sobre el mismo mar de todos los veranos...

jueves y en el despacho... llevo una mañana algo loca, entre e-mails y llamadas teléfonicas, y ahora que encuentro un hueco, aprovecho y tecleo...


y te contaré que estuve leyendo hace unos días el mismo mar de todos los veranos, la primera novela de esther tusquets... y es que llevaba tiempo queriendo leer algo de ella, y en un pedido que pasé antes de irme de vacaciones, incluí este libro... por aquello de empezar por el principio...


y te diré que me sorprendió mucho (y muy gratamente) la prosa de la tusquets... esas frases largas (casi eternas) que me traían recuerdos de la recherche de proust... esas alusiones casi constantes a los cuentos infantiles (ya sabes la fijación que tengo con ellos desde hace años) como referentes culturales casi universales... y la valentia y la audacia de la historia de amor (aunque en el fondo lo importante no es tanto la historia de amor, como lo que la protagonista descubre a través de la misma) teniendo en cuenta cuando fue escrita (mil noveciento setenta y ocho) y los tiempos que corrían...


una prosa, la de la tusquets, que sólo puedo calificar de lírica... con un lirismo increible, mas propio de la poesía que de la novela... y una manera de contar a retazos que me fascina... con esa manera de mezclar pasado y presente que leyéndola parece tan natural, pero que no es fácil de transmitir por escrito...


así que como ya habrás adivinado: el libro me ha encantado... me ha encantado tanto que ya estoy pensando que tendré que buscar alguna otra de sus novelas, o alguno de sus libros de memorias para seguir conociéndola...


y como no soy capaz de poner en letras lo que es su prosa, te dejo como muestra un botón (o un trocito de su novela)






y me voy vistiendo lentamente mi tristeza de niña, y descubro que es eso en definitiva lo que he vuelto a encontrar en este mayo sofocante y polvoriento, en esta primavera sin primavera de mi ciudad torpona que poco sabe de matices y gradaciones: en esta primavera de exámenes y flores a maría y brotar secreto de las primeras hojas, me había sido devuelta integra -me había sido devuelta intacta- una tristeza vieja que creía para siempre perdida -que había tal vez incluso ya olvidado- y que no hacía otra cosa que aguardar paciente su momento, a salvo de todo deterioro en el baúl de los disfraces.

esther tusquets (el mismo mar de todos los veranos)





una maravilla... y corto y cierro, que acabo de darme cuenta de la hora que es, y tengo la caja por hacer y consultas que responder y al jefe que me acaba de decir que acaba de entrar material y que debería meterlo... y el teléfono que vuelve a sonar... una vez mas...

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