sobre las fábulas del deseo...

viernes y en el despacho...


viernes y no tengo la caja por hacer, ni facturas que sentar, ni albaranes que meter, ni talones por enviar, ni e-mails que responder... que lo tengo todo hecho, vamos, y que de momento puedo teclear tranquila, aunque lo cierto es que no tengo mucho que contar...





lo que tengo es un poema guardado en borradores, de un libro titulado las fábulas del deseo y otros poemas de aphra behn (la primera mujer que vivió de lo que escribía, allá por el siglo diecisiete, y que leí ya hace algún tiempo porque virginia woolf la nombra)


leí hace tiempo sus cuentos (de los que recuerdo sobre todo el de oroonoko y aquel de la hermosa casquivana...), y al encontrar casi por casualidad (yo andaba buscando otras cosas) estos poemas, que no sabía ni que existían, pues los tuve que comprar...


y ya sabes como me gustan esos poemas antiguos, que hablan de los mismos sentimientos, pero distinto... que parece que esconden mas de lo que se atreven a deletrear, y que tienen un noséqué que me encanta... así que me vas a permitir que te copie aquí uno de sus poemas...






reflexión: una canción

lamentando el rigor de su destino
    la pobre y perdida
serena a una ribera sola subió,
    y en su orilla sentada,
sus ojos, como si sobrante fuera
      el habla de su boca,
con lágrimas silentes revelaron
    el porqué de su yerro.

pero, ay de mí! tan débiles eran,
    que en su hinchada pena
ni suspiros ni lágrimas concebían.
      hablar o morir debe,
pero así finalmente se quejaba:
    es esta la fe -dijo-
que vos me concedeis, cruel amante,
    por la que yo os di?

sabe el cielo con cuánta inocencia
    he inclinado mi alma
al dulce encanto de tu elocuencia,
      y os di lo que era mío.
no aparté en mi despensa alimento,
    pero a tus pies extendía
esas armas que antes conquistaban,
    pese a tus otros trofeos.

tus ojos en silencio me hablaban
    de tal forma de amor,
que fue tan fácil para ti el triunfo
    como traicionar más tarde.
y mi atenta alma cuando vos hablabais,
    quedaba por halagos
sin control atrapada y perdida,
    tal música adornaba tus palabras.

ay! cuánto tiempo en vano vos luchasteis
    por desviar mi frialdad!
con tu amor cuánto tiempo me asediaras,
    mucho antes de ganarme!
que artes usabais! qué obsequios me ofreciais!
      qué canciones! qué cartas!
de nada prescindió para invadirme,
    con sus ojos e ingenio.
 
hasta que obligaba por deberes,
      ganada por perjurios,
a todo renuncié sin hacer caso,
    y rápido fui presa.
mientras mi ardiente llama aumentaba,
    decaia la tuya,
pues el placer robado que obligó antes
    tu estancia, ya no agrada.

a menudo testigos fueron prados,
    fuentes y arboledas
de nuestras horas y votos de amor; 
    de tu traición testigos.
caerán tus hojas, nunca más ya alegres,
    secos y exhaustos tus ríos,
mientras en tu orilla melancólica,
      recostada yo muero.

aphra behn (las fábulas del deseo y otros poemas)


y ahora corto y cierro... que sé que el poema es largo, y así, con un post corto, lo compenso...


No hay comentarios:

Publicar un comentario