sobre querer a glenda, el cine y los cuentos de cortázar...

miércoles y de vuelta en el despacho, después de un cortadito fresquito y una magdalena... hoy tenemos aquí al informático (y con él movidas informáticas varias) y no te lo creerás, pero en lo que me ha costado acabar de escribir este párrafo, ya me ha interrumpido cuatro veces...


en fin... retomo tras la última interrupción (que intuyo un momento de calma que no sé cuanto va a durar) y te copio una cita...

en aquel entonces era difícil saberlo. uno va al cine o al teatro y vive su noche sin pensar en los que ya han cumplido la misma ceremonia, eligiendo el lugar y la hora, vistiéndose y telefoneando y fila once o cinco, la sombra y la música, la tierra de nadie y de todos allí donde todos son nadie, el hombre o la mujer en su butaca, acaso una palabra para excusarse por llegar tarde, un comentario a media voz que alguien recoge o ignora, casi siempre el silencio, las miradas vertiéndose en la escena o la pantalla, huyendo de lo contiguo, de lo de este lado. realmente era difícil saber por encima de la publicidad, de las colas interminables, de los carteles y las críticas, que éramos tantos los que queríamos a glenda.

julio cortázar (queremos tanto a glenda)

y te copio esta cita por dos motivos... el primero porque me gusta esa manera de cortázar de contarnos un ir al cine... porque hacía años (y no exagero cuando digo años) que no iba al cine y este sábado fui con el jefe y con mis sobrinos... fuimos a ver brave (la de la niña pelirroja, que he de decir que me encantó tanto que creo que si sale en dvd en navidades, me la regalaré a mí misma para reyes) y recordé lo de mágico que tiene el cine, cuando se apagaron las luces y empezó la película...


el segundo motivo es hablarte del libro de cortázar que estuve leyendo la semana pasada... queremos tanto a glenda, un libro de relatos de cortázar, muy cortázar... porque cortázar tiene esa manera de meterte en sus historias, cambiarte la lógica y conseguir que la lógica sea otra... la suya... la de sus historias... no sé si me estoy explicando, pero eso es precisamente lo que mas me gusta del cortázar cuentista...


y queremos tanto a glenda incluye cuentos como la orientación de los gatos, alana, osiris, el cuadro y lo que veían cada vez que le miraban a él de frente; queremos tanto a glenda y ese salvarla de todo, todo, lo que no fuera perfecto; historia de migalas y ese esperar en el bungalow la voz del hombre del otro lado; texto en una libreta y lo que descubre lo del control de pasajeros en el metro; recortes de prensa, que "aunque no creo necesario decirlo, el primer recorte es real y el segundo imaginario"; el tango de vuelta y la historia a retazos contada por flora, de matilde y milo; clone y como todo parece girar en torno a gesualdo; el grafitti que nos golpea sin que nos demos cuenta; las historias que me cuento y que puede que pasen sin saberlo; y el anillo de moebius y ese dolor amargo que se nos queda dentro al terminarlo...





y te diría que ha sido una maravilla volver una vez mas a cortázar, pero sé que ya lo sabes, así que no diré nada...





y corto y cierro, que tinc feina...