoles a subir...


mi favorita, sin duda es la señorita matty por su dulzura... y la fiel martha, que cuando se pone a llorar y compra los ingredientes del pudin con sus ahorros me llegó al alma...


que me ha encantado, vamos... y creo que he descubierto que tengo un sentido del humor muy de dama victoriana...


y ahora corto y cierro... que ya que he venido a trabajar, digo yo que algo tendré que ir haciendo...





pd. el final es una maravilla... una preciosa maravilla...


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