sobre el héroe del sepulturero...

viernes y en el despacho... viernes de sueño y de instrucciones, que el jefe se va mañana de viaje de trabajo y aunque volverá el lunespor la tarde, me está dejando faenitas para una semana... y en lo que llevamos de mañana ya me ha explicado que me dejará un pedido a medias, que yo tendré que cerrar (y me lo explica como si fuera mi primera vez de jefecilla, cuando ya llevo tiempo haciendo prácticas, contra mi voluntad, claro), y me recuerda que en su ausencia tendré que hacer mi parte y la suya, y se le olvida que además mañana tendremos que facturar (claro que esta facturación después de la del treinta y uno de agosto, va a ser un paseito), así que mañana y el lunes los voy a tener ya entretenidos con lo mío... además, sigo sin cerrar agosto, y tendré que plantearme cerrarlo de una vez, mas que nada para empezar ya con septiembre, que miro el calendario (y el cajón de las facturas de proveedores) y creo que ya va siendo hora de ponerme con este mes y olvidarme del pasado...


en fin... que es viernes de instrucciones, pero yo tengo tanto sueño que me da a mí que no retengo toda la información que debería retener...





y aquí me tienes... con el editor abierto, pero nada que contarte...


te contaré, pues, que me leí la semana pasada un librito pequeñito que compré en el prado de elizabeth gaskell... un librito pequeñito que contenía dos relatos: el héroe del sepulturero seguido de tormentas y alegría navideña...


compré le librito porque admito que en las tiendas de los museos suele atacarme una especie de locura transitoria que hace que lo quiera todo, todo y todo, y que compre cosas que, en circunstancias normales, probablemente no me compraría... cierto es que hacía tiempo que quería volver a leer a la gaskell... ella fue una de esas mujeres a las que busqué el verano pasado porque virginia woolf las nombraba en el principio de su cuarto propio... una de las que me acompañó en mis vacaciones victorianas del pasado año, con aquellos amores de sylvia que tanto me gustaron... así que al ver su nombre, pues tuve que llevármela...


dos cuentos... el primero, usando la excusa de la historia contada, nos cuenta como dos amigos que están en un cementerio hablando de lo que son los héroes, son interrumpidos por el sepulturero, que les cuenta lo que es para él un héroe... una historia triste de amor e incomprensiones, en la que el sepulturero aprenderá que un héroe no tiene porqué pelearse con nadie, y que a veces hace falta mas valor para evitar una pelea que para tenerla... y el segundo es un cuento de navidad de esos que consiguen conmoverte... uno de esos en los que las diferencias desaparecen ante la necesidad; en el que un gesto cambia las percepciones anteriores, y en el que la excusa de la navidad sirve para unir a personas que se creían totalmente incompatibles...


que me encantaron, vamos...y me vas a permitir que te copie el principio del héroe del sepulturero...






el sol vespertino derramaba sus espléndidos rayos en el camposanto cubierto de césped, y, en contraste, la sombra del tejo venerable bajo el que nos sentabamos parecía cada vez más oscura. el continuo zumbido de los innumerables insectos estivales semejaba una nana fastuosa.

elizabeth gaskell (el héroe del sepulturero)





porque para mí las descripciones son todo un misterio... y ya sabes que esta tontería de copiar citas en las moleskines y luego mecanografiarlas, no es mas que mi manera de aprender a escribir (te reirás, pero así es como aprendí tonterías como que después de un punto, una coma, o cualquier signo de puntuación va un espacio, incluso tengo claro cuando se usan las mayúsculas, aunque haya decidido no usarlas aquí), eso y que colecciono principios (y admito que lo de la nana, me gustó de manera especial)








y acabo de perder el hilo... tres interrupciones seguidas son demasiadas para mí... así que corto y cierro...


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