sobre treinta y unos...

lunes treinta y uno de diciembre y te escribo desde el despacho...


lunes que parece sábado, porque hoy sólo trabajaremos por la mañana, y como esta noche es fin de año, mañana será fiesta... lo que viene a ser como tener dos fines de semana seguidos...


se acaba el año y a mí me pilla sin ganas de nada... sin ganas de hacer balance, sin ganas de salir a celebrarlo (será que me hago mayor, o que esta bronquitis me tiene hecha un trapo, y que sé que es mejor que descanse, para ver si me curo de una vez del todo...) y sin ganas de casi nada... para qué negarlo?...


y es que el dos mil doce ha sido un año extraño... un año de hospitales y de cambios... cambios a los que nos hemos ido acostumbrando, pero que quizás en estas fechas (tan entrañables) se nos han venido encima de nuevo, casi sin que nos dieramos cuenta...


un año en el que he aprendido contabilidad a la fuerza... un año de responsabilidades que no quería, pero que he ido asumiendo día a día... un año (de sobra lo sabes) de miedos y de hospitales... de no dormir pensando en el trabajo... pero también ha sido un año de risas y de sonrisas... un año que me ha enseñado que incluso entresemana puede haber magia... un año en el que escribí el post número mil y uno en estas playas... un año de luces y sombras, en el que a pesar de que a veces parece que pesan mas las sombras, ahora que me paro a pensarlo, admito que ha habido mucha luz para contrarrestarlas...


(y un año lleno de libros... de esos que a veces te salvan... de esos que te sacan de tus grises rutinas para llevarte a lugares maravillosos a conocer personajes inolvidables... un año en el que he vuelto a leer a los antiguos conocidos y que me ha traido también descubrimientos nuevos... un año lleno de libros, como te decía... libros que ayer, repasando la lista de leído este año, me hacían sonreir y suspirar al recordarlos...)


así que me despido del dos mil doce sin pena... esperando que el dos mil trece traiga solo cosas buenas...





y a todos los que paseis por esta playa, desearos una noche mágica (o una noche tranquila, dependiendo del gusto de cada cual) y que el nuevo año que está a punto de empezar os cumpla al menos un sueño...


corto, cierro y feliz año nuevo...