sobre viernes que parecen lunes y un poema de una antología...

ya viernes y en el despacho... viernes que parece lunes de una semana que sólo durará día y medio... viernes después de ir al cementerio a llevar flores, y de recordar (como cada uno de noviembre) las flores que ya no podemos llevar... viernes después de una comida familiar que nos removió a todos recuerdos... recuerdos de los que ya no están, y quizás también recuerdos de lo que con el tiempo hemos ido perdiendo y que recuperamos de a ratos en estas comidas familiares que antes eran tan frecuentes y que ahora ya sólo son de vez en cuando...


y como te decía te escribo desde el despacho... más tranquila porque parte de mis preocupaciones ya se han solucionado... al menos de momento... más tranquila porque cada vez toso menos y respiro mejor... y más tranquila porque pese a que la semana pasada apenas pisé el despacho, y que a esta semana no estoy haciendo mi horario completo (por indicaciones del médico) la verdad es que lo tengo todo al día...





y me vas a dejar que te cuelgue uno de los poemas del tercer tomo (que abarca desde 1940 a  1975) de la antología general de poetisas españolas de la editorial torremozas, que me estuve leyendo hace un par de semanas... uno de tantos, porque (como los dos tomos anteriores) esta antología esconde verdaderos tesoros de voces femeninas de las que apenas conocía a unas pocas, y de las que me gustaría (como con los tomos anteriores) ir colgando poco a poco aquí algunas de las poesías que he copiado en los borradores...


hoy me vas a permitir que copie aquí un poema de clara janés (a la que conocía de oídas, pero a la que no había tenido el placer de leer hasta ahora), que me ha encantado...

la primera palabra
será también la última,
latido, puro esbozo, salutación al cantico;
y será conocida pues niega el transcurrir.
jardín ameno son
luz y forma que nos ceden espacio
y cumplimiento
para posar la voz.
y volverá a llenarse la boca de maleza
y será amor la última palabra.

clara janés (ver el fuego)

y ahora corto y cierro, que el teléfono me reclama (una vez mas)