sobre instantes...

ya jueves... que es casi viernes... y aquí sigo... en el despacho... con mis papeles... y con el segundo café de la mañana, que mi compañera (que es un encanto) me acaba de traer del mercadona...


ya jueves, y he vuelto a llegar tarde al despacho... que no sé que me pasa últimamente, que no soy capaz de despertarme a mi hora... por suerte el jefe en vez de enfadarse conmigo, me ha invitado a desayunar... bocadillo de tortilla de patatas... mi favorito...


jueves y los ojos llenos de sueño y pocas ganas de hacer cosas... y poco que contar... ayer fui a ver a la abuela, que tenía un día bueno y estaba encantadora, y nos reímos mucho, y le estuve probando la ropa que mi madre le ha comprado, que por cierto, le ha encantado... y de vuelta en el bus estuve leyendo, porque la combinación para la vuelta en bus no es buena, y el que mejor me deja, da mucha vuelta, pero si vas leyendo parece que se hace mas corta... y me mareé en el bus... no sé si por el calor o porque apenas comí y se me olvidó la merienda... lo mas probable es que fuera un bajón de tensión de esos tan habituales con estos calores...


jueves, y sigo sin saber que hago tecleando esto... pero me vas a permitir que te copie aquí un poema de claribel alegría... una poetisa nicaragüense a la que no conocía... que cómo la conocí?... buena pregunta... pues el libro fue un regalo que me llegó junto con unos libros que encargué de la editorial torremozas... y el domingo la estuve leyendo y me ha encantado esta mujer y su manera de escribir versos... es del poemario vía única que se publicó en el año sesenta y cinco...


te copio el poema aunque dure un instante (que sé que es largo, pero es que me ha encantado...)






aunque dure un instante
ahora,
mientras el río de obsidiana
nos refleja,
quiero hablarte de amor,
de nuestro amor,
de los diversos hilos
de su trama,
del amor que se toca
y es herida
y que también es vuelo
y es vigilia.
sin él,
el verde de las hojas
no tendría sentido,
ni el farol de la calle
iluminando el agua,
ni la imagen ondeante
de la iglesia.
mi amor es la escudilla
en la que tú dejaste una moneda,
la moneda tañendome que existo,
la trenza que forjan las palabras,
el vino,
el mar desde la mesa,
los malentendidos,
los días
en que no nos damos cuenta
que ya no somos uno,
que estamos alejados
irremediablemente.
ayer,
desde mi exilio,
invente que llegabas.
salí del hielo,
espanté pingüinos,
desplacé a las estrellas
acechando tu desembarco.
quería ayudarte a plantar banderas,
celebrar de rodillas
el milagro.
ahí quedé
con mis señales.
te sorprende mi vértigo?
estoy hablando de eso:
de la alegre punzada
de saber que sí,
que de pronto es verdad,
que no estoy sola,
que estamos juntos bajo el árbol
con mi mano en tu mano,
que nos refleja el río,
que ahora,
en este instante,
en este ahora,
aunque dure un instante,
estás conmigo.  
claribel alegría



y es que me encanta... que estamos juntos bajo el árbol con mi mano en tu mano, que nos refleja el río, que ahora, en este instante, en este ahora, aunque dure un instante, estás conmigo...

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