sobre willa y ciertas creencias...

martes y en el despacho... y mira la hora que es y yo sigo con la caja por hacer... claro que de buena mañana han entrado un montón de reparaciones, así que llevo un buen rato entretenida con ellas... y ahora, tomándome un descanso...


y admito que no sé que contarte... quizás hablarte otra vez de willa cather... la semana pasada me leí otro de los libros que contiene el libro los libros de los cuentos (valgame la redundancia)... oscuros destinos, que contiene tres relatos largos (el señor rosicky, la anciana señora harris y los dos amigos)


tres relatos largos preciosos e impresionantes... con los que la cather consigue esa extraña unidad que hace especial algunos libros de relatos... no sé si me estoy explicando...


el caso es que esta mujer me tiene alucinada... terminando de leer sus libros de cuentos, con esa extraña sensación de pena cuando pasas mucho tiempo con un libro y ves que va llegando el final... ya sabes, cuando notas que inconscientemente bajas el ritmo para intentar que dure todavía un poquito mas...


y me vas a permitir que te copie un trocito de uno de sus relatos...






la señora templeton no lo entendió inmediatamente. la habían educado en la creencia de que a un invitado hay que darle todo lo que uno tiene, incluso si es tu peor enemigo, y en la seguridad de que hacer que alguien se sienta violento es un error espantoso y humillante. se sentía herida sin saber por qué, pero, a lo largo de la noche, fue creciendo en ella la sensación de que aquella era otra de esas embestidas del mundo exterior que no podía comprender.

willa cather (la anciana señora harris)


y es que me hizo gracia porque (salvando algunas distancias) a mí me educaron de una forma parecida... recuerdo cuando era pequeña y venían invitados, que mi madre siempre nos decía a mis hermanas y a mí que teníamos que ser educadas, y dejar jugar a nuestros invitados (que en realidad solían ser los hijos de sus invitados, mas que invitados nuestros... lo sé, hoy estoy redundante) con nuestros juguetes... porque al fin y al cabo nosotras podíamos jugar con ellos cuando quisiéramos... y eso, quieras que no, te hace ser de determinada manera... así que mis hermanas y yo crecimos dejando que los invitados jugaran con nuestros juguetes favoritos... incluso aquellos invitados a los que no soportabamos...


también tengo la seguridad de que hacer que alguien se sienta violento es un error espantoso y humillante... seguramente también gracias a mi madre, que siempre nos ha dicho una frase que para mí resume una buena filosofía de vida, y no es otra que "no hagas a los demás no quieras que hagan contigo"... una manera de ver el mundo y de comportarse que nunca le agradeceré lo bastante...


quizás por eso pierdo el pie cuando me doy cuenta de que alguien intenta violentarme... quizás por eso, aunque podría pagar con la misma moneda, y pagar palabra por palabra algunas ofensas, prefiero fingir una candidez que no tengo... no sé... nunca he entendido en que piensan esas personas que disimulando que no, intentan hacerte daño...





y voy a tener que ir cerrando este post, que ha empezado hablando del martes y que con la excusa de una cita de cather ha terminado en los recuerdos de mi infancia y en los consejos de mi madre...





pero antes de cerrar, te diré que es una pena que nos haya dejado esther tusquets... a la que le agradezco todos y cada uno de los tesoros que tengo de la lumen (los setenta y un poemas de la dickinson, los cuentos y las novelas de la flannery, la poesía completa de la moore y de la pizarnik, la canción de cuna del auden, y tantos y tantos libros de esa editorial mítica e indispensable a la que ya le dediqué uno de mis recuerdos de papel)





y que me ha encantado el recuerdo del google de hoy a amelia earhart...







de la que me vas a permitir que te copie una frase que dicen que le escribió en una carta a su marido: "quiero que sepas que soy muy consciente de los riesgos... lo hago porque lo quiero hacer. las mujeres deben tratar de hacer las cosas tal como los hombres lo han hecho. y cuando fallen, su fracaso no debe ser sino un reto para otras."








y ahora sí, corto y cierro... que menudo post largo y disperso te acabo de escribir...


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