sobre sesiones dobles...

lunes y en el despacho... sé que es tarde, pero vengo del médico... que por cierto, dice que ya estoy mejor... gracias...


lunes y aunque esta mañana me ha costado un mundo moverme de la cama, y admito que me habría quedado bajo de las mantas, al menos un par de horitas mas... la verdad es que sí que es verdad que estoy mejor... así que mas animada...


y es lunes, pero la verdad es que la mesa del despacho la tengo bastante despejada... el sábado me cundió bastante, así que tecleo tranquila y te cuento que ayer tuve sesión doble de wilder...





no es un secreto que wilder es uno de mis directores favoritos... lo adoro... son suyas muchas de mis películas favoritas... así que quien mejor que él para una sesión doble de domingo de otoño?...


aunque cierto es que la primera peli la vi por casualidad...





estaba yo cambiando de canal (cosa extraña, ya que los domingos no suelo encender la tele hasta la hora de comer) y justo en ese momento empezaba en la paramount, la peli de sabrina... esa en la que audrey es sabrina (la hija del chofer), y está enamorada de david larrabee (que no es otro que william holden)...


y sabrina mira los bailes y los tonteos de su amor desde un árbol, hasta que su padre decide mandarla a parís a estudiar cocina, y de paso a ver si olvida al guapo y algo alocado rico heredero (que por cierto, ni la mira); claro que en parís, sabrina, además de aprender a hacer souffles, se hace mayor y mas distinguida, y cuando vuelve, william holden se enamora de ella, poniendo en peligro un negocio millonario que depende de un compromiso previamente adquirido... así que linus (su hermano mayor, que no es otro que mi adorado humphrey bogart) decide que lo mejor es (aprovechando un desafortunado incidente con unas copas de champange) seducir a la dulce sabrina... claro que bogart lo que no calcula es lo que una chiquilla que tararea la vie en rose a su lado puede hacerle sentir...


y aunque imagino que el final es de dominio público, hasta aquí puedo leer... sólo te diré que me encanta esta película... que es una de esas que cuando empiezas a verlas, las tienes que acabar de ver... y que el padre de los hermanos larrabee, que se pasa la película fumando a escondidas e intentando sacar una aceituna de un bote, me encanta casi tanto como el final de la película...





y habiendo empezado el día con wilder, era normal acabarlo también con él... así que las tres nominadas a películas de domingo por la noche eran suyas, y al final ganó berlín occidente... esa en la que jean arthur llega al berlín de la postguerra con un comité de congresistas estadounidenses, encargados de velar por la moral de las tropas, que al parecer se ha ido rebajando tras los años de paz... y allí conoce a john lund (al que le lleva una tarta que él vende en el mercado negro a cambio de un colchón...)


el caso es que jean arthur, descubre que es cierto... que las tropas están algo desmadradas y que consiguen ligar a cambio de chocolate y medias de seda, y se entera de que en un cabaret, hay una cantante, que aunque fue adicta al regimen nazi, sigue cantando y bailando, porque dicen las malas lenguas que está protegida por un alto cargo... y entonces jean arthur se lo toma como algo personal, y elije a john lund para que la ayude, sin sospechar que es precisamente él, quien protege a la maravillosa y preciosa cantante, que no es otra que marlene dietrich... y entonces él hace como que la ayuda, pero en realidad intenta seducirla, para que se olvide de la dietrich, y así pasen los días que le quedan en berlín, sin que pase nada...


y te diré que me parece magistral como wilder nos habla del mercado negro en las canciones de cabaret que canta marlene... como nos habla de la dura realidad de ese berlín de la postguerra, mediante esas canciones que hablan del final de las ilusiones...


y no te diré como acaba, claro... lo que sí te diré que yo personalmente prefiero a la cabaretera que a la congresista americana... qué le voy a hacer...





y ahora corto y cierro, que hoy toca cocinar, y quiero dejar terminadas un par de cosas, antes de irme a hacer la compra...


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