sobre un miércoles caótico y un poema de sylvia plath...

miércoles y te escribo desde el despacho, en una pausa en medio del caos de esta mañana, que es ahora cuando empieza a relajarse...


y es que en lo que va de mañana, no ha parado de entrar material... y además, los albaranes son de esos albaranes farragosos, de varias páginas cada uno, y con artículos inencontrables...


y eso que ayer salí cansada pero con todo lo que tenía que hacer hecho... terminé la facturación que dejamos a medias antes de irnos de pascuas... senté facturas de marzo, y hasta actualicé los cobros y los pagos... pero la entrada de material ha disipado la tranquilidad de esta mañana de miércoles, y te escribo con la caja por hacer y con un albarán encima de la mesa, que tendré que hacer antes de cerrar para comer...





pero el caso es que yo quería hablarte (una vez más) de los poemas completos de sylvia plath... empecé a releerlos en febrero, y los he ido releyendo poco a poco (año a año, ya que los poemas completos de la plath no están ordenados por poemarios, sino por orden cronológico...) entre un libro y otro...


y te diré que después de tantos años, y de tantas lecturas (leí sus poemas completos hace tiempo cuando salieron editados por la editorial bartleby, y además tengo por casa distintos poemarios y antologías varias, porque la plath es de esas autoras a las que no puedo evitar comprar...) me sorprende que me sigan sorprendiendo sus poemas... me sorprende encontrar todavía poemas en los que no había reparado, y que quizás por circunstancias, te llegan mas ahora que hace años... me soprende, como te decía, que dentro de la familiaridad que encuentro entre sus letras (hace ya muchos años que sus versos me acompañan) me siga sorprendiendo a veces con algunos de sus versos...


ya dediqué hace poco un post a esos versos que tengo enredados en el pelo y en el alma... a esos versos que a veces me suben a los labios casi sin darme cuenta, y que a veces creo que empleo a modo de plegarias paganas sin darme cuenta... así que hoy déjame que te deje aquí uno de los poemas que marqué (doblando una esquina de la página) la última vez (aunque sé que no será la última) que releí sus poemas completos... déjame que te copie aquí la primera parte de su epitafio en tres partes...






balanceándose en el mar lapislázuli

avanza una manada de barcos en botella,

cada uno con un telegrama dirigido a mí.



"destruye tu espejo y evita los infortunios",

pía el primero; "vive en una isla silenciosa

donde el agua borre todas las huellas".



el segundo canta: "no recibas a ningún galán errante

que desee holgar en el puerto hasta el amanecer,

pues tu destino entraña un oscuro agresor".



el tercero grita mientras todos los barcos se hunden:

"siempre hay más de una manera buena de ahogarse".

sylvia plath





y es que llevo días murmurando sin darme cuenta que siempre hay más de una manera buena de ahogarse...





corto y cierro...

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