sobre corinne o italia...

miércoles y en el despacho... y ya he hecho varias llamadas, he contestado a un par de mails, he anulado un pedido y he desayunado en la esquina (hoy con el jefe) aunque ya intuyo que hoy voy a necesitar otro café...


pero dejo la caja por hacer y abro el editor, aún sin tener nada concreto que contarte...


rutinas, costumbres o manías (no sé como llamar a esto de abrir cada día el editor de lda para teclear) que ya no sé si son automáticas, naturales o indispensables... pero hoy es uno de esos días en los que prefiero dejarme llevar a pensar, así que aquí me tienes... con el editor abierto y buscándome las palabras...





y me busco las palabras porque me gustaría hablarte de corinne o italia, la novela (o guía de viajes) de madame de staël (como ves, he recuperado la diéresis)


un libro que tenía en la mesita hace ya casi un año y que (como el de dickens) guardaba para leer en vacaciones... quizás porque aunque he crecido, hay manías (costumbres o rutinas) que persisten desde que era niña, y ya entonces tenía esa manía de guardar los libros "gordos" para el verano... porque hay mas tiempo... porque hay mas horas de luz... y porque te puedes entregar a su lectura de una manera distinta a la del resto del año... como eso de robarle horas al sueño y quedarte leyendo hasta horas intempestivas de la noche, que ahora que soy una persona responsable, evito hacerlo, pero que en vacaciones puedo hacer sin remordimiento, sin tener que mirar de reojo el reloj encima de la mesita, calculando mentalmente cuantas horas dormiré si leo solo par de páginas mas...


así que tenía a la corinne de madame de staël (que se llamaba anne louise germaine necker, y que vivió entre finales del siglo dieciocho y principios del diecinueve) esperando el verano... y tras leer a dickens y a la clark bremer, saqué el libro del montón y me fui a italia con ella...


(y paro de teclear y suspiro sin querer porque admito que aún me duele la historia de mi pobre corinne)


madame de staël nos lleva a italia y allí conocemos a corinne, una mujer joven, brillante e independiente a la que roma rinde honores como artista... una corinne que escribe y canta y baila y pinta con una genialidad tal, que hasta tiene ya un sitio en el panteon, y es coronada en el capitolio con una corona de laurel, que el destino querrá que se le caiga y que corinne se vaya a enamorar del hombre que del suelo la recoge...


y no puedo (ni debo) contarte mas que este principio, porque es increible como el destino se va realizando en este libro... como las casualidades se entrelazan como si fuesen maldiciones... y como mi pobre corinne crea, sufre y ama...


no te contaré nada, y con esto ya termino, pero déjame que te copie un trocito pequeñito que me ha llegado al alma... una de esas verdades que había dejado de buscar en la literatura, pero que de vez en cuando encuentras encuentras sin buscarlas...






no hay duda de que para escribir bien se necesita una emoción verdadera; pero no ha de ser de las que cruelmente despedazan.



madame de staël (corinne o italia)


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